El contagio del nuevo coronavirus desde los murciélagos a los humanos a través de otros animales es la causa más probable de la pandemia, según el borrador de un estudio conjunto de la OMS y China sobre el origen del COVID-19 al que tuvo acceso The Associated Press. El documento consideraba “extremadamente improbable” que el origen fuera una fuga de laboratorio.
Los hallazgos entraban dentro de lo esperado y dejaban muchas preguntas sin resolver. Los autores proponían nuevas investigaciones en todos los campos salvo en la hipótesis de una fuga de laboratorio.
La publicación del reporte se ha retrasado varias veces, lo que ha planteado dudas sobre si el lado chino intentaba modificar las conclusiones para evitar señalamientos por la gestión de la pandemia en China. Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud dijo a finales de la semana pasada que esperaba que pudiera publicarse “en los próximos días”.
AP recibió el lunes lo que parecía una versión casi definitiva, proporcionada por un diplomático destinado en Ginebra de un país miembro de la OMS. No estaba claro si el texto aún podría cambiar antes de su publicación. El diplomático no quiso ser identificado porque no estaba autorizado a difundir el documento antes de su publicación.
Los investigadores enumeraron cuatro posibles escenarios en orden de probabilidad. Concluyeron que el contagio a través de un segundo animal era probable o muy probable. Consideraron probable el contagio directo de murciélagos a humanos y señalaron que la expansión a través de la cadena de frío de alimentos era posible, pero no probable.
El pariente más cercano al virus que provoca el COVID-19 se ha encontrado en murciélagos, que se sabe son portadores de distintos coronavirus. Sin embargo, el reporte señaló que “se estima que la distancia evolutiva entre los virus de murciélagos y el SARS-CoV-2 es de varias décadas, lo que sugiere un eslabón perdido”.
Se han encontrado otros virus muy similares en pangolines, pero también los visones y gatos son susceptibles al COVID, lo que sugiere que podrían ser portadores.
El reporte se basa principalmente en una visita del equipo de expertos internacionales de la OMS a Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez el COVID-19. La visita se hizo entre mediados de enero y mediados de febrero.
Peter Ben Embarek, experto de la OMS que lideró la misión en Wuhan, dijo el viernes que el reporte se había terminado y se estaba revisando y traduciendo.
“Espero que en los próximos días se complete todo el proceso y podamos hacerlo público”, dijo.
Denostada por la administración de Donald Trump, que la acusaba de ser demasiado complaciente con China, la OMS ha obtenido el apoyo de su sucesor, Joe Biden.
Pero aunque el nuevo presidente demócrata ha cambiado el tono con la organización, Estados Unidos sigue teniendo “importantes preocupaciones” sobre la investigación de la OMS, y pidió a Beijing que dé más información.
La presión no solo procede de Washington.
El embajador europeo ante la ONU en Ginebra, Walter Stevens, pidió recientemente que el informe sea “totalmente transparente y responda a las preguntas que todos nos hacemos”.
En una carta abierta, 24 investigadores internacionales pidieron una nueva investigación, independiente y más exhaustiva, y denunciaron las “limitaciones estructurales” que sufrieron los trabajos de los expertos de la OMS durante su visita a China.
Los expertos de la OMS aseguraron que habían obtenido el acceso a los lugares y personas que querían, pero el jefe del equipo, Peter Ben Embarek, pidió “más datos” para ir más lejos en la investigación.
Con información de AP
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