A esta altura del partido está claro que la pandemia es una problemática global que trasciende las fronteras nacionales, que y el movimiento de las personas supone la persistencia de riesgo de futuros brotes. El COVID-19 es un enemigo invisible que atraviesa no solo la salud mundial, sino las economías y las sociedades. Y esto es algo que atañe también a las fronteras.
Es por eso que los países de todo el mundo, están tomando medidas integrales para responder al COVID-19. Desde que apareció el virus, Japón ha tomado medidas agresivas en el país, además de medidas en el extranjero, como parte de un esfuerzo multilateral para que todos los países combatan mejor la propagación de la infección.
Este enfoque, enfatiza los esfuerzos interconectados de los estados, la sociedad civil y las ONG para afrontar los desafíos que afectan a la humanidad en su conjunto. La seguridad humana es el principio rector de la ayuda y asistencia de Japón a los países en vías de desarrollo de todo el mundo, incluida su reacción ante el COVID-19.
Japón ha ofrecido ayuda exterior de más de 1,54 mil millones de dólares a los sectores médico y sanitario. Siguiendo los esfuerzos multilaterales para combatir el virus, Japón no solo se centra en el suministro de equipo médico, sino también en la formación de capacidades de medio y largo plazo. Además, ha establecido un Crédito para la Respuesta de Emergencia y Ayuda ante la Crisis del COVID-19 (hasta 4,5 mil millones de dólares durante los próximos dos años a partir de 2020) para países en vías de desarrollo con el fin de ayudar a revitalizar las actividades económicas.
Con el progreso del desarrollo y la administración de las vacunas del COVID-19 en varios países, Japón cree que es imprescindible que todos los países tengan acceso equitativo a vacunas seguras, efectivas y de calidad garantizada. Es por eso que Japón está apoyando el COVAX Facility en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI por sus siglas en inglés) y la Alianza Gavi.
El COVAX Facility tiene como objetivo garantizar un modelo de distribución equitativa respaldado por fondos de países desarrollados y socios para facilitar el acceso a las vacunas de los países de rentas más bajas. Desde el lanzamiento del COVAX Facility en junio de 2020, Japón ha desempeñado un papel clave en esta iniciativa mundial. Además, Japón ha contribuido durante mucho tiempo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés). A través de UNICEF, este país está trabajando para brindar apoyo material y educativo a países, especialmente en el Oriente Medio, Asia-Pacífico y África.
Myanmar es solo un ejemplo del apoyo de Japón a través de UNICEF con suministros médicos, formación de trabajadores sanitarios y educación general sobre la prevención de virus. Dado que lavarse las manos es un método clave para prevenir la propagación del COVID-19, Japón ha trabajado para ayudar a establecer instalaciones de lavado de manos en más de 4,000 espacios públicos que cuentan con una capacidad de más de 770,000 personas. Esfuerzos como este han ayudado a crear un entorno más higiénico para prevenir la propagación de infecciones.
La lucha contra el virus en Vietnam
Vietnam es uno de los grandes casos de éxito en Asia en lo que respecta al control del COVID-19. El logro del país rápidamente modernizado fue posible en parte gracias a su red de investigación y análisis. Japón ha extendido su apoyo para desarrollar las capacidades del Instituto Nacional de Higiene y Epidemiología (NIHE por sus siglas en inglés) en Hanoi desde el 2006. A través de subvenciones y cooperación técnica, el NIHE ahora está completamente equipado con personal propio capaz de examinar patógenos peligrosos. “Una de nuestras tareas en Vietnam es fortalecer las capacidades en pruebas de patología de los centros de salud de prevención en cada región y realizar formaciones”, explicó el Doctor Masanori Kai, Asesor Principal.
Japón continúa apoyando al NIHE, junto con el Pasteur Institute en Ho Chi Minh y 10 Centros regionales para el Control y la Prevención de Enfermedades, con el fin de mejorar sus medidas anti-COVID-19. Estas instituciones constituyen la columna vertebral de la respuesta médica de Vietnam y la capacidad de análisis en todo el país. “Gracias a la asistencia dirigida al NIHE, especialmente en el área de fortalecimiento de contacto entre los servicios sanitarios de Vietnam, el pueblo vietnamita ha cosechado grandes beneficios cuando hemos tenido que prevenir la propagación del COVID-19″, sostuvo el director del NIHE, Dang Duc Anh.
Esfuerzos en Ghana: el apoyo continuo de Japón a la lucha contra las enfermedades en África
Japón también ha estado trabajando para mejorar la cantidad y la calidad de la atención médica en Ghana, África Occidental. Un elemento fundamental de estos esfuerzos es el Instituto Conmemorativo Noguchi de Investigación Médica de la Universidad de Ghana, establecido por primera vez en 1979 con asistencia japonesa y llamado así en honor al médico microbiólogo Hideyo Noguchi, quien falleció en Ghana en 1928 mientras realizaba una investigación sobre la fiebre amarilla.
“La cooperación entre Japón y el instituto ha venido llevándose a cabo durante casi 40 años y se centra en apoyar a jóvenes investigadores y fomentar proyectos de investigación conjuntos”, sostuvo la subdirectora Maki Ozawa, de la oficina en Ghana de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). Incluidos los 50 investigadores formados en Japón, 120 patólogos trabajan en turnos diurnos y nocturnos para realizar pruebas de PCR en el instituto. Ghana ahora tiene el tercer número más alto de pruebas de COVID-19 en África (a julio de 2020) y tiene la capacidad de realizar aproximadamente el 80 por ciento de todas las pruebas en el país.
El Instituto Noguchi, además de fortalecer las medidas en respuesta al virus, está trabajando para brindar orientación a otras instalaciones médicas en Ghana para fortalecer las capacidades de realizar pruebas. “La contribución de Japón al Instituto Noguchi es enorme y se está convirtiendo en la respuesta a la salud pública y resiliencia sanitaria no solo en Ghana, sino en toda la región de África Occidental”, dice el Prof. Abraham Kwabena Annan, Director del Instituto Conmemorativo Noguchi de Investigación Médica.
La contribución de Japón a las organizaciones multilaterales
Solo a través del multilateralismo el mundo puede realmente librarse del COVID-19 y comenzar a reconstruir las economías, las vidas y los medios de subsistencia de los países. Japón reconoce que una verdadera respuesta global y equitativa es el camino a seguir.
Aunque puede llevar tiempo a hacer realidad un mundo en la “nueva normalidad”, estamos bien encaminados para lograr este objetivo a través de una cooperación sin precedentes. Con esto en mente, Japón continúa preparándose para uno de los mayores eventos mundiales, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. El primer ministro Yoshihide Suga ha declarado que “con la determinación de llevar a cabo unos Juegos que transmitan un mensaje de esperanza y valentía al mundo, haremos los preparativos para tomar todas las medidas posibles contra la propagación de la infección”.
Con la estrategia multilateral y de mentalidad global de Japón como modelo, podemos trabajar para lograr este noble objetivo. En el proceso, deseamos crear una sociedad global más sana y justa que continúe prosperando incluso después de que la amenaza del COVID-19 haya desaparecido.
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