En todos los ámbitos de la vida, las reglas del juego cambiaron para siempre luego de la pandemia. A nivel global, el encierro impulsó el uso de productos dirigidos al skin care y un descenso del uso de maquillaje, al igual que motorizó el interés por el consumo de productos naturales y generó una mayor preocupación por la salud. Sin embargo, en un mundo que se reactiva, el make up resurge cambiado, con un costado más experimental y artístico, en el que cada uno establece sus propias reglas y deja volar su creatividad.
Dentro de esta nueva escuela de artistas, se encuentra Jezz Hill (@jezzhill), una make up artist argentina que, hace seis años, se mudó a Nueva York con dos valijas y un maletín de maquillaje tras terminar una relación larga. Luego de varios años de una carrera gastronómica y habiendo estudiado, además, artes visuales en el IUNA, decidió dedicarse de lleno al mundo del make up.
Y esta decisión, en verdad, se convirtió en una suerte de retorno a sus raíces. Es que Hill recuerda que, desde chica, siempre le gustó dibujar y pintar. Sus mejores recuerdos en esta profesión provienen de viajes, de su primera sesión de fotos para Vogue y de un tutorial virtual para New York Fashion Week al que todavía se puede acceder en el sitio web del evento. Trabajó para marcas como L’Oréal, Maybelline y Kérastase y su trabajo se publicó en revistas como Vogue, Numéro, Allure, L’Officiel, Elle, Harper’s Bazaar e InStyle, entre otras.
Hill asegura que, a la hora de maquillar, deriva inspiración del cine, la naturaleza, el arte y la cultura popular y considera que sus mayores influencias dentro de la industria son Serge Lutens y Alex Box.
Sin embargo, esta maquilladora no cree en las tendencias. “Siento que cada uno tiene que usar lo que le queda bien y le gusta”, confiesa en diálogo con Infobae. Sin embargo, comparte tres estilos que ve fuerte: el 90s makeup, el maquillaje de ojos como protagonista, sobre todo los ojos gráficos, y la máscara de pestañas de colores.
Para aquellos que recién comienzan su recorrido en este universo, considera que los must have en cualquier maletín son el hidratante facial, el bálsamo de labios, un corrector, un multiuso para labios, mejillas y ojos, la máscara de pestañas y el lápiz de cejas.
Esta maquilladora argentina cree que, en tiempos de pandemia, el cambio más profundo en el make up se da en los nuevos protocolos a la hora de trabajar. Además, Hill nota que la gente opta, cada vez más, por looks naturales, al menos en lo vinculado a la piel, aunque “algunos se animan a looks más creativos en los ojos y cejas”.
El nuevo negro
Esta tendencia al “make up no make up” se vincula fuertemente al crecimiento en el interés por el cuidado de la piel que se observó en los últimos años. Sin ir más lejos, el consejo de Jezz es “tener una simple pero efectiva rutina (de skin care) adecuada a cada uno y siempre usar protector solar”. La cara lavada es el nuevo negro en el mundo de la belleza.
Este universo también cambia en lo vinculado al cuidado del medio ambiente, una tendencia que ya está (o debería estar) presente en la agenda de todas las marcas.
Además de un claro interés por el make up, la maquilladora argentina es vegana y busca, en lo posible, trabajar con productos que respeten a los animales y a la naturaleza. Su deseo para la industria es que tenga un futuro “sostenible, vegano y cruelty free”.
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