Alrededor del mundo se detectaron múltiples variantes del SARS-CoV-2. Las dos brasileñas, como las variantes británica y sudafricana, pueden ser más contagiosas. Esto se debe a que las mutaciones en la proteína de pico pueden facilitar que estas proteínas del virus se adhieran a las células humanas. Sin embargo, se necesita más investigación para determinar si ese es realmente el caso.
La variante P1 se encuentra principalmente en brotes de Manaos y sus alrededores, la capital del estado brasileño de Amazonas. Todavía no está claro si el curso de la enfermedad es diferente para esta variante. Entre otras mutaciones, tiene tres cambios en la proteína de pico, que se consideran motivo de preocupación. Estos tres cambios son casi idénticos a los cambios en la de Sudáfrica. Las mutaciones pueden potencialmente hacerla más contagiosa y reducir la efectividad de la inmunidad preexistente o inducida por la vacuna. Esto se está investigando actualmente a nivel nacional e internacional.
La primera publicación científica que daba fe de la existencia de la nueva variante del Amazonas fue un esfuerzo conjunto de diez instituciones en diciembre de 2020. Entre ellas, la Imperial College de Londres, la Universidad de Oxford y el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo.
La variante de Río de Janeiro o P2 (derivada del linaje B.1.1.28) se encuentra en todo Brasil. Una de las tres mutaciones de P1 también ocurre en este caso. Esta mutación podría potencialmente hacer que sea más contagiosa y conducir a una inmunidad reducida después de una infección previa con variantes anteriores. En la actualidad, también se está investigando a nivel nacional e internacional si este es realmente el caso. Al igual que la P1, todavía no está claro si P2 conduce a cambios en el curso de la enfermedad.
“En general cuando el virus contagia se replica, y esa posibilidad es la que hace que el virus pueda llegar a mutar”, explica a Infobae el médico infectólogo Hugo Pizzi (M.P. 54.101). “Por eso pedimos por varias razones epidemiológicas que la gente se cuide, porque cuantos más casos haya, más riesgo hay de que haya mutación. Al principio creíamos que las mutantes que estábamos viendo eran más contagiosas pero menos letales. Sin embargo, Patrick Vallance, asesor jefe científico del Reino Unido, ya dijo -y está publicado- que es más letal. Él hace un cálculo que muestra que el coronavirus antes mataba 10 personas sobre 1000 personas, y ahora 13. La variante brasileña no escapa a ese hecho. La prueba evidente está que tiene colapsada a Manaos con más de 1000 muertes diarias”.
Hay indicios de que la bautizada como P1 sea uno de los factores que están detrás de la explosión de casos de COVID-19 en Manaos, donde los servicios sanitarios se han visto completamente desbordados. Con un número más alto de mutaciones, también se estudia si la brasileña es más peligrosa que las variantes encontradas en Reino Unido y Sudáfrica, que son las tres que más preocupan a la Organización Mundial de la Salud.
Según declaraciones a este medio del inmunólogo Jorge Geffner, “hay preocupación por todas las variantes. La que más preocupa de las de Brasil tiene que ver con el desastre que ocurrió en Manaos. En base a esa experiencia, se piensa que tiene más transmisibilidad, es decir que es más contagiosa”.
Una pesquisa preliminar del centro de investigación médica Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) indicó que esta nueva variante es un “fenómeno reciente”. Probablemente se desarrolló en diciembre y evolucionó a partir de variantes que se encontraban en circulación en Amazonas.
De hecho, en Manaos se han detectado ya cerca de 30 variantes del coronavirus, pero la más inquietante es la P1, según explica a Efe José Eduardo Levi, investigador del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad de Sao Paulo (USP).
La variante de Manaos acumuló en un breve espacio de tiempo “un número de alteraciones genéticas fuera de lo común”, varias de ellas en la proteína “spike” (espiga), de la que se vale el nuevo coronavirus para entrar en las células humanas. Se han identificado 12 mutaciones únicamente en esa proteína “spike” de la variante brasileña, tres de ellas preocupan especialmente: K417N, E484K, N501Y. Esos tres conjuntos de letras y números representan aminoácidos de la “spike”, cuya mutación está asociada a un mayor poder de transmisibilidad. Ayudarían a que el virus se replique más y que se ensamble mejor con el receptor de entrada de la célula.
La brasileña no surgió a partir de la británica o la sudafricana. Las tres evolucionaron de manera independiente y surgieron esporádicamente en los tres países, aunque se ha descubierto que algunas de las mutaciones identificadas en la proteína “spike” son las mismas.
“Creemos que son más contagiosas por tener esa mutación en común que aumenta la transmisibilidad”, apunta Levi, virólogo también del laboratorio DASA. Levi cree que la brasileña podría ser la más “peligrosa”, al menos por el número de mutaciones identificadas en la proteína “spike”: 12 frente a las 8 encontradas en la británica o las 10 de la sudafricana.
¿Las vacunas son efectivas?
Varias de las vacunas desarrolladas hasta la fecha fueron pensadas a partir de la proteína “spike” del coronavirus. En este sentido, aquellas que estén basadas puramente en esa proteína, en las mutaciones registradas en las variantes británica, sudafricana y brasileña, “pueden llevar a una pérdida de eficacia, aunque no total”, considera Levi. Todavía no se han publicado estudios de efectividad con la variante brasileña.
“Esta semana se ha realizado la publicación por parte de Pfizer de un estudio realizado por esta compañía y la University of Texas, Medical Branch at Galveston, que ha probado que dicha vacuna es efectiva para todas aquellas variantes que contengan la mutación N501Y. Dicha mutación esta presente en la variante del Reino Unido (B.1.1.7) como así también en la variante de Sudáfrica (variante 501.V2) y en la variante de Brasil identificada en turistas japoneses (B.1.1.248, o variante P1)”, dijo a Infobae Claudia Perandones, directora científico-técnica del Instituto Malbrán. “En este estudio los investigadores evaluaron suero de 20 individuos vacunados y determinaron que el mismo fue capaz de neutralizar las variantes mencionadas. Estos hallazgos sugieren que las vacunas desarrolladas no ven afectada su efectividad frente a las variantes”.
Desde Moderna todavía no se pronunciaron con respecto a la brasileña. Ambos desarrollos, que se basan en ARN mensajero, utilizan la proteína S como antígeno para generar una respuesta inmune en el organismo humano, pero los anticuerpos generados suelen reconocer distintos dominios de esta proteína. Las nuevas variantes solo contienen cambios en algunas regiones de la proteína, lo que reduce el riesgo de que los anticuerpos inducidos por la vacuna sean incapaces de contrarrestar al virus.
“Hasta hoy son efectivas”, asegura Pizzi.
“No sabemos”, apunta en diálogo con Infobae Lautaro de Vedia, médico infectólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). “Aparentemente hay mayor contagiosidad, pero su respuesta a la vacuna todavía es una incógnita. No hay aún datos. Posiblemente si la respuesta es menor, el problema pueda ser solucionable con una modificación de las vacunas actuales”.
Geffner agregó: “La presencia de la mutación E484K dotaría a esta nueva variante de capacidad relativa de evadir la respuesta inmune, tanto del que se infectó previamente o de la conferida por la vacunación. No en forma total. Pierde eficacia”.
Coincide Perandones y explica: “Se ha planteado que la mutación E484K podría condicionar resistencia a la respuesta inmune mediada por anticuerpos neutralizantes y anticuerpos monoclonales. Si bien estudios han mostrado una reducción de la respuesta de anticuerpos neutralizantes, la misma aún sigue siendo eficiente para neutralizar el efecto viral”.
“ANLIS Malbrán se encuentra desarrollando una colaboración estratégica con la Escuela de Medicina de Mount Sinai, New York, a fin de evaluar si existe una resistencia a la respuesta inmune mediada por anticuerpos neutralizantes en individuos portadores de la citada mutación, E484K”, añade.
Para Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, existe la “necesidad de seguir de cerca las variantes y de acelerar los esfuerzos de vacunación antes de que surjan nuevas mutaciones incluso más peligrosas. La mejor manera de evitar que un virus siga evolucionando es impedir que se replique y eso se consigue vacunando a la gente lo más rápido posible”.
Sin embargo, según estima un estudio publicado en el British Medical Journal, las vacunas no estarán disponibles para más de un quinto de la población mundial hasta el 2022.
Colaboración: Marco Diz
SEGUÍ LEYENDO: