Hace unos días, la cantidad de casos positivos de COVID-19 a nivel global superó los 100 millones. La cifra se desprende del conteo realizado por la universidad de Johns Hopkins, en Estados Unidos y llega en un momento donde la vacunación masiva de la mano de los desarrollos de distintas farmacéuticas está ocurriendo de forma progresiva.
En este contexto, hoy más de 30 países están vacunando a su población. Pero, ¿cuáles son los principales desafíos que hoy enfrenta la vacuna contra el COVID-19 en el mundo? En el marco de la conferencia virtual organizada por el Centro Knight en asociación con la UNESCO y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con financiación de la Unión Europea y de la que Infobae formó parte, los desafíos, de acuerdo a los expertos médicos e investigadores, van desde las nuevas variantes, la desinformación a la distribución de las dosis a todo el mundo.
El tiempo récord en el que las vacunas fueron producidas, sumado al uso de tecnologías que nunca antes se habían empleado en este tipo de fórmulas, y cuestiones más cotidianas como el planteo de hasta qué punto las vacunas nos devolverían la “normalidad” tal como la conocíamos llevaron a que no sean pocos los que plantearan sus dudas frente a estas formulaciones y hasta se mostraran reticentes a ser inmunizados.
“Hay que recordar que el planeta pudo erradicar la viruela sin internet y demás tecnologías que se disponen hoy y efectivamente se pudo vacunar a personas en lugares donde hubo guerras así como mantener vacunas a -60 grados. Todo esto es un gran desafío. Pero hay que entender que si bien son importantes las vacunas, hasta que llegue la fórmula se pueden implementar las medidas como distancia social, el uso de mascarillas y el lavado de manos para prevenir a corto plazo”, explicó Ana María Henao Restrepo, médica y epidemióloga colombiana que se desempeña como funcionaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Las principales inquietudes
“Actualmente hay muchas plataformas por lo que podemos imaginar que puede ocurrir que algunas personas no toleren ciertas ingredientes de alguna de las vacunas y se observen otros efectos secundarios. También sabemos que hay mucha inquietud en cuanto a la eficacia, y todo lo que este relacionado a la logística, los frigoríficos, la fabricación y el hecho de las nuevas variantes. Pero también tenemos que posicionarnos con un objetivo que es la inmunidad colectiva, si utilizáramos una única plataforma nunca la alcanzaríamos y a medida que vamos conociendo más sobre ellas nos damos cuenta que están funcionando contra el COVID-19″, aseguró la inmunóloga Purvi Parikh desde su consultorio en Nueva York.
Sobre las nuevas variantes y las vacunas, la viróloga estadounidense Angela Rasmussen se mostró optimista: “Hay que entender que las variantes aparecieron a lo largo de la pandemia. Esto suele suceder con un virus como el coronavirus, que se reproduce constantemente y efectivamente suele ocurrir que ocurran distintas mutaciones genéticas. Las variantes no tienen significado funcional sino que serán similares al original. La razón por las que nos preocupamos por las nuevas tres variantes es que parecen tener un carácter más contagioso”.
“Parece ser que las vacunas que se desarrollaron servirán hasta cierta medida. Es un motivo de preocupación pero debemos tener presente que los fabricantes han anunciado noticias alentadoras. Muchos de ellos que planean reformular vacunas de refuerzo que nos permitirá contar con una vacunación completa y no perder la eficacia. Pero es un proceso de regulación muy largo. Hay que garantizar que sean beneficiosas. Por eso es vital seguir reforzando las medidas sanitarias para reducir la transmisión del virus”, enfatizó Rasmussen.
El otro virus: la desinformación
“Es necesario que toda la información certera se transmita y que el público pueda tomar decisiones informadas. Que se pueda luchar contra la desinformación. Necesitamos el apoyo de todos, ningún país va a poder evitar la pandemia a menos que todos estemos protegidos. No podrá haber recuperación del COVID-19 ni económica si la mitad del mundo sigue luchando, viéndose privada de la vacuna o incluso de los tratamientos”, aseguró Gabriella Stern, directora de comunicación de la OMS.
Parikh apuntó a la desinformación y a la información falsa en torno al mundo de las vacunas: “Hay mucha histeria y mucha inseguridad. Es vital transmitir información real y en particular viendo la politización que gira alrededor de las vacunas. La gente debe confiar y los comunicadores deben transmitir información verdadera”.
“Creo que en el tema de vacunas hay mucha información errónea y desinformación con respecto a las vacunas en general previo a la pandemia. Hemos escuchado a personas con argumentos de movimientos antivacunas con el objetivo de desalentar a las personas para que se vacunen. Por ejemplo se habla que las vacunas ARN van a modificar el ADN de las personas. Este argumento es imposible pero ha tenido éxito en las redes sociales. Las personas que difunden esta información pues difunden esto en lugares que tienen cierta credibilidad y se difunde como un virus, es decir, hay personas que no están del todo en contra de la vacuna pero como ellos han encontrado argumentos en contra de la vacuna lo repiten”, enfatizó Rasmussen.
¿Cómo actuar frente a la desinformación? Para Josh Michaud de la Kaiser Family Foundation, una organización sin fines de lucro de Estados Unidos, la clave está en la comunicación: “Hoy sabemos que hay más de un 25% de personas en el mundo que rechaza la vacuna contra el COVID-19, debemos inspirar confianza para revertir este escenario y dejar en claro que de esto saldremos todos juntos”.
“Cuando se habla de la vacuna, lo que notamos por lo menos en Estados Unidos es que había cierta reticencia, pero cuando se conocieron las eficacias de las mismas esta disminuyo. Cuando nos centramos en los datos, todavía hay un 33% de la población que dice que no se vacunará y que lo haría si en algún momento es obligatorio. Sabemos que hay preocupación sobre los efectos secundarios y cuán segura es la vacuna pero los principales actores en este escenario deben inspirar confianza y atender a estas cuestiones”, comentó Claire Hannan, directora de la Asociación de Administradores de Inmunización de Estados Unidos.
En este contexto, todos los profesionales se mostraron en la misma línea acerca de que la vacuna es una solución a largo plazo y que por el momento gran parte de la población en el mundo cuenta con las medidas sanitarias para evitar el contagio del COVID-19.
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