A un año de que en Wuhan, China, informaran sobre el hallazgo de misteriosos casos de neumonía de origen desconocido no es exagerado decir que el mundo cambió para siempre. Algunas cuestiones no volverán a ser como antes, por más que el advenimiento de la vacunación de las poblaciones traiga la tan ansiada inmunidad de rebaño.
Hay hábitos, costumbres, temores y recaudos llegaron para quedarse. Desafíos que la ciencia debió sortear en tiempos récord, y todo lo que conlleva atravesar una pandemia sin precedentes en la historia moderna. Infobae recopiló diez hitos que marcaron este 2020.
1- La secuenciación del virus
En enero, menos de un mes después de que surgieran los primeros informes de que una misteriosa enfermedad respiratoria estaba afectando a personas en la ciudad china de Wuhan, los investigadores del país identificaron la causa: un nuevo coronavirus, que pronto se llamaría SARS-CoV-2. El 10 de enero, un equipo chino-australiano publicó en línea la secuencia genética del virus. Poco después, los científicos hicieron otro descubrimiento clave, pero alarmante: el virus podría transmitirse entre personas.
2- Una pandemia en pleno siglo XXI
El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de coronavirus como una pandemia. Fue después de que el número de casos afectados fuera de China se haya multiplicado por 13 en dos semanas y en ese periodo los países afectados se hayan triplicado.
La enfermedad había llegado por esas fecha a al menos 120 países y amenazaba los sistemas de salud menos desarrollados. Si bien la cantidad de contagios comenzaba a declinar en China, los infectados estaban en alza en varios continentes y la cifra total -que hoy supera los 81 millones- alcanzaba 100 mil casos.
3- Los países cierran sus fronteras
Si bien el bloqueo en Wuhan, con 11 millones de habitantes, había comenzado de manera prematura el 23 de enero, fue después de la declaración de pandemia que las fronteras del mundo comenzaron a cerrarse.
La Unión Europea (UE) anunció el 16 de marzo el cierre de sus fronteras durante 30 días para frenar la propagación del coronavirus, “la crisis sanitaria global que definirá nuestro tiempo”, en palabras de la OMS.
Los estados miembros del bloque también tomaron medidas: España, por ejemplo, cerró sus fronteras terrestres y Alemania impuso controles fronterizos con Austria, Dinamarca, Francia, Luxemburgo y Suiza.
Estados Unidos no cerró sus fronteras, pero suspendió en ese momento por 30 días todos los vuelos internacionales provenientes de zonas afectadas por el coronavirus. La medida aplicaba a las frecuencias programadas para viajar desde China, Corea del Sur, Japón, Irán, Estados Unidos y todos los países de Europa.
En la Argentina, el presidente Alberto Fernández anunció la noche del 15 de marzo la suspensión de las clases en todo el sistema educativo y el cierre de las fronteras del país. A eso le siguió, un decreto de necesidad y urgencia firmado el 19 de marzo por el primer mandatario que establecía que a partir del día siguiente, a excepción de las actividades consideradas “esenciales”, el resto de los ciudadanos debería cumplir con lo que se llamó aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) hasta el 31 de marzo. La cuarentena en el país se extendió hasta el 6 de noviembre, fecha en que comenzó a flexibilizarse en el AMBA.
4- Comienzan los ensayos de las primeras vacunas
El 16 de marzo, Moderna y CanSino Biologics de China fueron los primeros laboratorios en lanzar pequeños ensayos clínicos de vacunas contra la enfermedad del coronavirus 2019 para estudiar su seguridad y saber si pueden desencadenar respuestas inmunitarias.
A diciembre, existen más de 200 vacunas candidatas que se están desarrollando. Algunas están más avanzadas que otras. Más de 50 vacunas candidatas ya se están probando en humanos, según informa el sitio de la OMS. Entre ellas, las hay basadas en la tecnología del ARN mensajero -como la de Pfizer y Moderna-, vacunas de vectores adenovirales que contienen material genético de la proteína de la punta del virus SARS-CoV-2, como la desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca y la Sputnik V del Centro Gamaleya, y las que utilizan virus inactivado, una versión muerta del germen que no produce enfermedad pero genera anticuerpos, como la de Sinopharm.
5- Los hallazgos tras las primeras autopsias en Italia
Luego de que se conocieran los resultados de las conclusiones de las primeras autopsias de personas fallecidas por COVID-19 realizadas en el Hospital Policlínico de Milán, fue posible ponerle nombre y apellido a lo que la enfermedad causaba en los organismos que infectaba.
En la investigación prepublicada en BMJ, los expertos del estudio manifestaron que “se encontraron las características de las fases exudativa y proliferativa de la enfermedad alveolar difusa (DAD): congestión capilar, necrosis de neumocitos, membrana hialina, edema intersticial, hiperplasia de neumocitos y atipia reactiva, trombos de fibrina plaquetaria”.
El principal hallazgo relevante, según la publicación, “es la presencia de trombos de fibrina plaquetaria en pequeños vasos arteriales”. Los investigadores señalaron que “esta importante observación se ajusta al contexto clínico de la coagulopatía que domina en estos pacientes y que es uno de los principales objetivos de la terapia”.
6- El fantasma de la segunda ola
Con el título “Análisis y predicción del COVID-19 para UE-EFTA-Reino Unido y otros países”, un informe elaborado por el Hospital Universitario Germas Trias i Pujol (Can Ruti), de Badalona (Barcelona), y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) advertía a principios de septiembre a las autoridades europeas que ese momento era crucial para detener la segunda ola y que, en caso contrario, se podría volver a una situación parecida a la de marzo, cuando estalló la transmisión descontrolada del coronavirus.
Con toques de queda en Italia y España, reconfinamientos en el Reino Unido y Francia los especialistas advierten que esta segunda ola en el Viejo Continente podría no ser la última. Según advirtió el Consejo Científico que guía al gobierno francés en la gestión de la pandemia, “se pueden temer varias olas sucesivas durante el final del invierno y en la próxima primavera” boreal de 2021, en función del clima y el “nivel y eficacia” de las estrategias de test, rastreo y aislamiento de los casos positivos.
7- Las vacunas empezaron a demostrar su eficacia
Con los cortes preliminares de las Fases III de las vacunas más avanzadas, el 9 de noviembre se conoció que la desarrollada por los laboratorios Pfizer y BioNTech era “eficaz en un 90%”, según el primer análisis intermedio. La cifra aumentó a 95% una semana después, cuando se amplió la cantidad de datos procesados.
Por las mismas fechas -el 16/11- el laboratorio estadounidense Moderna informó que su fórmula de vacuna contra el COVID-19 mostró una eficacia de 94,5% en los resultados preliminares de la Fase III de sus estudios. La compañía, además, detalló que una vez descongeladas, sus dosis pueden durar más tiempo en un refrigerador de lo que se pensaba inicialmente, hasta 30 días, lo que facilitaría notablemente la logística de distribución.
Más tarde, el 14 de diciembre se supo que la vacuna rusa Sputik V alcanzó el 91,4% de eficacia en el último punto de control de los ensayos clínicos de la Fase III, de acuerdo al tercer análisis provisional presentado en la conferencia organizada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa.
8- Pfizer, la primera vacuna aprobada en el mundo
La Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Médicos (MHRA, por sus siglas en inglés) autorizó el 2 de diciembre la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 y se convirtió en el primer país en aprobar una vacuna para intentar poner fin a la pandemia. El lunes 7 comenzó a inmunizar a su población de riesgo: en primer lugar le correspondió al personal de salud y adultos mayores residentes en hogares de ancianos.
Nueve días más tarde -el 11/12- la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) dio a las farmacéuticas la aprobación de emergencia y un permiso extraordinario que servirá para acelerar la distribución de la vacuna mientras se siguen recolectando más datos para autorizarla definitivamente. Y cuando la población más golpeada por la pandemia ya estaba siendo vacunada, el 18 de diciembre la FDA aprobó la vacuna de Moderna en los EEUU.
Antes de Navidad -el 21- y tal como lo había adelantado la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) la vacuna elaborada por Pfizer tenía luz verde en la Unión Europea.
9- Nueva cepa y la incertidumbre vuelve a foja cero
La confirmación de la aparición en el Reino Unido de una nueva cepa del SARS-CoV-2 mucho más contagiosa que las otras preocupó a los epidemiólogos y obligó al reconfinamiento de Londres y el sureste de Inglaterra y llevó a varios países a suspender sus vuelos procedentes del territorio británico.
La información “sobre esta nueva cepa es muy preocupante”, afirmó el profesor Peter Openshaw, inmunólogo del Imperial College de Londres, citado por Science Media Centre. Sobre todo porque “parece ser entre un 40% y un 70% más transmisible”.
No obstante, los expertos llevaron tranquilidad de cara a la utilidad que tendrían las vacunas en curso frente a la nueva variante. Ewan Birney es subdirector general del Laboratorio Europeo de Biología Molecular y codirector de su Instituto Europeo de Bioinformática en Cambridge, y aseguró a The Guardian que las vacunas fueron probadas con muchas variantes del virus en circulación, “por lo tanto, hay razones para pensar que las vacunas aún funcionarán contra esta nueva cepa, aunque obviamente eso debe ser probado a fondo”.
10- La Argentina aprobó su primer tratamiento y dos vacunas para frenar al virus
Cuando la atención del mundo estaba centrada en las vacunas, el mismo día -22 de diciembre- la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó el uso de emergencia de la formulación del laboratorio Pfizer y aprobó el suero equino hiperinmune como tratamiento para casos moderados y severos de COVID-19.
La elaboración de suero a partir de anticuerpos de caballos fue un trabajo de articulación pública-privada encabezado por el laboratorio Inmunova y el Instituto Biológico Argentino (BIOL), la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán” (Anlis), con la colaboración de la Fundación Instituto Leloir (FIL), Mabxience, Conicet y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). El suero desarrollado se basa en anticuerpos policlonales equinos que se obtienen mediante la inyección de una proteína recombinante del SARS-CoV-2 en estos animales -inocua para ellos- y así pueden generar gran cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar el virus.
Asimismo, al día siguiente, el Ministerio de Salud autorizó con “carácter de emergencia” la vacuna rusa contra el COVID-19 Sputnik V luego de una recomendación de la Anmat, que indica que la vacuna se presenta “como una herramienta terapéutica segura y eficaz de acceso” para que la Argentina “baje la mortalidad, reduzca la morbilidad y disminuya la transmisibilidad de la enfermedad COVID-19 producida por el virus SARS-Cov-2″.
Ahora, con la segunda ola en marcha y su aparente inevitable arribo al hemisferio sur, queda esperar si las vacunas llegarán en tiempo y forma para inmunizar a la cantidad suficiente de población que permita disminuir el impacto de los rebrotes de este lado del globo. El 2021 asoma con más certezas, aunque no por eso menos dudas sobre lo que el devenir de la pandemia nos depara.
Infografía: Marcelo Regalado
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