Nos damos una vuelta por las tradiciones y cómo se actualizarán este 2020, nos detenemos en las de pueblos, las exóticas, y también en qué nos espera en las más celebres y concurridas. A pesar de todos los contratiempos de este año, hay intenciones de celebración. Con cautela extraordinaria en gran parte del globo, pero con muchas intenciones de darle una despedida con ganas al 2020, los sitios donde se realizan las fiestas de Año Nuevo alrededor del globo y se ven por adelantado en cada sitio del planeta a medida que el 2021 despierte de oriente a occidente, tienen tradiciones que varían y se esperan. Nos damos una vuelta al mundo para prepararnos sobre cómo se celebrará esta vez la despedida más deseada de este siglo.
La clásica: Times Square
En Times Square un millón de personas clavan sus ojos cada año en su famosísima bola, que se sube a las 18 horas y desciende durante 60 segundos a las 23:59. Es la tradición que inició el periódico New York Times en 1907: el ball drop. Justo después, el cielo de Nueva York en Navidad se llena de colores por las toneladas de confeti que se lanzan desde los rascacielos. Es una de las celebraciones de Año Nuevo más retratadas en las películas.
Como parte de la celebración hay conciertos de figuras tan famosas como Lady Gaga y Justin Bieber. Esto para que se den una idea de lo mediático del evento.
La nochevieja del 2020 será muy diferente porque no se permitirá acercarse a Times Square.
La que toma la delantera: Sidney
Las luces que llegan desde Australia son las que encienden la despedida del año con sus paisajes de luces que se inician antes de la medianoche y estallan e iluminan la bahía con su icónica ópera durante 15 minutos. Sin embargo, aunque ha sido una de las proezas de la temporada de coronavirus, ya que con 25 millones de habitantes, Australia es uno de los países que mejores resultados ha obtenido: ocupa el puesto 99 del mundo por número de contagios y el 152 por número de contagios por millón de habitantes. Hasta el momento confirmó 28.172 casos y 908 muertes, pero acaba de producir un cierre en grandes barrios de su capital que se prolongarán hasta las fiestas intentando contener un rebrote.
Se espera que los fuegos puedan disfrutarse de manera virtual con las otras cuatro sesiones que le seguirán a la estampida de inicio con el Opera House de fondo, ya con el 2021 entre nosotros.
La más tradicional: Viena
El Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se viene celebrando sin interrupción desde 1941 y es seguido por 50 millones de telespectadores. Clásicos como el vals El Danubio azul o la Marcha Radetzky son los imperdibles, sin embargo, los aplausos en vivo no van a ser posible esta vez. La pandemia del coronavirus impide que se celebre con público.
Será el italiano Riccardo Muti quien dé por sexta vez la bienvenida al Año Nuevo desde el podio de esta Sala Grande o Große Saal de la Sociedad Musical del Musikverein, el lugar adornado con flores frescas de los jardines de la ciudad que acoge a la Filarmónica en las que ya son 81 ediciones del evento.
Los ballets se han grabado en exteriores y sólo por parejas, lo que ha supuesto que los ocho bailarines danzan juntos solo al final del vals.
La más fresca: Coney Island, Brooklyn
Una de las celebraciones de Año Nuevo más salvajes y gélidas del mundo se lleva a cabo en el muelle de Coney Island (Brooklyn). Allí, los neoyorquinos más atrevidos disfrutan de conciertos, atracciones y de un baño en el océano Atlántico, muchos de ellos disfrazados. El chapuzón lo organiza la asociación del baño de invierno más antigua de Estados Unidos, la Coney Island Polar Bear Club, y sirve para recaudar fondos.
Con la preocupación constante por las reuniones masivas en medio de la pandemia de COVID-19, el Coney Island Polar Bear Club anunció su decisión de cancelar lo que habría sido la 117ma. tradición anual de la zambullida del Día de Año Nuevo.
“Si bien estamos profundamente decepcionados de que nuestra gran tradición de Año Nuevo no se lleve a cabo en 2021, sabemos que esta es la decisión correcta que debemos tomar por la salud y la seguridad de nuestros miembros, miles de asistentes y decenas de miles de espectadores que muestran para este evento cada 1 de enero”, afirmó Dennis Thomas, presidente del Coney Island Polar Bear Club. “Volveremos más grandes y fuertes en 2022”.
La blanca playera: Copacabana
Cada 31 de diciembre, dos millones de personas se desperdigan por la maravillosa playa de Copacabana, en Río de Janeiro. A ritmo de samba y fuegos artificiales, y a unos más que agradables 24 ºC de temperatura, los cariocas y turistas disfrutan de la fiesta de Año Nuevo al aire libre más grande del mundo.
La Alcaldía de Río de Janeiro anunció este sábado que ha decidido cancelar la tradicional fiesta que se celebra cada fin de año en la playa de Copacabana, pues prevé que para entonces aún no habrá una vacuna para el coronavirus.
Reveillon “no es viable en este escenario de pandemia, sin la existencia de una vacuna”, explicó la Alcaldía sobre la decisión de suspender este año una fiesta multitudinaria y tradicional, que llega a congregar a cerca de 3 millones de personas frente al mar en Copacabana.
Como alternativa, la Alcaldía estudiará la posibilidad de que se celebre una fiesta “virtual, sin la presencia directa de público”,y que el tradicional lanzamiento de fuegos artificiales sea realizado de todos modos y transmitido por televisión y plataformas digitales.
La zambullida naranja: La Haya, Holanda
Miles de holandeses desafían el 1 de enero las bajas temperaturas para darse un baño en el mar del Norte, en Scheveningen, un barrio de la ciudad holandesa de La Haya. Las temperaturas suelen ser más bajas, incluso por debajo de los cero grados. Pero eso no atemoriza a los incondicionales de esta tradición que se remonta a los años 60 del siglo pasado, cuando el club de natación local organizó un chapuzón colectivo para recibir el nuevo año. Hoy, la tradición se repite en muchas ciudades costeras a lo largo y ancho de toda Holanda.
Aún no se han brindado detalles precisos respecto a posibiles restricciones a estas acciones. Lo cierto es que como se responde a inquietudes indivduales y no cuenta ya con organizadores precisos, es posible que en varias ciudades de Holanda sigan tengo lugar a pesar del covid.
Cambio de año en sky: Garmish-Partenkirchen
En esta alpina ciudad de Alemania se celebra desde hace más de 60 años una competición de saltos de esquí que está encuadrada en el prestigioso torneo de los Cuatro Trampolines, que completan Oberstdorf, Innsbruck y Bischofshofen. Los tickets para la competición están a la venta, aunque en el mardo de un fuerte cierre que activa la primer ministra Angela Merkel, este año la convocatoria será verlo en casa.
Garmisch-Classic ofrece como ninguna otra región de Alemania tantas experiencias alpinas. Ninguna vista puede seguir el ritmo del panorama de 360 ° en la cima de Zugspitze. ¿Dónde más pueden verse 400 picos montañosos de cuatro países? Muy por encima de las nubes y lejos de la vida cotidiana, los visitantes pueden disfrutar de rápidas pistas de esquí en el glaciar Zugspitze, diversión en trineo en pistas de nieve natural, romance polar en la aldea de iglús y mucho más. En lo inmediato los teleféricos se encuentran cerrados a la espera de las decisiones de fin de año de las autoridades.
El racimo: las 12 uvas de Madrid
Debido al COVID-19, las tradicionales campanadas de Año Nuevo sólo se podrán seguir este año por televisión , ya que la Comunidad de Madrid ha prohíbido la celebración en 2020 de las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol y en el resto de plazas.
La Puerta del Sol se convierte cada año en el epicentro de la Nochevieja para todo el país. Y es que miles de personas, venidas de todas partes, abarrotan cada 31 de diciembre la plaza, para recibir el nuevo año y comer las uvas de la suerte al son de las doce campanadas que marcan el reloj de la Real Casa de Correos.
Existen varias teorías sobre el origen de la tradición de comer doce uvas. Pero la más arraigada entre los españoles es la que sitúa el inicio de esta costumbre en 1909. Los viticultores levantinos tuvieron tal excedente de esta fruta que decidieron repartirla gratuitamente entre los ciudadanos, aludiendo que les traería fortuna comerlas en Nochevieja.
El éxito de esta curiosa campaña queda claro un siglo después, ya que en toda España se comen doce uvas que simbolizan la suerte para los doce meses del año, al son del reloj de la Puerta del Sol.
La luz del puerto: Valparaíso
El intendente de ciudad, Jorge Martínez, confirmó la cancelación de los tradicionales fuegos artificiales en la región.
Por tanto, no habrán espectáculos pirotécnicos en Valparaíso, Viña del Mar y Concón. El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, reconoció que es una “situación durísima para la ciudad. La gente quería los fuegos artificiales, es una fiesta popular. Es una decisión muy dura para el turismo porque pone en un marco de incertidumbre la temporada turística entera”.
Relacionar el Año Nuevo con fuegos artificiales parte a mediados del siglo XX. En 1953 por primera vez se lanzan en Valparaíso. Ernesto Dighero, primer director de la Escuela de Odontología de la U. de Chile, organizó el primer espectáculo. “Las municipalidades gastan muchas cantidades de dinero quemando fuegos en alguna plaza, en la cual ven este espectáculo sólo un reducido número de personas, en cambio este mismo hacia el mar sería un gran espectáculo presenciado por la ciudad de Valparaíso y Viña del Mar”, planteó Dighero a la Liga Marítima en septiembre de 1952, según consta en el acta de la reunión.
Así, el 1 de enero de 1953 se realizó el show pirotécnico que bautizan “Año Nuevo en el Mar”. En 1962 la organización del evento queda en manos de la Municipalidad de Valparaíso.
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