Mientras en el Reino Unido y los EEUU avanza la vacunación del personal sanitario con la vacuna desarrollada por los laboratorios Pfizer y BioNTech, Europa dio la autorización de emergencia a la misma formulación, y EEUU hizo lo propio -además- con la fabricada por Moderna, el mundo conoció la noticia de que la pandemia por el COVID-19 parece no dar tregua.
Es que la confirmación de la aparición en el Reino Unido de una nueva cepa del SARS-CoV-2 mucho más contagiosa que las otras preocupa a los epidemiólogos y obligó al reconfinamiento de Londres y el sureste de Inglaterra y llevó a varios países a suspender sus vuelos procedentes del territorio británico este domingo.
La información “sobre esta nueva cepa es muy preocupante”, afirmó el profesor Peter Openshaw, inmunólogo del Imperial College de Londres, citado por Science Media Centre. Sobre todo porque “parece ser entre un 40% y un 70% más transmisible”.
Consultado por Infobae, el médico infectólogo Eduardo López señaló que la nueva cepa “se observó que comenzó a circular en Gran Bretaña al suroeste de Londres y se fue expandiendo rápidamente porque aparentemente tiene mayor transmisibilidad”.
El especialista citó dos cualidades que caracterizan a la nueva variante viral: “Por un lado, se sabe que actúa en el lugar donde se une la proteína S al receptor, esta mutación demostró tener más capacidad de unirse y por eso aumenta la contagiosidad; y por otro lado tiene una característica que se denomina ‘de elección’ que le permite evadir el sistema inmune”.
“En el Instituto Malbrán realizan un monitoreo constante de las cepas y hasta ahora no se demostró que esté circulando en el país”, apuntó López, para quien “la causa es que probablemente esta cepa haya afectado a individuos inmunosuprimidos, a quienes les cuesta más eliminar el el virus del cuerpo y se adaptó para sobrevivir”.
Entonces, ¿qué pasará con las vacunas aprobadas? ¿Y qué será de aquellas que esperan autorización, como la de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca y la Sputnik V del Instituto Gamaleya?
Según López, “aparentemente hoy no habría riesgo y las vacunas seguirán siendo efectivas y la otra noticia importante es que las vacuna de ARNm como la de Pfizer y Moderna ya adelantaron que podrían adaptar su formulación en seis semanas”.
Así de hecho lo hizo saber Ugur Sahin, cofundador del laboratorio alemán BioNTech, quien explicó hoy en conferencia de prensa que se están haciendo pruebas de la eficacia sobre la variante, y que se esperan los resultados en dos semanas. “Científicamente, es muy probable que la respuesta inmune de esta vacuna también pueda enfrentar a las nuevas variantes, pero sólo lo sabremos si se hace el experimento; publicaremos los datos lo antes posible”, añadió, al tiempo que vaticinó que si es necesaria una vacuna para la nueva cepa de coronavirus “estará lista en seis semanas”.
Ewan Birney es subdirector general del Laboratorio Europeo de Biología Molecular y codirector de su Instituto Europeo de Bioinformática en Cambridge, y aseguró a The Guardian que las vacunas fueron probadas con muchas variantes del virus en circulación, “por lo tanto, hay razones para pensar que las vacunas aún funcionarán contra esta nueva cepa, aunque obviamente eso debe ser probado a fondo”.
La mayoría de las vacunas contra el coronavirus apuntan a la proteína conocida como “de espiga” o “de pico” que el virus usa para adherirse a las células humanas. Las vacunas preparan al cuerpo para poder detectar la proteína de punta para que el sistema inmunológico pueda detectar el virus. Sin embargo, si la proteína de pico muta, el cuerpo podría no reconocer el virus y las vacunas pueden resultar ineficaces. El profesor Calum Semple, de la Universidad de Liverpool, explicó a The Telegraph que “algunas de las mutaciones están ocurriendo en la llave que el virus usa para desbloquear las células. Y esto lo vemos con la gripe cada año y por eso la vacuna contra la gripe tiene que cambiar año tras año”.
La inefectividad de una vacuna ocurre cuando el virus cambió tanto que esquiva el efecto completo de la dosis y continúa infectando a las personas. De llegarse a este punto, los investigadores tendrían que reformular las vacunas.
Es lo que ocurre con la vacuna de la gripe, la cual tiene que actualizarse periódicamente.
“Todos los años actualizamos vacunas como la de la gripe, estamos acostumbrados. Lo importante es ser capaces de detectar estas variantes y, sobre todo, aquellas que pudieran aparecer como escape cuando la vacuna se empiece a administrar”, dijo a la agencia Efe José M. Jiménez Giuardeño, del Departamento de Enfermedades Infecciosas del King’s College de Londres.
En ese sentido, Semple sumó optimismo al asegurar que “la buena noticia es que las nuevas vacunas son esencialmente como los correos electrónicos que se envían al sistema inmunológico, y son muy fáciles de ajustar”. “Así que si sabemos que ha cambiado muy ligeramente, sólo tenemos que editar ese correo electrónico, cambiar una o dos palabras y entonces la vacuna que estará lista en seis u ocho semanas después de eso, será competente y mejor dirigida a la nueva cepa”, aseguró.
SEGUÍ LEYENDO