El establecimiento de los aislamientos por 14 días fue uno de los métodos más comunes para tratar de reducir los contagios del nuevo coronavirus entre la sociedad. Sin embargo, nuevas investigaciones dan cuenta de que la carga viral de las personas infectadas puede prolongarse hasta 20 días, un margen mucho mayor que el tiempo de aislamiento establecido por la mayoría de los países.
A esa conclusión llegaron investigadores tras una revisión de 98 estudios científicos publicada en la revista The Lancet. Los autores del artículo reconocen que esta situación provoca que “la estrategia de detección temprana y aislamiento podría no ser totalmente eficaz” para contener al COVID-19 en los diferentes sistemas de salud del mundo”.
“Nuestros hallazgos coinciden con los estudios de rastreo de contactos que sugieren que la mayoría de los eventos de transmisión viral ocurren muy temprano, y especialmente dentro de los primeros cinco días después de la aparición de los síntomas, lo que indica la importancia del auto-aislamiento inmediatamente después del comienzo de los síntomas”, explicó el líder del estudio, Muge Cevik, de la Universidad de St. Andrews, en el Reino Unido.
La cinética de la carga viral y la duración de la diseminación viral son determinantes importantes para la transmisión de enfermedades. “Nuestro objetivo fue caracterizar la dinámica de la carga viral, la duración de la eliminación del ARN viral y la eliminación del virus viable del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) en varios fluidos corporales”, resaltaron los investigadores.
La compilación de datos reveló que el momento más crítico para contagiar el coronavirus comienza dos días antes de que el paciente comience a desarrollar los síntomas, lo que dificulta aún más las medidas de control para frenar la expansión de la enfermedad. Este periodo de máxima capacidad de contagio se prolonga de media una semana.
Según la evidencia recogida, el peor de los escenarios muestra que algunos pacientes con un sistema inmune muy débil tienen capacidad para seguir transmitiendo la enfermedad durante un máximo de 20 días.
Además, los investigadores concluyeron que la edad de los pacientes es un factor que determina el tiempo de duración de la carga viral. A partir de los 60 años, se amplían las posibilidades de pasar un periodo prolongado de tiempo como contagiador. Sin embargo, el sexo no fue una variable que se haya podido demostrar. A mayor edad, hombres y mujeres contagian igual.
Los científicos también revelaron que tanto las personas que desarrollaron síntomas como las que no pueden contagiar el COVID-19. Sin embargo, el tiempo de exposición se reduce en los perfiles asintomáticos que eliminan antes la carga viral de sus organismos.
Aunque la eliminación del ARN del SARS-CoV-2 en muestras respiratorias y de heces puede prolongarse, la duración del virus viable es relativamente breve. Los títulos de SARS-CoV-2 en el tracto respiratorio superior alcanzan su máximo en la primera semana de enfermedad. La detección y el aislamiento tempranos de casos y la educación pública sobre el espectro de enfermedades y el período de contagio son clave para la contención eficaz del SARS-CoV-2, señalaron los investigadores para quienes “las cargas virales parecen ser similares entre individuos asintomáticos y sintomáticos infectados con SARS-CoV-2”.
Sin embargo, la mayoría de los estudios demuestran un aclaramiento viral más rápido entre individuos asintomáticos que entre aquellos que son sintomáticos. Este hallazgo concuerda con la cinética viral observada con otros virus respiratorios como la influenza y el MERS-CoV, en los que las personas con infección asintomática tienen una duración más corta de la diseminación viral que las personas sintomáticas.
“Los datos sobre la diseminación de virus infecciosos en individuos asintomáticos son demasiado escasos para cuantificar su potencial de transmisión a fin de informar la política sobre la duración de la cuarentena en ausencia de pruebas”, conlcuyeron.
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