Chelsea Clinton, emprendedora, escritora y periodista estadounidense, hija única de Bill y Hillary Clinton y vicepresidenta de la Fundación Clinton, participó de STAT 2020, la cumbre de biotecnología más importante de los Estados Unidos, y se refirió a un aspecto clave de cara al momento actual que atraviesa la comunidad científica: cómo abordar a las personas que desconfían y son escépticos en relación a las vacunas.
En un panel denominado “Persuadir a los escépticos de las vacunas” moderado por la periodista especializada en enfermedades infectocontagiosas Helen Branswell, la ex Primera Hija de los Estados Unidos de América comenzó su participación destacando la labor de los investigadores en la lucha contra el virus SARS-CoV-2: “Lo que nuestros científicos vienen haciendo es extraordinario, necesitamos redoblar los esfuerzos para ayudar a empezar a crear una demanda pública ante una eventual y cada vez más cercana vacuna contra COVID-19, un trabajo que aún no ha comenzado”.
“Con optimismo, para enero de 2020 o 2021 veremos que los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos) empezarán a hacer este trabajo, pero no podemos esperar, la administración Biden-Harris debe moverse de la forma lo más robusta posible en este sentido”, apuntó Chelsea, en el marco de esta jornada de la cumbre en la que participó en exclusiva Infobae. La vicepresidenta de la Fundación Clinton vaticinó que “más pronto que tarde podremos ver ese esfuerzo robusto puesto en marcha”.
Clinton expresó su preocupación: “Estamos perdiendo el tiempo cada día que pasa, espero que se puedan sentar las bases para un trabajo que incluya a todos, no se trata de campañas de vacunación de dos meses, los esfuerzos para aplicar la vacuna contra COVID-19 será una campaña a emprender durante los próximos años”.
“Las autoridades de todos los niveles, desde el más pequeño y local hasta el nacional deben encolumnarse en el difícil pero sumamente importante misión de hacer que las personas se interesen por aplicarse la vacuna contra el nuevo coronavirus”, manifestó Chelsea, al mismo tiempo que advirtió que este objetivo se topa con difíciles e importantes obstáculos tales como “la falta de confianza hacia las compañías farmacéuticas, los movimientos anti mascarillas o los ya conocidos por todos antivacunas”.
En este sentido, profundizó: “El movimiento antivacuna pre COVID-19 capitalizó los traumas de este momento histórico que generó la pandemia con sus esquemas de confinamiento y creó alianzas con los movimientos antimascarillas (tapabocas) y otros grupos de personas anticiencia. Todas estas teorías conspirativas no se irán a ningún lado”.
Para combatir este nivel de desinformación o falsas creencias, para la escritora y emprendedora, “necesitamos mensajes direccionados para las diferentes audiencias. Lo hemos puesto en práctica en muchas experiencias comunicacionales de vacunación y han demostrado ser efectivas contra las teorías conspirativas. Debemos hablar con las personas, tratar de responderles sus dudas sobre las vacunas contra COVID-19, la parte burocrática y combatir con información dura el trauma que alimentaron los movimientos que están en contra de las vacunas; es muy importante que alentemos a que las personas usen mascarilla en todo momento, a lo largo y ancho del país”.
Tras ser consultada por la periodista Helen Branswell en relación a cómo llegar a los más escépticos, precisó: “Debemos hacer un mucho mejor trabajo educacional, sobre todo en los currículos escolares relativos a la ciencia y a la biología, en nuestro esquema actual lo que se exige es muy poco relativo a la salud pública; se deben incluir clases de ética y biología, debemos hacer un mejor trabajo en enseñarle a los niños qué responsabilidades le conciernen al Estado, cuáles a los ciudadanos en general y que entiendan qué es la Salud Pública y qué implica. Debemos ayudar a los niños a entender estos conceptos, se trata de estrategias a largo plazo, y que deben ser abordadas por todos los comunicadores también”. Y añadió: “En este sentido las redes sociales y los medios de comunicación no tradicionales serán fundamentales, esenciales”.
“Estoy tan preocupada por nuestras fallas para hacer un trabajo sólido al comunicar qué es y qué no es la vacuna COVID-19 y qué pasos se están tomando para garantizar que sea segura”, advirtió Chelsea, quien recomendó valerse de las herramientas que brindan las redes sociales: “Al menos están trabajando en este sentido, tomando importante pasos para advertir cuando se trata de información falsa y compartiendo aquella que surge de fuentes oficiales y confiables”.
La hija de Bill y Hillary Clinton no evadió la pregunta en relación a la grieta política actual que sufre los Estados Unidos y fue en sus palabras conciliadora: “Creo que necesitaremos de Trump (Donald), y aquellos que están asociados a él, que sean parte del esfuerzo público y muestren que se comprometen a ser vacunados”.
Sobre la comunidad afroamericana, latina y la desconfianza en las autoridades, Chelsea Clinton alegó: “Garantizar la igualdad y la equidad es la clave, estamos muy agradecidos por todo el trabajo que la Academia Nacional de Ciencias hizo en este sentido, para planificar que la vacuna contra COVID-19 llegue a todos estas comunidades que se ven fuertemente golpeadas por la pandemia; vemos que necesitamos mensajes dirigidos en particular a cada audiencia y apuntados a los grupos de cada una de las comunidades en particular”.
En el cierre de su participación, Chelsea compartió con la audiencia del foro STAT la anécdota personal que la llevó a tomar consciencia del importante problema que suponen los escépticos de las vacunas: “Iba caminando por la calle con mi hija Charlotte y una mujer me tomó del brazo y me dijo: ‘por favor no vacunes a tus hijos’, le respondí que obviamente lo haría y empezó a agredirme, a decir que estaba asesinando a mi familia, ella realmente pensaba que me estaba ayudando advirtiéndome los riesgos que corría al creer en las vacunas; eso me marcó”.
“Existe mucha gente muy inteligente y buena a la cual admiro profundamente trabajando sin descanso contra el COVID-19, y creo que debemos aprovechar este momento histórico en el cual se le está prestando como nunca mucha atención a la ciencia, para hacer que más y más personas se quieran vacunar cuando una o varias de ellas demuestren ser eficaces y seguras, y debemos trabajar para hacerles entender cómo son, cómo funcionan estas vacunas, que tengan confianza en ellas y se vacunen lo antes posible cuando se pueda”, concluyó.
Ayer, Estados Unidos superó las 250.000 muertes por coronavirus. El total de casos positivos, en tanto, se acerca a los 11,5 millones. Las cifras en el país con mayor cantidad de decesos y contagios a nivel global continúan creciendo rápidamente en medio de una nueva ola que afecta a todo el país y este miércoles llevó a Nueva York a cerrar sus escuelas. Esta nación representa casi una quinta parte del número total de contagios registrados en todo el mundo desde la aparición del nuevo coronavirus en China a fines de 2019.
La cumbre STAT 2020, congregó durante cuatro jornadas a lo mejor de la medicina, tecnología y a varios líderes mundiales que luchan contra la pandemia por la enfermedad COVID-19. Finalizó así hoy con palabras de cierre a cargo de Kabir Nath, presidente y director ejecutivo de Otsuka North America Pharmaceutical Business. Los asistentes pudieron seguir actualizándose de las últimas novedades más relevantes de este virus y de las principales tendencias en materia de salud y biotecnología.
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