El martes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que las muertes diarias por COVID-19 en Europa habían aumentado en casi un 40 por ciento en una semana. La doctora Margaret Harris de la organización advirtió que Francia, España, el Reino Unido, los Países Bajos y Rusia habían experimentado algunos de los aumentos más significativos.
Por otro lado, la OMS llamó este lunes a “no bajar los brazos en la lucha contra un coronavirus que estrecha cada vez más el cerco en Europa, pone a la economía contra las cuerdas, desata protestas e incluso se politiza”.
En este contexto, el coronavirus SARS-CoV-2 causante del COVID-19 tiene cientos de mutaciones, aunque una de las más presentes actualmente en la segunda oleada que vive Europa se dio primero en España, de acuerdo a un estudio de científicos españoles y suizos hecho público hoy en medRxiv.
Análisis realizados por la Universidad de Basilea, la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y el consorcio español SeqCovid-Spain, liderado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), revelaron que la nueva variante se expandió por Europa y otras regiones en los últimos meses desde España.
La variante del nuevo virus se observó por primera vez en España en junio con la llegada del calor y ha estado en frecuencias superiores al 40% desde julio.
Esto surge como consecuencia a la relajación de las restricciones de viaje en verano, y el hecho de que España sea un importante destino turístico, facilitaron la expansión de esta variante del genoma del virus, señaló un comunicado de la Universidad de Basilea.
Los investigadores han bautizado esta mutación como “20A.EU1”, y los análisis señalan su presencia en unos 80 por ciento de las muestras analizadas desde España, un 90 por ciento de las del Reino Unido y un 30-40 por ciento de las suizas.
Los investigadores afirmaron que su aparición en España, durante los meses estivales, estaría ligada a un “evento superpropagador ligado a los trabajadores agrícolas en el noreste español”, y tras ello se extendió por toda España y una docena de países europeos, llegando a registrarse casos relacionados hasta en Hong Kong o Nueva Zelanda.
Nada indica que esta variante del coronavirus sea más peligrosa que otras, tenga un distinto comportamiento, o que sea la única prevalente en la segunda oleada europea, donde otras mutaciones han sido identificadas.
Europa en alerta
Italia estrena medidas impopulares para enfrentar la segunda ola de contagios, que incluye el cierre de restaurantes y bares desde las 18 horas y el cierre total de teatros, cines y gimnasios durante un mes. Ello significa un duro golpe para sectores ya muy afectados por el estricto confinamiento de la pasada primavera boreal. Para sus detractores es una “declaración de fracaso” del gobierno, mientras los científicos se preguntan si bastará para contener al virus.
La situación es “crítica” en Francia, dijo Jean-François Delfraissy, presidente del consejo científico que asesora al gobierno de Emmanuel Macron. “Habíamos previsto que habría esta segunda ola, pero nosotros mismos estamos sorprendidos por (su) brutalidad”, dijo en una entrevista radial, tras registrarse un récord de 52.000 contagios en 24 horas. “Muchos de nuestros conciudadanos aún no han tomado conciencia de lo que nos espera”. Macron se dirigirá a la nación el miércoles por la noche.
En España, el gobierno decretó el domingo un estado de alarma e impuso un toque de queda nocturno en todo el país a excepción de las islas Canarias. Las autoridades de Cataluña, en tanto, estudian decretar un confinamiento domiciliario durante los fines de semana para contener la epidemia del coronavirus.
Por otro lado, en el Reino Unido, según reportan medios locales, Downing Street está trabajando en privado bajo el supuesto de que la segunda ola de coronavirus será más mortal que la primera, basándose en una proyección proporcionada por el Grupo Asesor Científico para Emergencias (Sage). Esta organización, precisamente, advirtió que toda Inglaterra deberá estar bajo las restricciones de Nivel 3 a mediados de diciembre, lo que frustrará las esperanzas de Boris Johnson de una Navidad normal.
Suecia, que se posicionó como ejemplo durante la primera etapa como un país que resistió la pandemia sin bloqueos, registró su mayor número de casos el martes, y las autoridades decidieron aplicar mayores restricciones.
Finalmente, Angela Merkel, la canciller alemana, está considerando el cierre de restaurantes y bares y mantendrá conversaciones con los líderes estatales sobre restricciones adicionales el miércoles. Con cerca de 11.000 muertos, Alemania está -como en primavera- mejor que Francia, España o Italia. Pero las nuevas infecciones alcanzaron un récord cercano a 15.000. “Debemos tomar decisiones rápidas y firmes para romper esta segunda ola de contaminación”, dijo el vicecanciller alemán Olaf Scholz.
Otros países de Europa están en una trayectoria parecida, como la República Checa, donde este miércoles entra en vigor un toque de queda nocturno.
En Estados Unidos en las últimas dos semanas los casos nuevos aumentaron un 34%, según The New York Times; el jueves 15 de octubre, por primera vez desde que habían comenzado a bajar a comienzos de agosto, las transmisiones detectadas treparon hasta superar las 60.000 en un día, informó The Washington Post. En algunos lugares, como los estados montañosos del oeste y el Medio Oeste, donde antes los contagios fueron moderados, pero también en la costa este como en Massachusetts y Nueva York, donde la situación fue grave, todo parece volver a empezar, observó Stat.
Con información EFE
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