A raíz de la pandemia por el coronavirus que produce la enfermedad COVID-19, todos los pasos fronterizos internacionales en Argentina están cerrados. O casi. Es que esas rutas están abiertas para algunas personas en el marco de las excepciones contempladas dentro del aislamiento impuesto. Tal es el caso, por ejemplo del puente San Martín, que conecta Argentina con Uruguay.
Andrés Montaño, director departamental de Salud de Río Negro, en el país oriental, señalo que cada día llegan por el puente San Martín entre 10 y 20 personas. Pero que tienen el inconveniente que tras su paso, se les pierde el contacto con ellas debido a que brindan datos falsos o no responden a los llamados. En el puesto fronterizo, se les pide a los argentinos toda la documentación obligatoria y el resultado del test hecho en Argentina, o bien se les hace uno en el laboratorio instalado en el puente.
Luego se les pide un teléfono para mantener el contacto y comunicarles el resultado de la prueba. Sin embargo, el funcionario asegura que al momento de llamarlos, casi nadie contesta y es difícil detectar si están haciendo la cuarentena. “Por ejemplo, ayer entraron 24 ciudadanos por las excepciones y solo a uno pudimos localizar. No pudimos comprobar que cumplan cuarentena, es un tema que nos preocupa”, dijo Montaño en declaraciones recogidas por el medio local InfoRÍO. Según él, lo que más les preocupa es que no puedan “comprobar que cumplan con la cuarentena obligatoria”.
El funcionario de Fray Bentos agregó que en sus tres meses de funcionamiento el laboratorio lleva 10.963 mil tests hechos, detectando 30 casos positivos. “Ha sido muy importante porque hemos podido hacer la trazabilidad de los casos positivos”, manifestó, enfatizando que la tarea de coordinación con las instituciones argentinas es muy buena.
Montaño subrayó que la situación es totalmente distinta con los trabajadores del transporte, quienes sí cumplen las medidas y no generan ese tipo de inconvenientes. Y explicó que el último caso registrado de un camionero que no cumplió con lo que se le pedía sucedió hace tres semanas. Se trataba de un uruguayo que venía en un transporte argentino. Al identificarlo en la frontera, las autoridades descubrieron que tenía una orden de captura, por lo que fue demorado y se le realizó el hisopado que dio positivo por COVID-19. Pero cuando fueron a notificárselo, el hombre ya no estaba.
“El juzgado uruguayo lo había liberado y como no tenía celular no pudimos ubicarlo durante un día y medio”, contó Montaño. “Prefectura lo liberó por orden de la Justicia, no se siguió nuestra recomendación de que esperara el resultado del test en el lugar y se fue”, agregó. Pocas horas después llegó el positivo y saltaron las alarmas para intentar localizarlo. “Rápidamente se dio aviso a la policía para detenerlo, hecho que se concretó un día y medio después en Canelones”, confirmó el director de Salud de Río Negro.
Coronavirus en Uruguay
El ministro de Salud Pública de Uruguay, Daniel Salinas, afirmó que en su país hay una “sensación irreal de seguridad” respecto al COVID-19, luego de observar a muchas personas concurriendo a las playas públicas. Otro de los problemas, dijo el ministro es que después de más de siete meses de emergencia sanitaria, “la gente está cansada”.
Según precisa el diario El País, el reporte diario de personas contagiadas ha mostrado cifras llamativas: 42 ayer, 64 el martes, 30 el lunes, y otras 30 el domingo. Uruguay cuenta con 2663 infectados y 53 muertos, pero se acerca al récord de 500 personas activas cursando la enfermedad, en momentos en que el gobierno se aprontaba a tomar definiciones centrales para la economía local de cara a la cercana temporada turística que tendrá al país oriental con las fronteras cerradas.
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