Los casos confirmados de enfermedad por coronavirus se presentan en oleadas en diferentes partes de mundo, sobre todo a partir de la relajación de las fuertes medidas de bloqueo. El rastreo de contactos, que implica identificar y monitorear a las personas que han estado en relación cercana con sujetos con diagnósticos confirmados y alentarlos a aislarse y ponerse en cuarentena, ha sido recomendado como un componente clave de las estrategias de control de COVID-19.
Un reciente estudio liderado por la especialista Alyssa Bilinski, integrante de la iniciativa entre docentes en políticas de salud de la Universidad de Harvard, aplicó un modelo matemático para examinar el potencial que brinda el rastreo de contactos para reducir la propagación del coronavirus en el contexto de distanciamiento físico relajado, bajo diferentes supuestos para la detección de casos, rastreo, y eficacia de cuarentena.
Según detalló el documento, “en escenarios con tasas de detección y rastreo superiores al 50%, la prueba de los contactos asintomáticos aumentó el beneficio del programa en un factor medio de 1,28 con un aumento relativo mayor cuando la eficacia del aislamiento y la cuarentena fue menor. El escenario de rastreo de contactos con el mayor beneficio redujo los resultados en un 46%”.
Estas cifras impulsan, a la par el lanzamiento de una serie de aplicaciones en diferentes partes del mundo tendientes a explorar la cadena que parte de un portador del virus y la red con la que se vinculó. Irlanda, Irlanda del Norte y Escocia, por ejemplo, cuentan con NearForm basada en tecnología de Apple y Google, que se comenzará a utilizar en algunos Estados Unidos la próxima semana.
Radar Covid, en tanto, puede ser descargada tanto en móviles iOS como Android y ha comenzado a usarse en Argentina. Utiliza los sistemas de conexión Bluetooth de las terminales para detectar contactos estrechos de casos confirmados de COVID-19, reconociendo los dispositivos que se han encontrado a menos de dos metros de distancia durante un tiempo superior o igual a los 15 minutos.
La instalación de esta aplicación permite que los ciudadanos puedan recibir, de manera anónima, una notificación en su móvil que les informa que han sido contacto estrecho de otra persona que ha tenido diagnóstico positivo tras la prueba PCR.
Una solución similar se comenzó a utilizar en España. Una prueba piloto llevada a cabo en la localidad de La Gomera demostró que puede aumentar a 6,4 el número de detecciones de contactos estrechos, frente a los 3,5 registrados por los rastreadores manuales.
Que pase el que sigue
Para respaldar los esfuerzos para controlar COVID-19, “se debe implementar el rastreo de contactos junto con la detección rápida y extensa de casos en la comunidad, y se debe llegar a una alta proporción de sujetos. Al igual que en otros modelos, nuestras estimaciones implican que el rastreo de contactos podría apoyar la relajación parcial de las medidas de distanciamiento físico, pero no un retorno completo a los niveles de contacto antes del bloqueo”, sugieren los especialistas.
Los beneficios del rastreo de contactos dependen sustancialmente de la adherencia al aislamiento y la cuarentena entre las personas rastreadas, lo que podría mejorarse mediante medidas de política como alojamiento voluntario fuera del hogar, reemplazo de ingresos y apoyo social. “Se necesitan pruebas, diagnósticos y notificaciones inmediatas de las personas con infección para garantizar que los contactos se puedan rastrear y poner en cuarentena lo suficientemente temprano para prevenir la transmisión. Probar contactos sin síntomas podría mejorar los beneficios del programa al identificar nuevos casos para rastrear y mejorar potencialmente el cumplimiento de la cuarentena”, sentencia el equipo de Harvard.
Javier Arranz, vocero de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) y médico del Instituto de Investigación de Baleares y la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca, ha explicado la importancia del manejo y seguimiento de casos y contactos en el marco del Congreso Nacional COVID-19 que acaba de celebrarse de manera virtual. “Una actividad -dice- que tiene dos grandes objetivos: disminuir la transmisión del virus y las cadenas de transmisión. La mejor forma de reducirla es el aislamiento y cuarenta, pero si se hace de modo correcto. Los primeros días son fundamentales, ya que el periodo de incubación dura cinco días, y hay pocos síntomas. Al tercer día ya se puede empezar a contagiar a personas del entorno; al quinto día se puede hacer la prueba, iniciar el aislamiento y buscar los contactos”. De ahí la importancia de manejar y recudir los tiempos y de disponer de buenos equipos de rastreo.
La concientización sobre este método ha pasado a una nueva fase. Seis países de la Unión Europea (UE) comenzaron un proyecto de prueba de una infraestructura de comunicaciones segura que permite la interoperabilidad de las aplicaciones de rastreo de COVID-19 y avisa a posibles infectados.
Las aplicaciones oficiales de rastreo y alerta de la República Checa, Dinamarca, Alemania, Irlanda, Italia y Letonia han sido las seleccionadas para comenzar a operar con este servidor de prueba, informó en un comunicado oficial la Comisión Europea (CE), impulsora de la iniciativa. “Muchos estados miembros han implementado aplicaciones nacionales de alerta y rastreo de contactos -declaró el comisario europeo Thierry Breton-, ahora es el momento de hacer que interactúen entre sí”. Una estrategia que podría romper las cadenas de transmisión.
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