Según una encuesta realizada por Medscape entre 1659 profesionales de Estados Unidos, la mayoría de los médicos residentes respondieron que no se sentían capacitados o que no estaban seguros de si tenían todos los conocimientos necesarios frente a su intervención en materia de coronavirus.
En ella el 40% declaró que había sido capacitado para enfrentar los dilemas de COVID-19 gracias a la capacitación recibida, en cambio el 30% reconoció no sentirse preparado, mientras que el 31% aseguró no sentirse seguro de estar preparado. Bajo el sistema universitario y salud de ese país, los jóvenes suelen llegar a esa instancia con deudas estudiantiles que, según el mismo estudio en un cuarto de los residentes supera los 300.000 dólares, en tanto la mitad supera los 200.000.
Con políticas activas
Comparativamente, en otros países, la sensación de sentirse preparados ha sido diversa, pero la constante en la región parece haber sido la intención activa de formación.
Uruguay, por ejemplo, entre una de las tantas medidas tomadas desde el Ministerio de Salud Pública para hacer frente a la pandemia de COVID-19 fue la de capacitar a los cuidadores de los Establecimientos de Larga Estadía para Personas Mayores (ELEPEM). La subdirectora general de salud, María Giudici, quien encabezó junto a otros actores este proyecto, explica que era necesario “empoderar la figura del cuidador que está en la primera línea de batalla, no sólo porque son los que pasan la mayor parte del tiempo con los residentes que son como parte de su familia, sino porque además también tenían, naturalmente, sus propios miedos e inquietudes. La mejor manera de hacer entender las cosas tiene que ver con la capacitación, con enseñar y educar”.
Médicos sin Fronteras ha organizado, entre sus acciones frente a la pandemia, una serie de experiencias de capacitación concentradas en Latinoamérica, según el frente de necesidades detectado por sus oficinas locales. Así, por ejemplo, en Puerto Príncipe, capacitaron sobre los principios clave para la instalación de sistemas de triage e instalaciones de aislamiento para casos de COVID-19. En tanto, en Caracas las actividades se enfocaron en el hospital Pérez de León II donde rehabilitaron la estructura del hospital y capacitaron al personal de salud sobre control y prevención de infecciones, y en temas de recepción y manejo de pacientes con COVID-19.
La entidad, además, desarrolló el Proyecto de asesoramiento estratégico para COVID-19 (PAEC-LAT) brinda asesoramiento en línea a través de capacitaciones técnicas y visitas virtuales a estructuras institucionales que responden a la pandemia de COVID-19 en toda América Latina. El PAEC-LAT es completamente gratuito, en línea y accesible a toda institución que lo solicite, sin importar el país o la región.
La retransformación con pandemia
Uno de los ejercicios más activos de los cuadros médicos ha llegado de la mano de reorientar recursos, reformular áreas de atención y reencausar el modo de recibir pacientes en todas las disciplinas necesarias de ser atendidas. Incluyendo en este escenario a los residentes. Antonio Gutiérrez Ramírez, por ejemplo, encargado del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Juárez de México, ha debido responder a la división de su sector entre los que deben atender a las mujeres sanas y a las enfermas de coronavirus.
“Nos ha costado la adaptación a este cambio, porque es probable que nos quedemos con esta doble actividad un tiempo. No podemos cerrar nuestras puertas a las pacientes sanas por las pacientes Covid, porque siguen llegando las dos”, dijo. Un dato relevante: la primera causa de muerte materna en México es la de infección por coronavirus.
La pandemia ha cambiado muchos conceptos en el ejercicio de la práctica clínica. En consideración de ello, otra encuesta de Medscape ha analizado el ejercicio profesional, y en el cual cerca del 70 por ciento de los médicos y enfermeros encuestados, tanto jubilados como estudiantes, (68 por ciento) considera que no ha recibido ni la supervisión ni la capacitación adecuada para tratar a los pacientes afectados por el coronavirus.
En el estudio, en el que el 36% de los médicos aseguró haber tenido contacto con un paciente con Covid-19 sin el equipo de protección individual necesario, también se confirma que del total de los médicos jubilados que volvió a ejercer, el 43% sí consideraría permanecer ejerciendo si fuera necesario frente al 57% que no.
Al conjunto de los facultativos se les preguntó si estaban satisfechos de su trabajo durante este tiempo, expresión que sólo fue declarada por el 52 por ciento del total. El 26 por ciento estaban “ni satisfechos ni insatisfechos” y el 20 por ciento o muy insatisfecho o descontento.
SEGUÍ LEYENDO: