Después de tantos meses de sorpresa, miedo e incertidumbre ante la propagación de un nuevo virus, la adherencia a los consejos para protegerse aún no es total. El gran desafío es cómo hacer para que más gente siga las recomendaciones, como usar barbijos o mascarillas o mantener distanciamiento social, en un momento en que América Latina y el Caribe está a punto de llegar a los tres meses como epicentro de la pandemia mundial. En la mejora de las campañas de comunicación con mensajes simples y diversificados según los diferentes públicos podría estar las claves para hacer crecer la adherencia a los cuidados, ir más allá de la politización de la pandemia y desacelerar el avance del coronavirus.
La estrategia de comunicar mensajes simples sobre cómo cuidar la salud y hablar con amabilidad y empatía han sido cruciales para que la población de Nueva Zelanda conociera y siguiera al pie de la letra los consejos, según un estudio realizado por la Escuela de Comunicación, Periodismo y Marketing de la Universidad Massey, ubicada en la ciudad de Palmerston Norte. Hicieron una encuesta a 1.040 personas, y se encontró que gran parte de la población conoce importantes datos sobre el coronavirus y sigue los consejos.
Ocho de cada 10 personas en Nueva Zelanda siempre o a menudo lavan sus manos con jabón durante 20 segundos. También 8 de cada 10 personas mantienen el distanciamiento social cuando se encuentran con extraños. Siete de cada 10 personas se aísla en la casa si no se siente bien (con síntomas de COVID-19). El 58% de la población siempre o a menudo se ocupa de recordar los lugares donde estuvo y la gente con la que se reunión como una forma de identificar rápido los contactos estrechos en casos de que adquiera la infección. Además, el 74% identificó correctamente la campaña del gobierno neozelandés con el slogan “Unidos contra COVID-19”.
Nueva Zelanda, un país insular con un sistema de salud descentralizado y casi 5 millones de habitantes, logró mantenerse 100 días sin reportar nuevos casos de COVID-19 por transmisión comunitaria. Por sólo cuatro nuevos casos que se diagnosticaron en una familia de Auckland, el Gobierno -con Jacinda Ardern a la cabeza como Primera Ministra- volvió a establecer una cuarentena estricta para esa zona el 11 de agosto. Como se viene haciendo desde marzo, se comunicó la cuarentena para Auckland a través de un sistema de “Alerta de emergencia móvil” que se difunde por los teléfonos celulares de la población y advierte cuál es el riesgo de contagiarse el coronavirus y qué hacer para evitarlo.
El modo en que el gobierno de Nueva Zelanda se ha contactado con la población ayudó a que muchos no se engancharan con las noticias falsas que también han circulado. “La mayoría de los neozelandeses en nuestra encuesta estuvieron de acuerdo con pocas noticias falsas. Un gran factor es que la Primera Ministra, Jacinda Ardern, y el Director General de Salud, el doctor Ashely Bloomfield, han estado disponibles para responder preguntas todos los días y haciendo videos de Facebook. Esto infundió un sentido de confianza en que tenemos líderes que pueden manejar el problema. Y el éxito de esos esfuerzos del Gobierno, en particular en comparación con otros países, reforzó la idea de que un buen liderazgo puede ayudar a resolver problemas, incluyendo una pandemia. Esa es una razón por la que la gente no fue a buscar otras razones para la pandemia”, explicó a Infobae el doctor en filosofía Jagadish Thaker, uno de los autores de la investigación que incluyó la encuesta que se hizo entre el 26 de junio y el 13 de julio.
Igualmente el doctor Thaker señaló que la desinformación capturó a una minoría. “Es importante señalar que el 34% de los neozelandeses dicen que el coronavirus fue creado en un laboratorio, el 24% cree que la exposición al sol o al calor extremo puede prevenir o matar el coronavirus, y alrededor del 15% cree que los antibióticos o la hidroxicloroquina pueden prevenir o matar el coronavirus. Cerca de 17 torres de telefonía celular fueron quemadas en Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, ya que algunas personas creían que el 5G causa el coronavirus”, expresó.
“En resumen, existe una minoría que cree en las noticias falsas sobre el coronavirus. Pero el buen liderazgo gubernamental, que mostró resultados al controlar el avance de la pandemia, ayudó a la gente a no buscar noticias falsas. Cuando hay dudas, la gente mira a los expertos. Si los expertos no pueden darles respuestas simples y claras, entonces el público busca en otros lugares para obtener respuestas a sus preguntas y preocupaciones”, afirmó. Además, se registró una aprobación casi universal de la comunicación sobre los diferentes niveles de alerta, las reglas sobre la cuarentena, la disponibilidad de los servicios esenciales, entre otros.
En América Latina y el Caribe, donde la pandemia sigue llevándose miles de vidas, la adherencia de la comunidad al lavado de frecuente de manos, uso del barbijo o mascarilla, el distanciamiento social y el aislamiento en las casas, entre otras medidas, todavía está lejos de ser total.
Marcos Espinal, director de enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), respondió a Infobae durante la conferencia de prensa semanal que la entidad realiza sobre COVID-19: “Siempre se puede mejorar. Las campañas de información a la población son extremadamente importantes porque mantienen informados a los diferentes grupos de la sociedad. No podemos luchar contra esta pandemia si los diferentes grupos de la sociedad no están debidamente informados. Además, la información es poder. Permite empoderar a nuestras sociedades para que puedan exigir a los tomadores de decisión la atención que se necesita”.
Además, el doctor Espinal consideró: “Hubo mucha desinformación, pero también muy buena información. Es importante que sigamos manteniendo estas campañas y seguir mejorándolas. Tenemos equipos técnicos en comunicación en la OPS que pueden asesorar a nuestros países”. Igualmente la respuesta de cada país a la pandemia también incluye no sólo las campañas de prevención, sino también las políticas públicas sobre
En la Argentina, el mayor alcance a los diversos públicos con los mensajes adecuados es una preocupación. La Secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti anunció días atrás la convocatoria a las carreras de comunicación de universidades. Se invitó a producir contenidos para campañas de difusión sobre COVID-19 con acento en la identidad de cada región del país y en todo tipo de formatos: Tik Tok, Post Facebook, Instagram y Twitter, Stories, podcast, entre otros. Hasta hora, desde la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, se promovió primero el #QuedateEnCasa como slogan durante los primeros meses del aislamiento administrado, y luego se pasó a incentivar el distanciamiento social con la idea de #SeguíCuidándote.
Consultada por Infobae, la investigadora en comunicación del Conicet y profesora de las facultades de Ciencias Sociales y Comunicación Social de la Universidad Nacional de Córdoba, María Soledad Segura, celebró que el Gobierno convoca a las carreras de comunicación de las universidades. “El reporte diario de casos del Ministerio de Salud de la Nación incluye medidas simples y bien comunicadas. Pero hay factores emocionales que hacen que la gente no siempre adhiera a las medidas de cuidado. Al principio de la cuarentena masiva, hubo una alta adherencia al aislamiento”, sostuvo Segura.
Pero señaló algunas limitaciones. “Como el aislamiento administrado implica que cada ciudad o provincia se encuentre en diferentes fases, cada persona tiene que atender cuáles son las recomendaciones para su zona en cuanto a las actividades habilitadas. En algunos casos puede haber confusión sobre qué se puede hacer y qué no. Igualmente, las medidas de distanciamiento de dos metros, el lavado frecuente de manos o el uso del barbijos están vigentes para todo el país”, precisó.
La investigadora Segura puntualizó que para las próximas semanas se necesitarán campañas que alerten sobre la necesidad de los cuidados, sin generar miedos que inmovilicen a las audiencias. “Deberían hacerse más campañas sectorizadas, especialmente para personas mayores y para niñas, niños y adolescentes. Hasta ahora las campañas no han tenido tan en cuenta a esos grupos desde una perspectiva que los considere como sujetos activos que pueden ser capaces de tomar decisiones y cuidarse. En todos los casos, deben comunicar mensajes que sean fáciles de adoptar”.
Desde Nueva Zelanda, el investigador que hizo la encuesta sobre las opiniones de la población sobre la pandemia, Jagadish Thaker, respondió a Infobae cuando se le preguntó qué recomendaría para la región de América Latina: “La región latinoamericana es grande y diversa. Argentina ha hecho un trabajo notable desde el principio para contener la propagación del virus, según la OMS. Desde la distancia, entiendo que hubo un amplio proceso de consulta a la comunidad y que funcionó muy bien. Sin embargo, ahora vemos un aumento de los casos. Creo que los líderes políticos y los expertos en salud deben seguir hablando con una sola voz para que el público no se distraiga. Al igual que tenemos que contener la transmisión del virus, tenemos que contener la transmisión de noticias falsas. En este caso, los líderes políticos de los distintos partidos deben aunar sus recursos para ayudar al país, no buscar ganancias políticas a corto plazo que resulten en pérdidas de vidas humanas a largo plazo y perjudiquen aún más la economía. En Nueva Zelanda, por ejemplo, el público no estaba contento con la forma en que los líderes de la oposición se comunicaban durante la cuarentena, y apoyaban a la Primera Ministra”.
SEGUÍ LEYENDO: