El 18 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer Renal, una oportunidad para crear conciencia sobre las estrategias que contribuyen a la prevención de ésta y muchas otras enfermedades, como dejar de fumar, controlar la presión arterial, mantener un peso saludable y hacerse chequeos médicos en forma periódica.
En efecto, de acuerdo con los números reportados por la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer), en 2018 se comunicaron 4.889 casos de cáncer de riñón, de los cuales el 90% corresponde al denominado ‘carcinomas de células renales’.
Para conmemorar esta fecha, la International Kidney Cancer Coalition (IKCC) eligió como lema “Necesitamos hablar sobre la actividad física”, ya que puede reducir el riesgo de contraer cáncer de riñón hasta en un 22%. Actualmente, tres de cada cuatro pacientes con cáncer de riñón ni siquiera realizan la actividad física mínima recomendada.
Entre los factores de riesgo modificables para prevenir el cáncer renal, se encuentran el tabaquismo, el exceso de peso y la hipertensión arterial. Aquellos factores que no se pueden modificar, pero que incrementan el riesgo de cáncer renal, son pertenecer al género masculino, tener más de 50 años, ser afrodescendiente y estar en tratamiento de diálisis.
Desde la Asociación de Pacientes VICARE (Vivir con Cáncer Renal), una ONG recientemente formada, resaltaron la importancia de mantener hábitos saludables para prevenir esta enfermedad, de la que se diagnostican casi 5 mil nuevos casos por año, mayoritariamente en hombres y a partir de la sexta década de la vida y que ocupa el quinto puesto entre los tumores más frecuentes en la Argentina detrás de los de mama, colon, próstata y pulmón.
“Las etapas tempranas de la enfermedad en general no generan síntomas. Uno de los primeros puede ser la presencia de sangre en la orina en forma visible o bien registrar un número elevado de glóbulos rojos en un examen de orina. En el caso de presentar dolor, fiebre, pérdida de peso, anemia o la auto-palpación de algún bulto es importante consultar con el médico de cabecera. También hay pacientes que presentan episodios de hipertensión arterial sostenida sin conocerse previamente como hipertensos. En la actualidad, la mayoría se diagnostica a tiempo, sobre todo gracias a hallazgos casuales en ecografías abdominales”, señaló Matías Chacón, médico oncólogo, expresidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).
“En más del 60 por ciento de los casos, los diagnósticos de tumores renales suelen darse en etapas tempranas por hallazgos incidentales en ecografías, lo que permite el diagnóstico y tratamiento en pacientes con tumores más pequeños. Sin embargo, no hay específicamente indicaciones de estudios de detección precoz para esta enfermedad. Las excepciones son aquellos pacientes con historia familiar de cáncer renal o síndromes hereditarios que obligan a los individuos a un seguimiento con el médico especialista, quien orientará e indicará estudios de control”, apuntó Chacón.
Recientemente, en la Argentina se fundó la primera asociación de pacientes con cáncer renal, VICARE, que tiene como objetivo colaborar con quienes atraviesan por esta afección con información clara y acompañamiento emocional. Su presidenta, Claudia Miranda, explicó que, en 2009, se le detectó un tumor renal en una ecografía de rutina y, como tratamiento, se le extrajo el riñón izquierdo, mientras que a su hermano, un mes antes, y con el mismo diagnóstico, le habían extirpado el riñón derecho.
“Unos 8 años después, en 2017, luego de todo ese tiempo de remisión, la enfermedad volvió para ambos. Hoy estoy en tratamiento, me siento bien y, para lograrlo, fue fundamental mantener mi estado de ánimo y el acompañamiento tanto de mis médicos como de mi familia, ya que cuanto más animado estés, mejor es la cura. Pareciera que no son tantos los pacientes con cáncer de riñón, pero cuando iniciás el tratamiento los empezás a ver, y más cuando decidí formar la asociación. Quiero colaborar con otros a los que les pasa lo mismo, fue algo que decidimos con mi médico, él me dio la idea, además no había una asociación argentina que se ocupara del cáncer renal”, indicó Miranda.
Según manifestó, el objetivo principal de la Asociación es prevenir y concientizar sobre la enfermedad. “Nuestra información está destinada a pacientes y familiares, estos últimos son fundamentales para el acompañamiento. En este tipo de cáncer, además, es muy importante prevenir cuando hay un caso en la familia: mis hijos y mis sobrinos, por ejemplo, se hacen controles para detectar tempranamente la enfermedad mediante una ecografía de abdomen”, señaló la presidenta de VICARE.
Las estrategias terapéuticas, según informó Chacón, quien es además presidente honorario y co-fundador de VICARE, dependen de diversos factores: localización del tumor, estadio al momento del diagnóstico y la salud general del paciente.
“Las decisiones de tratamiento deben estar tomadas por un equipo multidisciplinario que cuente con un oncólogo clínico, un cirujano urólogo experto, radiólogos y patólogos entrenados. El soporte clínico, la enfermería, radioterapia y cuidados paliativos también deben ser incorporados para la atención integral del paciente. Actualmente, la cirugía es el tratamiento más importante con carácter curativo cuando la enfermedad está en el riñón. Consiste en la extirpación del tumor y el tejido circundante. Puede ser realizada por vía abierta, laparoscópica o robótica, dependiendo del entrenamiento de cada profesional”, aseguró Chacón.
“Hay situaciones donde se puede observar o vigilar sin tomar ninguna conducta quirúrgica, como en tumores menores a 2 centímetros y en pacientes con otras patologías que elevarían el riesgo de complicaciones operatorias. En tanto, cuando la enfermedad se ha instalado en otros tejidos fuera del riñón, las opciones apuntan a reducir el tamaño de las lesiones en forma significativa y por períodos prolongados”, completó el especialista.
Las terapias utilizadas en este momento -llamadas terapias dirigidas, mayoritariamente de administración oral- se enfocan en alteraciones genéticas presentes en los tumores renales. A ellas, se suma la reciente incorporación de la inmunoterapia moderna por vía intravenosa que facilita el accionar de la inmunidad sobre el tumor. “La combinación de ambas modalidades permite acceder a respuestas prolongadas y cada caso debe ser evaluado en particular para poder elegir el tratamiento más preciso, balanceando la eficacia y los efectos adversos”, aseveró el Dr. Chacón.
“Sentir que no estás solo, sobre todo en el contexto actual, es muy importante para los pacientes. Por eso, desde VICARE tenemos una comunidad virtual por WhatsApp. Algunos pacientes no tienen cobertura médica y pueden quedar atrapados por la burocracia para acceder a la medicación, un tema que sin duda debería agilizarse. Entre nuestros proyectos está la creación de un banco de medicamentos a través de donaciones, como así también la generación de un espacio para el asesoramiento legal. Queremos ayudar a quienes atraviesan el cáncer renal, les decimos que sigan adelante, que nosotros queremos acompañarlos”, concluyó Miranda.
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