Conocida como agua oxigenada, el peróxido de hidrógeno es popular por ser un poderoso oxidante. Utilizado hace décadas para desinfectar, en general se conoce su versión doméstica, pero hay versiones más potentes con fórmulas especiales que se usan para desinfectar ambientes más complejos como quirófanos, laboratorios microbiológicos, cabinas para virus, equipos industriales, oficinas, medios de transportes, gimnasios, entre otros.
El peróxido de hidrógeno se encuentra en bajas concentraciones (del 3 al 9 %) en muchos productos domésticos para usos medicinales y como blanqueador de vestimentas y el cabello. Se utiliza como aséptico general (se aplica a heridas) y también como desinfectante de alto nivel, ya que tiene la capacidad de eliminar hongos, bacterias, virus y también esporas bacterianas muy resistentes. Para potenciar su uso, se le suman elementos que estimulan su acción y lo hacen más duradero en el ambiente tratado.
En la Argentina se utiliza una presentación ya probada en el sector hospitalario. En lo que se refiere a COVID-19, está incluida en la lista N emitida por la EPA (Environmental Protection Agency, Agencia de Protección Ambiental de EEUU) para desinfección del virus. “Existen publicaciones que confirman que el producto utilizado es efectivo para eliminar el 99,99% de esporas de Clostridium difficile, microorganismo que provoca infecciones intrahospitalarias y que es muchísimo más resistente que SARS-CoV-2. Este producto además es efectivo contra otros virus como el ébola, H1N1 (gripe porcina), H5N1 (gripe aviar), entre otros”, aseguró la licenciada Catalina Romano, especialista en bioseguridad y directora de la carrera de Especialización en Seguridad e Higiene en el Ámbito Laboral de la Facultad de Ciencias y Exactas Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Romano explicó que el peróxido de hidrógeno “oxida grupos funcionales de macromoléculas y en fase gaseosa, genera radicales libres muy reactivos que atacan la membrana celular del microorganismo, se unen a enzimas intracelulares desnaturalizándolas y se adhieren al ADN y ARN, destruyéndolo. En aplicaciones como la testeada, se agregan algunos elementos para potenciar su acción y para que dure más tiempo en el ambiente”.
Con los antecedentes de la EPA y del Centro para Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos, la aprobación de la ANMAT en la Argentina y los estudios testeados en la UBA, Benito Roggio Ambiental (BRa) implementó un sistema de nebulización de peróxido de hidrógeno que a diferencia de otras tecnologías, garantiza ambientes y espacios de trabajo seguros.
“El servicio consta de dos etapas: el control de limpieza del espacio, y la desinfección. Una de las ventajas que tiene es que luego de realizar la limpieza podemos verificarla numéricamente. Eso se realiza hisopado las superficies del ambiente, contamos con equipos de luminiscencia portátil que permiten controlar en minutos si están limpias. Este es el primer paso para luego proceder a la desinfección -señaló el doctor Rodrigo Pontiggia, doctor en Química Biológica y gerente de Desarrollo e Innovación de BRa-. Esta técnica de control es muy utilizada en la industria alimenticia y farmacéutica, pero también sirve para validar la limpieza de otros espacios como bancos/cajeros automáticos, geriátricos, hoteles, restaurantes, colegios, oficinas, lugares abiertos que ajustan sus protocolos sanitarios o se preparan para el regreso”. “No es posible desinfectar un ambiente si previamente no se realiza una limpieza adecuada”.
Una vez verificada la limpieza se procede a realizar la desinfección. “El peróxido de hidrógeno, a diferencia de muchos otros desinfectantes, puede aplicarse mediante una niebla seca, que está formada por gotas muy finas que cubren todo el volumen del ambiente”, explicó Pontiggia, y agregó: “Esta es la metodología de aplicación que utiliza el equipo con el que trabajamos, asegura que se desinfecta todo lo que está contenido en la sala, sin necesidad que alguien tenga que pasar un trapo, y utilizamos tiras reactivas que cambian de color cuando se llega a la concentración necesaria, indicando que el peróxido de hidrógeno llegó a todos los rincones”.
De todos los métodos y elementos existentes hoy para lograr una desinfección, el vapor de peróxido de hidrógeno es la tecnología desinfectante más versátil, limpia y que además garantiza la salud, seguridad de las personas y la protección del ambiente certificado por EPA y registrado en ANMAT.
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