¿Quién se encarga de las tareas del hogar durante el aislamiento social preventivo y obligatorio? ¿Cómo se organizan las familias para trabajar y realizar clases online con una sola computadora en el hogar? ¿Quién ayuda a los niños a que terminen sus tareas y conectan a los menores a sus clases remotas? ¿Cómo mantener el equilibrio entre vida personal y laboral al estar 24/7 en los hogares?
Hoy son 191 países o territorios afectados por la pandemia, que se vieron obligados a cambiar los hábitos y circunstancias para preservar la salud de la población, como el empleo y la educación.
Según calcula la Unesco, son 1.600 millones de estudiantes de 188 países los que no tienen clases presenciales. Es decir, el 91,3% de los alumnos a nivel global se encuentra afectado cursando sus ciclos lectivos de forma remota. A la par están los padres o adultos a cargo. La mayoría realizan teletrabajo sumado a las tareas del hogar, además de colaborar con las tareas de los niños y adolescentes.
En el marco de la charla Regreso al trabajo, sin regreso a la escuela, organizado por UNICEF, la Organización Internacional del trabajo (OIT), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y la red regional del Pacto Global, que tuvo como objetivo, debatir sobre las medidas a tomar para asegurar que padres y madres trabajadoras pueden conciliar el regreso al trabajo en la oficina con el cuidado de sus hijos, hijas o personas a su cargo, tuvo como moderadores a miembros de las entidades organizativas para esclarecer el panorama actual.
“Debido a la situación actual, quedó en evidencia que es vital proteger el bienestar mental de los trabajadores durante la pandemia. Hay que entender que la gente no está atravesando una situación normal. Se tiene que garantizar que las personas tengan tiempo para desconectarse. Es muy importante delimitar los espacios de trabajos, para evitar que estén 24/7 detrás de una computadora y es un problema al que hay que prestar atención de manera conjunta”, enfatizó Olga Orozco, experta internacional en empresas sostenibles y miembro de la OIT.
Y es que el temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes, tanto en adultos como en niños. Los padres están experimentando un cambio repentino en sus vidas y rutinas, mientras tratan de equilibrar a los niños que están en casa a tiempo completo con el trabajo, las tareas domésticas y las preocupaciones de salud, las preocupaciones financieras y el cuidado de los miembros vulnerables de la familia. Mientras tanto, los niños, niñas y adolescentes no están exentos a esta situación y pueden ser vulnerables a sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza.
En este sentido, la especialista explicó que“son muchos los desafíos ante un panorama de regreso al trabajo pero sin el regreso de los colegios". De este modo, la profesional enumeró algunos de los retos a los que ya se enfrentan algunos países tras las vueltas a las oficinas son:
-Necesidad de la flexibilidad en los horarios
-Soluciones al cuidado infantil de forma segura
-Medidas de salud, higiene, seguridad en el trabajo y en el hogar
-Estrés generado por la crisis
-Violencia intrafamiliar
-Discriminación por géneros o por responsabilidades familiares
La profesional también aseguró que ante una situación extraordinaria y sin precedentes como la actual quedó en evidencia la disparidad en la distribución de tareas en el hogar: “Las mujeres en el hogar hacen el doble. Aun en hogares donde tanto el hombre como la mujer salen a trabajar, sabemos que es la mujer la que está cargando con más responsabilidades. El listado va desde cosas tangibles y evidentes como la limpieza hasta lo intangible como lo es encargarse de que los niños tengan todo conectado para poder asistir a las clases por Zoom. Y esto también es una dimensión a la que se debe prestar atención”.
Para Yannig Dussart, de UNICEF, ésta es una situación que genera estrés tanto para los niños y adolescentes como para los adultos. Pero ¿qué sucederá si a los padres de los menores a cargo se les solicita volver a las oficinas sin el retorno aún de los colegios y secundarios?
“El regreso a la oficina es una dinámica que va a cambiar y generará estrés, tanto para los padres como para los más chicos. Para los adultos implicará una preocupación por el riesgo del contagio, por la distribución de cuidado y educación, por la organización logística, por la incertidumbre así como para los riesgos asociados a las crisis”, explicó Dussart.
Y en cuanto al estrés generado por los niños, ante el escenario de no volver a las instituciones educativas, el especialista explicó que estará relacionado a la indisponibilidad de los padres, tendrán confusión producto del cierre de las escuelas pero la apertura de negocios, entre otros.
En este contexto, Dussart explicó que son muchas las consideraciones que deberían tener los empleadores sobre el regreso a la oficina: “Desde contar con información sobre la situación de los empleados, plantear modelos mixtos de turnos rotativos así como de teletrabajo, también asegurar la prevención de los riesgos de contaminación y brindar herramientas concretas para el manejo de estrés en pos de evitar el burnout, tanto laboral como familiar”.
Sin embargo, llegar a esa instancia no parecería imposible ya que la situación se siente imposible para hogares con dos padres donde ambos socios pueden trabajar desde casa, y se vuelve exponencialmente más difícil para padres solteros, niños con necesidades especiales y padres que tienen que trabajar fuera del hogar. Si se agregan preocupaciones financieras, falta de tecnología adecuada para el aprendizaje a distancia en línea y desafíos logísticos como comprar comestibles y administrar el tiempo fuera mientras nos distanciamos socialmente, y puede resultar particularmente estresante.
Incluso sin una pandemia, puede ser difícil equilibrar la crianza de los hijos con ser productivo en el trabajo. Las personas confían en las tan preciadas horas que los hijos pasan en la escuela o en la guardería para hacer las cosas. Pero ahora que la mayoría de las personas se vieron obligadas a trabajar desde casa, esa estructura debió reinventarse. Y si bien, como con en la mayoría de los desafíos de la crianza de los hijos, no existe una solución perfecta, los expertos coinciden en algunas recomendaciones.
Para Mauricio López González, director ejecutivo de la Red Colombia del Pacto Global de las Naciones Unidas, hay que mantener una visión que aborde distinto aspectos: “Primero debemos posicionarnos de la calle a la casa, donde mentalmente tanto el empresario como el trabajador tuvieron una visión de acomodo físico y psicológico. En segundo lugar, debemos posicionarnos de la casa a la calle, en este punto debemos ser cuidadosos porque viene acompañado de un fenómeno de absoluto temor, tanto para el empresario, para el empleado y para el que se queda cuidando a los niños y por último debemos estar mentalizados a la posibilidad de volver a los hogares".
“Es vital la flexibilización de los esquemas de horarios. También es importante vencer los miedos, tanto del trabajador como los del empresario y obviamente garantizar a la persona que tenga que salir a trabajar que tendrá en sus manos todos los cuidados completos para evitar el contagio de la enfermedad”, enfatizó González.
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