Kim Kardashian siempre es noticia. También lo es en tiempos de coronavirus. La mediática y empresaria tiene su marca llamada Skims, que se dedicaba exclusivamente a las fajas reductoras, pero, frente a la pandemia, Kim decidió confeccionar mascarillas.
Kim diseñó cinco tipos de mascarillas diferentes, que no son de uso médico, ni tampoco quirúrgico, y lo aclara en la descripción en su página web. A diferencia de sus fajas reductoras, que rondan los 30 dólares, el precio de estos tapabocas es de 8 dólares por unidad, o también se pueden adquirir en un pack de 4 a un precio de 25 dólares.
Tal fue el “boom” cuando publicaron en sus redes sociales el nuevo diseño de la marca que vendieron todo el stock en tan sólo una hora, y en su Instagram dijeron: “Desafortunadamente, nuestras mascarillas faciales sanitarias hechas por SKIMS se agotaron hoy, pero estamos trabajando con nuestro aliado local en Los Ángeles para producir más a la brevedad. El próximo lote estará disponible la siguiente semana y por favor suscríbanse para recibir más detalles. Gracias por su apoyo".
Si bien anunciaron que no hay stock disponible para comprar a través de su página web, los colores que se pueden ver son tierra, cocoa, arcilla, arena y onyx, los mismos que sus fajas, y adaptables a todas las pieles. Estas mascarillas son cómodas y fáciles de colocar, ya que no tienen costuras y no se deben ajustar con tiras.
¿Cómo están confeccionadas estas mascarillas?
No son aptas para uso médico, son reutilizables y lavables. Pueden reducir la exposición al polvo, los alérgenos, gérmenes y fluidos corporales, pero no es un respirador de grado médico, por lo tanto no eliminará el riesgo de contraer enfermedades o infecciones.
Es talle único y unisex, y su composición es de nylon y spandex. Se debe lavar en el lavarropas con agua fría, secar a temperatura baja y no utilizar lavandina. Se recomienda lavarlo antes de su primer uso.
Con su marca, Kim donó 10,000 máscaras faciales sin costura y 1.000.000 de dólares como ayuda sanitaria para los que más lo necesitan y son vulnerables al virus del COVID-19. Además de haber donado tanto mascarillas como dinero, todo lo recaudado por la compra de estos tapabocas se destinará a organizaciones no gubernamentales que se han visto afectados por la pandemia del coronavirus.
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