Cursar un embarazo y dar a luz a un niño es un proceso que en múltiples ocasiones se ve opacado por prácticas profesionales como inducir el parto de la mujer o realizar cesáreas innecesarias. Estas actividades, son las que no cumplen con la ley del parto humanizado (la 25.929) sancionada y promulgada en el país en 2004 y reglamentada en 2015, que defiende los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, parto y postparto.
La Semana Mundial del Parto Respetado se conmemora cada mayo desde el 2004 por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR, por sus siglas en francés), cuyo objetivo es alzar la voz y generar conciencia para que el nacimiento vuelva a ser considerado un proceso natural, en el que se respeten los derechos de madre y bebé. Este año se desarrolla en una situación diferente dado el contexto epidemiológico a nivel global por COVID-19.
Pero, ¿qué implica que un parto sea respetado? El término “parto respetado” o “parto humanizado” hace referencia el respeto a los derechos de las madres, los niños y niñas y sus familias en el momento del nacimiento. Promueve el respeto a las particularidades de cada familia -etnia, religión, nacionalidad- , acompañándola a través de la toma de decisiones seguras e informadas.
Además, se deben tener en cuenta los deseos y necesidades de cada mujer, como el estar o no acompañada por una persona de confianza en cada momento y/o el tipo ingesta alimentaria durante el proceso de parto. Se la debe informar sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el parto y postparto y debe participar activamente en las diferentes decisiones y actuaciones de los profesionales.
La persona gestante tiene derecho a no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación. Así como también a tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales. Debe ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar. Además, recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña, y sobre anticoncepción en el momento del puerperio.
Por su parte, los recién nacidos tienen derecho a estar en contacto con su madre desde el primer momento y a ser alimentados con leche materna sin interferencias. Asimismo, deben ser tratados de forma respetuosa y digna, contar con inequívoca identificación y a no ser sometidos a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia.
Por otro lado, tienen derecho a que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo, así como sobre su plan de vacunación.
El parto humanizado en tiempos de pandemia
De acuerdo al Ministerio de Salud, al llegar a un establecimiento sanitario tanto la persona gestante como el acompañante pasarán por un triage en dónde les tomarán la temperatura, les van a hacer alguna preguntas para saber si pueden ser casos sospechosos de COVID-19 y a partir de ahí derivarlos al sector correspondiente. Sin embargo, la enfermedad COVID-19 no implica un riesgo mayor para las personas embarazadas ni para sus recién nacidos pero es importante seguir las recomendaciones generales para evitar contagios como el lavado frecuente de manos, mantener la distancia física, usar tapabocas, limpiar las superficies y ventilar los ambientes.
En el país, la pionera del concepto fue la Maternidad “Estela de Carlotto”, ubicada en Moreno, donde se practica el parto respetado basado en los derechos de la mujer y la familia. En la misma línea se encuentra la maternidad municipal Santa Rosa, que busca el confort y una experiencia positiva para la mujer previo, durante y post parto. El establecimiento cuenta con los quirófanos de parto humanizado.
“En el contexto de la pandemia, se reorganizó el ingreso y la atención al público. Se instaló el concepto de TRIAGE donde se le toma la temperatura y se realizan unas breves preguntas a quienes ingresan a la maternidad. Se habilitaron sectores de guardia, salas de parto y habitaciones especiales para el aislamiento de los casos sospechosos. El personal que atiende a estos pacientes cuenta con el entrenamiento y las medidas de protección adecuadas para no contagiarse”, explicaron a Infobae fuentes de la Maternidad Santa Rosa, ubicada en el partido de Vicente López.
En este sentido, fuentes de la Maternidad Santa Rosa, que fue pionera en el proyecto de UNICEF de maternidad segura y centrada en la familia, que tiene que ver no solamente con la adecuación edilicia sino con el recurso humano que acompaña a la familia en el parto, aseguraron que todas las medidas instaladas para prevenir el contagio no impiden el normal acompañamiento durante el proceso del parto y posterior internación, solo se restringe la deambulación por la institución hasta el momento del egreso.
Las mujeres que sientan que son víctimas de violencia obstétrica, cuentan con la línea gratuita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos 0800 122 5872 o al 144 del Ministerio de las Mujeres Género y Diversidad”
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