En la vida existen imprevistos o contratiempos que se interponen y frustran nuestros planes. Sin embargo, la pandemia, producto del coronavirus COVID-19, para muchos significó mucho más que “una piedra en el camino”. En algunos casos, se tradujo en poner en pausa proyectos que fueron planeados con años y años de anticipación. Algunos fueron cancelados de forma definitiva.
La lista es eterna: casamientos, viajes, mudanzas, nacimientos, cumpleaños, aniversarios... Y es que la llegada de la enfermedad y todo lo que desencadenó luego, como el aislamiento social preventivo y obligatorio, atravesó la vida de toda la población sin importar tiempo ni espacio.
Aquí, cinco historias que quedaron en “pausa” por la llegada del coronavirus:
Juan Manuel B.: su nueva vida en Suiza quedó suspendida tras el cierre de fronteras
“La pandemia llegó a mi vida en un momento de transición. El 2 de marzo me recibía de la carrera de Imagen y Diseño de la UBA y el lunes 16 de marzo tenía un pasaje sin vuelta para irme a Suiza a reencontrarme con mi novia que es de allá y casarnos, pero nunca sucedió. El domingo 15 de marzo me cancelaron el vuelo por el cierre de fronteras”, confesó a Infobae Juan Manuel B. oriundo de Capital Federal.
El joven de 25 años, quien mantiene una relación a distancia hace más de dos años, planeó con mucha anticipación mudarse a otro país. Sin embargo, la idea de tomarse un avión y volar a otro país hoy quedó muy lejana. “Tengo sensaciones encontradas. Al principio negué la angustia y me obligué a pensar en positivo. Pero hoy me animo un poco más a compartir mis sentimientos de frustración y angustia con mis seres queridos y sobre todo con mi novia”, comentó.
A pesar de la situación actual en la que se encuentra inmerso el mundo, Juan Manuel tiene en claro que su proyecto tarde o temprano sucederá: “Ya sea en tres meses o el año que viene, esto lo quiero hacer con todo mi corazón. En el mientras tanto, sigo escribiendo guiones, aprendiendo alemán para contar con esa herramienta cuando llegue a Suiza y haciendo distintos cursos”.
“Mi deseo para cuando termine todo esto es que como sociedad podamos aprender de esta situación y entendamos lo importante que es cuidarnos unos a los otros”, concluyó el joven.
María y Santiago C.: no llegarón a celebrar su casamiento debido a la llegada del COVID-19
Con 24 años y tras siete años de noviazgo, decidieron ir un paso más allá: casarse. Encontrar la fecha no fue nada fácil pero finalmente dieron con un salón que les gustaba y acordaron que el 18 de abril la pareja celebraría su casamiento. “Cuando todo empezó a desencadenarse, a fines de marzo escuchábamos que las fiestas privadas tenían un limite de 200 personas y desde ese entonces supimos que íbamos a tener nuevas novedades”, explicó a este medio María C.
“Con el correr de los días nos dimos cuenta de que no iba a suceder, que no nos íbamos a poder casar. Al principio me enojé mucho, también reflexioné y llegué a la conclusión de que no era la ‘previa’ que imaginé para mi casamiento. Me frustré mucho, me angustié pero finalmente me calmé y acepté la situación”, señaló la joven.
Con salón, maquilladora, DJ, catering, vestido y traje listos la pareja empezó a contactar a los servicios contratados para no perder el dinero que habían invertido e intentar imaginar que en un futuro se podría realizar la fiesta de sus sueños: “Todos nos dijeron que cuando se normalice la situación, nos contactemos para poner una nueva fecha y me sentí un poco más tranquila”.
A pesar de que este lunes 18 de mayo tendrían que estar en Brasil celebrando su luna de miel, ambos se mantienen positivos con que esto sucederá y que tendrán la fiesta que tanto soñaron. En el mientras tanto, se refugian en sus seres queridos que los alientan a tener paciencia.
Sofía C.: fue mamá de Juana y su familia todavía no pudo conocer a la bebé
El 6 de mayo Sofía se convirtió en mamá de Juana. “Mi experiencia fue bastante particular. Cuando se dictó la cuarentena me invadieron el miedo y la angustia. No sabía si los controles previos me los iba a poder realizar, o las compras como la cuna o el cochecito iban a llegar. Previo al nacimiento no sabía si mi novio iba a poder estar en la sala de parto ni qué prevenciones se iban a tomar. Pasé por un montón de emociones, me costó mucho, pero finalmente me enfoqué en que lo más importante era que ella nazca bien”, comentó a este medio Sofía.
Gracias a la tecnología, Juana pudo conocer a sus tíos, abuelos y primos a través de una pantalla: “Toda la familia está emocionada por la llegada de la beba. La verdad es que es una ventaja contar hoy con la posibilidad de estar conectados 24/7 para mostrarles todo y eso ayudó un montón a sentirnos acompañados. Lo primero que hicimos al salir de la sala de parto fue llamar a todos para compartir con ellos ese momento y que le den la bienvenida a Juana".
“Quedará como una anécdota para contarle a mi hija, y decirle que cuando nació era un momento muy particular para el mundo entero y que va a ser recordado así. Hay que mirarle el lado positivo y eso es lo que puedo destacar y decirles a todas las personas que estén esperando: lo importante es que la bebé nazca bien”, enfatizó la mamá.
Su deseo para cuando vuelva todo a la normalidad es que Juana pueda conocer a su familia: “Quiero que toda la familia y mis amigos la llenen de abrazos y besos. Traer un hijo al mundo es lo más lindo que te puede pasar en la vida y qué mejor que compartir esto con todos los que amamos”, concluyó Sofía.
Federico S.: cuatro días antes de que comenzara la cuarentena había señado su primer departamento
“La llegada de la pandemia me agarró concretando uno de los grandes pasos que soñé en mi vida: comprarme mi casa”, comentó a Infobae Federico S., oriundo de Capital Federal.
El joven de 25 años señó su departamento el lunes previo al comienzo del aislamiento social preventivo y obligatorio: “Busqué mucho un lugar que me gustará y se adapte a lo que quería. Lo encontré pero ahora está todo pausado porque los escribanos no están autorizados a trabajar”.
“Atravesé muchas sensaciones pero las que se me vienen a la mente son frustración, ansiedad y un poco de incertidumbre. Intento pensar que hay gente que la está pasando mal en serio. A pesar de que no puedo concretar ahora mi sueño, no significa que no se va a realizar. Sé que lo voy a poder cumplir tarde o temprano”, enfatizó el joven.
Con la ilusión de poder pisar su nuevo hogar, el joven mantiene un contacto diario con los encargados de la propiedad para asegurarse de que todo siga en pie: “Hay que tener mucha paciencia y entender que todo esto va a pasar pronto. Mientras tanto me voy fijando muebles y detalles que me gustaría tener en mi departamento”.
Josephine M.: está en quinto año de la secundaria y no sabe si se podrán concretar el viaje y la fiesta de egresados
El último año de secundaria es probablemente uno de los más esperados por los estudiantes. Y es que además del viaje de egresados o la fiesta para celebrar el fin de curso, es la última vez que el grupo compartirá un aula. Y la llegada de la pandemia significó que las clases se realicen de manera remota.
“Era un año que se suponía que iba a estar repleto de experiencias hermosas y lo recibimos con muchas expectativas. Como curso, nos da mucha tristeza saber que está en juego el tiempo que compartimos, el viaje, la fiesta y la graduación, ya que probablemente no sucedan como esperábamos”, confesó Josephine M. alumna de quinto año de la secundaria.
La joven aseguró que junto con sus compañeros entienden que es una cuestión de salud pública y que es importante atenderla: “Nos apoyamos mucho entre nosotros, ya que comprendemos como se siente cada uno. Hoy no descartamos la posibilidad de que cambie un poco todo este panorama y vuelvan las cosas a la normalidad tal como habíamos planeado, tampoco nos hacemos ilusiones, somos todos bastante realistas y aguardamos a escuchar cualquier tipo de información oficial, aunque a veces es un poco desesperante la incertidumbre”.
“Todavía no teníamos fecha pactada del viaje de egresados. Hoy no me molesta la idea de un cambio de destino, ya que en nuestro caso iba a ser a Brasil. En cuanto a a fiesta de egresados iba a ser el 10 de noviembre pero ya sabemos que todos los boliches van a permanecer cerrados hasta el año que viene, por ende, no tenemos muchas expectativas de que se haga”, compartió con resignación la joven.
Sin perder las esperanzas, el deseo de la joven es que puedan volver al colegio y terminar quinto año: “Quiero volver a la rutina, volver a ver a mis amigos y disfrutar de esta etapa que la esperamos desde que empezamos la secundaria”, concluyó Josephine.
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