Febrero es el mes de moda. Durante 30 días las mejores firmas del mundo y diseñadores presentan sus colecciones en las ciudades consideradas como las Mecas fashionistas: Nueva York, Londres, Milán y París. Sin embargo, este año fue diferente. La pandemia del coronavirus impidió que algunos shows se llevasen a cabo con público y que otros directamente cancelen sus presentaciones.
Todo comenzó en Milán Fashion Week, cuando se vio al reconocido diseñador Giorgio Armani llegar a la locación de su desfile y colocarse un barbijo a modo de prevención contra el COVID-19. El show del modisto italiano fue el primero en cerrar sus puertas al público por el brote de coronavirus y transmitido vía streaming para todos sus seguidores.
Sin embargo, horas antes de la decisión de Armani, la Camera Nazionale della Moda Italiana había emitido un comunicado de prensa sosteniendo que la realización o no de los shows era decisión de cada marca. Así fue como sucedió con la exposición de Moncler Genius que cerró al público y los desfiles que quedaban en agenda como Hugo Boss y Fila, también se realizaron sin asistentes pero imitando a la firma de lujo, con transmisión online.
Manu Vidal Rivas, productora de modas de desfiles de Argentina Fashion Week opinó en diálogo con Infobae sobre esta nueva modalidad de desfiles que poco a poco los diseñadores tendrán que adaptar a futuro: “Es la decisión correcta acorde al momento que estamos viviendo. Creo que lo positivo del streaming es el alcance. Pero realmente los desfiles no son lo mismo sin gente, aunque pienso que esto será algo transitorio, y que apenas se pueda la gente volverá a presenciar los desfiles”.
Por su parte, Maite Irazu, productora de moda y mega desfiles como el de Silkey dijo: “La moda es eso, un cambio constante, y parte del cambio es adaptarse a las nuevas modalidades, y a las realidades que estamos viviendo. La tecnología avanza a pasos agigantados, y ya las personas casi no consumen revistas y lo hacen todo por vía digital”.
¿Cómo sería planificar un desfile virtual?
Según explicó Vidal Rivas, la planificación sería la misma que uno presencial, teniendo además las medidas de seguridad para los que estén trabajando en el desfile. “La diferencia más grande está en cómo comunicar el desfile desde el streaming, plataformas a utilizar, cómo integrar las redes sociales y que la gente pueda verlo en vivo. Se necesita de un excelente equipo de comunicación audiovisual y soporte de streaming”.
“El trabajo depende de cada tipo de producción que se haga. El mayor trabajo está en el armado de la colección y en el armado de los conjuntos, selección y casting de modelos. Depende del formato que se elija para virtualizar el desfile. El tiempo es exactamente el mismo”, agregó Irazu.
“A las grandes marcas de lujo el streaming les da acceso inmediato e instantáneo a todo el mundo y a todos los consumidores. Para mí ya no tiene sentido hacer un desfile y sentar a 200-300 personas V.I.P, sino que el usuario pueda sentir que está en la primera fila me parece espectacular”, agregó Irazu.
Según Vidal Rivas, uno de los beneficios es el alcance que una transmisión online puede tener. “Es una apuesta también a incorporar desarrollos tecnológicos en la industria de la moda”. Sin embargo, para ella una de las desventajas es no ver toda la puesta en escena y las prendas de cerca.
Para Maite Irazu, una de las contras es lo aspiracional, ya que no es lo mismo presenciar un desfiole en persona que verlo por la computadora o el celular, porque la experiencia es totalmente diferente. Pero lo bueno es que se puede ver la cantidad de veces que uno quiera, para poder analizarlo en detalle.
En Argentina, el calendario de desfiles comenzaba en el mes de marzo con la presentación de la temporada de otoño-invierno 2020, pero esto nunca sucedió ya que se decretó la cuarentena obligatoria y los eventos masivos fueron cancelados y los diseñadores debieron suspender hasta nuevo aviso sus desfiles.
El diseñador de modas Benito Fernández le hizo frente a la pandemia y decidió mostrar su colección de otoño-invierno 2020, Botánica, desde su hogar. “Nos quedemos en nuestras casas, pero no por eso vamos a dejar de crear y mostrar lo que hicimos esta última temporada”, explicó a Infobae.
Hacer la presentación implica disponer de una locación especial, ambientarla, contratar modelos, estilistas, maquilladores, vestuaristas, algo que por el contexto mundial no es posible y es contraproducente. “Para mostrar un trabajo de meses, en esta oportunidad he decidido hacerlo desde mi living en una versión inteligente ”, agregó Benito.
“Son prendas para el invierno con texturas variadas como jean, jersey con lurex, tejidos, chiffon”, detalló su creador, que a raíz de la pandemia y comenzó a realizar unos tapabocas exclusivos que donó al Hospital Pedro Elizalde, ex Casa Cuna, con telas de vestidos de fiesta.
También así lo hizo Jorge Rey, que preparó una colección cápsula de cuatro diseños con las telas y materiales que tenía en su casa inspirada en el COVID-19 desde su ciudad natal, Rufino, Santa Fe y lo transmitió a través de su cuenta de Instagram para todos sus seguidores.
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