El 5 de mayo se celebra el Día Mundial del Asma, una enfermedad cuyos síntomas recurrentes son ataques recurrentes de falta de aire, sibilancias, cerrazón de pecho, tos y despertarse de noche con dificultad para respirar.
Al inicio de la pandemia por el COVID-19, los pacientes con esta patología fueron señalados dentro del grupo de riesgo por tratarse de un virus respiratorio. El doctor Alejandro Videla es médico del Servicio de Neumonología del Hospital Universitario Austral y profesor de Atención Médica Primaria de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, y explicó que “el coronavirus es un virus de impacto respiratorio y causa frecuentemente neumonía. Tener una edad avanzada y padecer una enfermedad subyacente, como las pulmonares, se consideran factores de riesgo asociados con peor evolución”.
El especialista explicó que es probable que muchas personas afectadas sufran cuadros banales que no se pueden distinguir de un resfrío común, pero la presencia de enfermedades respiratorias crónicas como el asma y la EPOC aumentaría el riesgo de sufrir cuadros más graves.
En estas enfermedades existen estados de activación anormal de las defensas del pulmón que llevan a un estado de inflamación también anormal. “Se produce una activación excesiva de los sistemas de inmunidad como los glóbulos blancos y los anticuerpos a nivel de los alvéolos, las unidades funcionales del aparato respiratorio -ahondó el especialista-. Como consecuencia, los pulmones no pueden depurar adecuadamente partículas inhaladas y no pueden defenderse adecuadamente de virus y bacterias”.
Sin embargo, el nuevo coronavirus tiene una alta capacidad infectiva (una persona infecta a tres) pero baja capacidad de producir enfermedad grave. Según la Organización Mundal de la Salud (OMS), “la mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial”.
Un tratamiento apropiado del asma permite controlar la enfermedad y disfrutar de una buena calidad de vida, por eso es importante realizar la consulta a tiempo con un profesional. Incluso algunos niños con formas moderadas de la enfermedad superan sus síntomas con los años.
“Ante la situación actual además de las recomendaciones hechas para toda la población, se recomienda que las personas con enfermedades respiratorias mantengan sus medicaciones de base, reciban la vacunación antigripal y contra el neumococo si tienen indicación de vacunarse, mantengan alguna rutina de actividad física en el domicilio y limpien y ventilen frecuentemente los ambientes en que pasan el tiempo”, finalizó el especialista.
En tanto los coordinadores de la Sección Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria Marcos Hernández (MN 117869) y Walter Mattarucco (MN 80161) hicieron algunas recomendaciones sobre el tratamiento habitual para pacientes con asma.
Y tras asegurar que “durante estos momentos de emergencia sanitaria es fundamental el cumplimiento estricto del tratamiento para poder tener un buen control de la patología de base”, señalaron que “no existe evidencia que demuestre que los tratamientos que se emplean para el mantenimiento del asma empeoren el pronóstico de la enfermedad COVID-19, por tanto suspenderlos podría aumentar el riesgo de padecer exacerbación de asma”.
1- Los pacientes no deben discontinuar su medicación de mantenimiento con corticoides inhalados, independientemente del tipo de dispositivo que utilicen (inhaladores presurizados multidosis [MDI] o polvo seco), o del esquema de tratamiento indicado (monoterapia o terapia combinada con broncodilatadores de acción prolongada).
2- En caso de estar recibiendo tratamiento con terapias biológicas, la misma no se deberá suspender y se sugiere la aplicación domiciliaria de las mismas.
3- No se recomienda el uso de nebulizadores (de cualquier tipo) por el alto riesgo de dispersión de partículas contaminantes. Para pacientes que disponen de este tipo de dispositivos como único tratamiento inhalatorio, se sugiere reemplazarlo por inhaladores de polvo seco o MDI con aerocámara.
4- Para pacientes con asma grave que reciben corticoides por vía oral como uno más de los fármacos de mantenimiento, no se recomienda su discontinuación.
5- Para pacientes con asma grave que tienen indicación de corticoides vía oral como uno más de los fármacos de mantenimiento, pero por alguna razón aún no lo estén utilizando se recomienda no iniciarlos y utilizar terapias con fármacos biológicos en su lugar.
6- Para todos los pacientes asmáticos se recomienda vacunación antigripal y antineumocócica.
7- El uso de barbijos caseros o cobertores faciales está sujeto a las mismas indicaciones actuales que el resto de la población. Es decir, quienes concurran a lugares públicos donde otras medidas de distanciamiento social sean difíciles de mantener como supermercados, farmacias, bancos, transporte público, etc.
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