Hay pacientes afectados gravemente por el nuevo coronavirus que pueden sufrir una trombosis llamada “coagulación intravascular diseminada”. Esos pacientes también pueden necesitar el uso de respiradores, advierten expertos en infectología, inmunología y hematología consultados por Infobae.
La aclaración surge a partir de que circuló un rumor en redes sociales y plataformas de comunicación por el cual se dice que en Italia se habría empezado a desalentar el uso de los respiradores y a promover la indicación de fármacos para tratar a los enfermos. Pero solo se trata de información falsa que forma parte de la “infodemia” o epidemia de desinformación actual.
Ese rumor sobre esa trombosis en pacientes graves con COVID-19 incluso puede causar daño, ya que genera mayor confusión en los familiares y en el público en general. El uso de los respiradores (o equipos de ventilación mecánica) es necesario si el paciente está en insuficiencia respiratoria, y puede salvar la vida, señaló a Infobae el presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued. La “coagulación intravascular diseminada” es una de las complicaciones más frecuentes de la infección y ya había sido identificada desde las primeras series de casos en China”, agregó.
“La COVID-19 es una nueva enfermedad en el mundo, que recién se describió en enero pasado. Desde la investigación científica en diferentes países, hay grupos que están trabajando tanto para identificar los mecanismos de progresión de la infección del coronavirus -incluyendo las complicaciones- como las potenciales terapias que se pueden indicar específicamente según el momento de la evolución de la infección en cada paciente”, explicó a Infobae Gabriel Rabinovich, investigador en inmunogenética del Conicet y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y miembro extranjero de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos.
“Se sabe hoy que el nuevo coronavirus no sólo puede dañar los pulmones sino también a otros órganos como los riñones de los pacientes. Al comienzo de la enfermedad, el virus infecta a células que expresan el receptor ACE2. Se genera una respuesta inmunológica que permite controlar el virus en la mayoría de los pacientes. Pero en una minoría de pacientes, la enfermedad pasa a una fase severa y se desencadenaría una respuesta inflamatoria exacerbada mediada por macrófagos y otras sustancias. En algunos de esos pacientes graves, se producen fenómenos de trombosis y se está tratando de explicar por qué se generan. Para estos pacientes, se están estudiando diferentes estrategias para reducir la respuesta inflamatoria exacerbada y los fenómenos de trombosis”, agregó.
Hasta el 15% de los pacientes con COVID-19 pasan a la etapa severa con neumonía, insuficiencia respiratoria grave, y shock. “En algunos de los enfermos severos también se puede presentar la “coagulación intravascular diseminada”, que es un tipo particular de trombosis con consumo de factores de la coagulación y plaquetas que ocurre en la microcirculación. Puede ser desencadenada por otros problemas de salud”, afirmó Andrea Rossi, jefa del Servicio de Hematología de la Fundación Favaloro. “Cuando uno de los marcadores de trombosis es muy alto, puede indicar el riesgo de que el paciente desarrolle síndrome de dificultad respiratoria aguda, y que requiera de ventilación mecánica”, subrayó la doctora Rossi.
“Vale aclarar que al desarrollarse la ‘coagulación intravascular diseminada’ no significa que el paciente con COVID-19 deba ser tratado con anticoagulantes obligatoriamente. Porque hasta el momento no se ha demostrado su eficacia para COVID-19 ni su seguridad. Aún no se sabe si los anticoagulantes pueden causar más efectos adversos que beneficios para los pacientes críticos”, alertó Martín Stryjewski, jefe de internación del Centro CEMIC y miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Infectología.
“Aproximadamente, el 50% de los pacientes con COVID-19 en estado crítico necesita de ventilación mecánica, conocida popularmente como respiradores, para aumentar su oxigenación. En los casos de pacientes con trombosis, también pueden necesitar respiradores. No hay evidencia científica que indique lo contrario”, aclaró Stryjewski, con una maestría en investigación clínica por la Universidad de Duke, en los Estados Unidos. Además, informó que los antibióticos se están dando en todos los casos de pacientes críticos.
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