El mundo está atravesando una crisis global que no tiene ninguna relación con nada que se haya vivido antes. Y cuando esta amenaza haya terminado, el mundo va a ser otro. Entonces, cualquier decisión que se tome hoy, va a influir de manera directa en la nueva época que se avecina.
Generaciones enteras están estudiando y trabajando de manera remota. Hasta hoy se hablaba del trabajo y el estudio como fenómenos sociales. A partir de hoy, parece que la conexión en línea es la mejor, o única opción. Y quedan en el olvido décadas de debate acerca del avance de la tecnología en el mundo del trabajo y de la educación. Si en poco tiempo se comprendió que, dada la emergencia actual, el mejor antídoto parece ser el aislamiento y la distancia social, no hay mucho más por debatir.
Es por eso que el costado humano del trabajo a distancia se vuelve crucial. En cualquier tipo de liderazgo, ya sea un líder experimentado en manejar equipos de trabajo remoto, o el líder de una empresa más pequeña con negocio puramente local que está acostumbrado a ver a las personas en sus escritorios es importante contar con herramientas para afrontar esta situación.
En este contexto, Great Place to Work enumeró a Infobae claves para repasar o para adoptar al momento de “liderar desde casa”. Estas son:
1. Confiar en la gente. Es el momento ideal para poner a prueba en este tema: aunque la tecnología continúe cambiando las formas de trabajar, las necesidades psicológicas de seguridad de las personas se mantienen constantes. Por eso, es importante hacerles saber de sobremanera que la persona está para lo que necesiten y que se sabe que ellos están poniendo su mejor esfuerzo en un contexto que, para muchos, es nuevo y a su vez, de alta incertidumbre.
2. Enfocarse en resultados que los equipos deben lograr, no tanto en las tareas. Las maneras de lograr resultados se van a ver alteradas por el ritmo vertiginoso de los acontecimientos. Es un buen momento para abandonar el micromanagement. Para esto es necesario reestablecer objetivos de corto alcance e ir probando cómo se cumplen. Contar con métricas propias del equipo es una excelente herramienta para cuando se necesites establecer los siguientes objetivos.
3. Comunicar claramente esos objetivos y sus plazos de cumplimiento. En este sentido, muchos de los miembros del equipo están lidiando en paralelo con las tareas de los niños y las domésticas. Además de estar lidiando con la ansiedad familiar y la propia. En este sentido, el lider debe evitar la tentación de enviar pedidos extras más allá de lo acordado.
4. Establecer acuerdos de en qué momento de la semana se van a realizar las reuniones formales de seguimiento. El líder debe mantenerse flexible al momento de hacer alguna modificación
5. Informar diariamente. Cada líder manejará más información que ellos a la vez que ellos van a quedar más aislados del día a día organizacional. Hay que mantenerlos al tanto de las decisiones que se van tomando.
6. Brindar y pedir feedback constante. No se debe presuponer nada: ni que tienen la información suficiente para realizar sus tareas ni que el líder está haciendo lo que ellos esperan.
7. Reconocer los esfuerzos y alentar a seguir adelante. Aunque todo se vuelva más lento y los resultados tarden en llegar, el líder debe recordar que, al igual que todos están haciendo su aprendizaje.
8. Cuidar a la gente: cuerpo y mente. Recordar la importancia de la postura física frente a la pantalla y de realizar pausas activas. De ser necesario, diseñar una rutina diaria de trabajo en la medida de lo posible. Aconsejarlos acerca de los riesgos sobre la salud de aumentar los niveles de estrés y ansiedad y que traten de informarse siempre vía medios oficiales del país en donde se encuentran.
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