Estamos en una guerra mundial sanitaria contra el coronavirus. Argentina está logrando grandes resultados en esta batalla por la salud y la vida y tiene que continuar con las medidas de cuarentena fuertes ya tomadas, por eso es importante que en este momento de unidad nacional, haya responsabilidad individual, social y colectiva.
Los países de Europa reaccionaron muy tardíamente frente al COVID-19. En consecuencia, la realidad es muy grave y triste desde hace tres meses, y se observa en el número de afectados y fallecidos: Italia, España y Francia llevan la peor posición, pero la situación es mala en toda Europa: la crisis del coronavirus está fuera de control.
Los sistemas de salud están colapsados. Hubo un gran error de evaluación: negligencia, y/o negación de la velocidad y peligrosidad del virus y/o otras causas, entre ellas económicas. Los países de Europa tomaron muy tarde la medida del confinamiento o la cuarentena de sus poblaciones, que debería haber sido la primera medida y la más indispensable a tomar ante este virus.
Argentina y el COVID-19
El confinamiento o cuarentena de la población es la primera e indispensable medida a tomar contra este virus, además, por supuesto, de las medidas de higiene preventivas ya conocidas y protegerse con barbijos de confección artesanal, doméstica o de la economía de proximidad.
Muy pocos países del mundo tomaron medidas de aislamiento tempranas fuertes (y lo suficientemente largas) desde el comienzo de COVID-19. Son ellos, precisamente, los que tienen tienen los mejores resultados frente a este virus y que pueden controlar la pandemia mejor. Argentina está hoy entre esos países, y es el único en Occidente que tomó esas medidas desde el comienzo con los mejores resultados frente al coronavirus.
Los resultados están a la vista: las cifras de infectados y fallecidos por país, la proporción de los mismos por número de habitantes en cada país, y la comparación de las curvas de evolución de afectados en cada país hablan por sí mismas.
Es crucial en este período de la cuarentena prolongada en Argentina aceptarla como tal, pues es la única manera de salvarnos. “De la economía se vuelve (y varias veces), de la muerte no se vuelve”, debe ser el leitmotiv para ganarle a este virus. Hay que recordar que es una guerra sanitaria contra el coronavirus, no tiempo de vacaciones.
Eso importante, por supuesto, tratar a los pacientes con tratamientos terapéuticos administrados muy rápidamente después de los primeros síntomas, y el uso de asistencia respiratoria cuando sea necesario, también de manera rápida. El tratamiento con hidroxicloroquina y la investigación científica que lo acompaña deben considerarse para así poder vencer, entre todos, este virus.
La doctora y profesora Norma Graciela Sánchez es una física argentina que reside en París. Es la directora de la Escuela Internacional de Astrofisica Chalonge-de Vega, directora de investigación en el Observatoire de Paris y el CNRS de Francia.
SEGUÍ LEYENDO: