Dentro de los métodos de prevención, el primero al que recurrió la población, además del alcohol en gel, fue el de la mascarilla. Sin embargo, su uso desmedido e injustificado llevó a que muchas entidades sanitarias se pronunciaran al respecto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) especificó que usar un barbijo es necesario únicamente para personas que presenten síntomas respiratorios. En Argentina fue la Sociedad Argentina de Infectología la que desaconsejó a la población utilizar los barbijos como método de prevención.
En el texto, explican que “los virus respiratorios, incluyendo el 2019-nCoV, no se encuentran suspendidos en el aire. Es necesario que una persona infectada con dicho virus lo elimine a través de sus secreciones, y solo estarán expuestos quienes se encuentren a corta distancia”.
Sin embargo, en una videoconferencia con periodistas organizada este martes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la doctora Seon Kui Lee, directora de la División de Evaluación de Riesgos y Cooperación Internacional del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur (KCDC), dio algunos consejos para contener la pandemia en base a la exitosa experiencia coreana.
"En cuanto al uso de mascarillas por parte del público, nosotros recomendamos que las usen solamente quienes tienen síntomas. Pero como el COVID-19 muestra muy pocos síntomas en muchos casos, también recomendamos su uso a quienes por su trabajo estén en contacto con mucha gente. Como tenemos faltantes de mascarillas para la población, el Gobierno las suministra a 1,5 dólar cada una, pero permite comprar un máximo de dos por persona cada semana”.
En este contexto, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicaron en cuatro pasos cuál es la manera correcta de usar una mascarilla:
-Antes de colocarse una mascarilla, realice la higiene de manos con un desinfectante para manos o a base de alcohol o con agua y jabón.
-Cúbrase la boca y la nariz con las mascarillas y asegúrese de que no haya espacios entre su cara y su mascarilla.
-Evite tocar la mascarilla mientras la use. Si lo hace, realice la higiene de manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o con jabón y agua.
-Reemplace la mascarilla nueva con una tan pronto como esté húmeda y no reutilice las mascarillas de un solo uso.
“Solo cuando una persona con síntomas respiratorios y que dice que viene de algunos de los países de riesgo o que estuvo con alguien enfermo consulta rápidamente en la guardia médica, le ponemos uno de estos barbijos para que evitemos que sus secreciones se dispersen en el ambiente", dijo a Infobae la doctora Gabriela Piovano, médica infectóloga del Hospital Muñiz.
Y agregó: “Las personas que lo asisten, enfermeros, médicos, y los que lo reciben utilizarán el barbijo quirúrgico. El barbijo N95 queda exclusivamente reservado para el personal de salud que le haga algún procedimiento a la persona enferma que va a aerosolizar el ambiente, situación que solo se da cuando le tomamos una muestra respiratoria o hacemos otros procedimientos. La OMS, el CDC, el Ministerio de Salud nos dicen que la población en general no debe utilizar máscaras para protegerse”.
Por otro lado, la infectóloga Paula Rodríguez Iantorno aseguró a Infobae que el barbijo solo lo debe utilizar el personal de salud en el momento adecuado y los pacientes con síntomas: “Tanto en casos sospechosos o confirmados de COVID-19 como otras patologías respiratorias”.
Cuál es la diferencia entre las diferentes mascarillas
“Disponemos de dos tipos de barbijos. El primero, conocido como barbijo quirúrgico, lo utilizan los cirujanos y tiene sentido para que el personal de salud se lo coloque y cuando el cirujano opera evita que sus secreciones expongan al paciente. También lo utilizamos cuando hay personas que tienen infecciones respiratorias y se lo colocamos a la persona afectada para que, cuando hable o tosa, no elimine secreciones en el ambiente”, explicó a Infobae Gustavo Lopardo, médico infectólogo ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) (M.N. 74.429).
"Existe otro barbijo o máscara más sofisticada y por supuesto de mayor costo, que tiene poros mucho más pequeños, entran con mucha dificultad acá las pequeñas gotas, pero además tiene la posibilidad de que se sella a todo su alrededor y no entra prácticamente ninguna partícula. Este no solo protege de casi todo microorganismo, sino que si hubiera vapores o humo en el ambiente también nos protege”, aseguró.
A pesar del incremento de la cantidad de casos en Argentina y en el mundo, los especialistas estuvieron en la misma línea: el barbijo como prevención no sirve, sino que es útil únicamente para aquellos que ya estén contagiados o los que se encuentren a pocos metros de distancia de alguien con coronavirus.
“Ante cuadros respiratorios consultar, y siempre buen lavado de manos, que ayuda a prevenir este y muchos otros virus. Cuando era chico, me habían enseñado que al toser o al estornudar me tenía que tapar con las manos. Pero hace once años, en 2009, con la pandemia (gripe H1N1), aprendimos que esto no es lo mejor, porque cuando hacemos esto nuestras manos quedan muy altamente colonizadas con microorganismos. Lo mejor es lo que llamamos etiqueta de tos, toser o estornudar al pliegue del codo, con el que habitualmente no tocamos a nadie. E igual siempre después es recomendable lavarnos las manos, con agua y jabón o alcohol en gel”, dijo Lopardo.
Infografía: Marcelo Regalado
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