El nuevo coronavirus es una enfermedad respiratoria, por lo que se propaga típicamente por medio de gotitas en el aire. Cuando una persona infectada tose o estornuda, las gotas portadoras de partículas virales pueden caer sobre la nariz o la boca de otra persona o ser inhaladas.
Sin embargo, una persona también puede contraer el nuevo coronavirus si toca una superficie u objeto que tenga partículas virales y luego se toca la boca, la nariz o los ojos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La duración exacta de la vida del virus en una superficie -un poste, una baranda o incluso el dinero- depende de muchos factores, incluyendo la temperatura, la humedad y el tipo de superficie circundante.
“Depende del tipo de superficie, de la concentración del virus, la temperatura y la humedad, lo que se sabe es que el coronavirus puede sobrevivir desde algunas horas hasta tres días”, aseguró a Infobae el ingeniero Martín Piña, director de la carrera de Ingeniería en Alimentos de Fundación UADE.
Se cree que el virus SARS-CoV-2, responsable de la actual pandemia de coronavirus, puede vivir en superficies de acero inoxidable por hasta 72 horas, cartón por hasta 24 horas y en cobre por 4 horas y aún ser contagioso. Otros coronavirus pueden vivir en superficies de metal, plástico y vidrio durante cuatro o cinco días, y pueden persistir hasta nueve días, dependiendo de la temperatura y la humedad.
Ante las medidas prevención que incluyen la cuarentena obligatoria -o, dicho correctamente, aislamiento social obligatorio-, las personas vieron la necesidad de organizarse de una manera diferente para evitar la circulación en la calle y modificar sus hábitos. Uno de los ejemplos más claros es el de las compras en el supermercado; se abastecieron de alimentos para cumplir con la medida tomada por el gobierno y otros optaron por realizar sus pedidos a través de las compras online.
Siguiendo esta misma línea, una parte de los locales gastronómicos decidió cerrar sus puertas, pero del otro lado se encuentran los que continúan con la producción de alimentos y que comercializarán sus productos con distintas aplicaciones de delivery que operan en el país. Pero, ¿es seguro pedir comida por delivery? ¿Hay posibilidades de contagio?
Recientemente, el inmunólogo galardonado con el Premio Nobel y miembro de la Academia Australiana de Ciencias, el profesor Peter Doherty, habló sobre la importancia de desinfectar los envases de comida para llevar durante la pandemia de coronavirus.
El profesor de la Universidad de Melbourne dijo que la forma en que traemos comida a nuestra casa es un aspecto del contagio que deberíamos tener más en cuenta. “Vale la pena pensar en una posible infección cuando tocamos la caja de una pizza o un recipiente de plástico”, dijo en un video de YouTube de la Academia Australiana de Ciencias.
¿Es necesario desinfectar el packaging?
Un estudio reciente publicado en la revista médica The New England Journal of Medicine de científicos de un laboratorio federal informó que el SARS-CoV-2, el virus que causa la actual pandemia de coronavirus, puede vivir en superficies de plástico y acero inoxidable por hasta 72 horas, en cartón por hasta 24 horas y en cobre por 4 horas.
“El mejor curso de acción con los recipientes de comida para llevar, las cajas de pizza y el cartón es practicar la precaución tanto como sea posible. Si ordenamos pizza deberíamos tomar la caja y sacar la comida, luego asegurarse de que la caja esté fuera del camino y lavarse las manos”, explicó.
A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que “la probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja y el riesgo de contraer el virus causante de la enfermedad por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es baja”, los especialistas recomiendan su desinfección.
Para desinfectar adecuadamente las superficies, aconsejan usar limpiadores a base de alcohol que contengan al menos un 70% de alcohol o lavandina -un pocillo de café del producto que equivalen a 100 ml en 10 litros de agua-, para limpiar tanto las bolsas como envases de plástico en donde se envía la comida.
Para tratar con recipientes plásticos, Doherty recomienda transferir la comida a recipientes propios antes de guardarla en el refrigerador y lavarse las manos. De cualquier forma, se pueden rociar las cajas plásticas de envíos con limpiadores a base de alcohol.
“No creo que estas cosas sean una fuente importante de infección, pero es algo a tener en cuenta”, dijo el especialista. “Con la epidemia de SARS, ciertamente vimos personas limpiando los botones de los ascensores”.
El profesor Doherty también mencionó el uso de barbijo y por qué podría ser una buena dejar de cubrirse la boca y la nariz si estamos sanos. “No creo que haya ningún problema con estar al aire libre. Dependiendo de cuán buena sea la máscara, puede humedecerse o llenarse de moco, sudor y saliva, y si está mojada, la persona podría correr un mayor riesgo de contagiarse”, expresó.
¿Los billetes pueden transmitir el coronavirus?
La Organización Mundial de la Salud rechazó recientemente un informe publicado en medios de comunicación británicos que señalaba que la agencia de la ONU había vinculado el COVID-19 con el dinero en efectivo.
Según señaló la portavoz de la OMS, Fadela Chaib, en declaraciones a través de correo electrónico a MarketWatch, la agencia de las Naciones Unidas “no” dijo que el efectivo estaba transmitiendo el nuevo coronavirus. “Tergiversaron nuestras palabras”, comentó.
En declaraciones publicadas por la agencia Europapress, la portavoz trató de aclarar los comentarios sobre un artículo ampliamente citado en medios de comunicación del Reino Unido que apuntaba que la OMS había dicho que “los billetes podrían estar propagando el nuevo coronavirus” y que “los clientes deberían lavarse las manos después de tocar los billetes porque el virus infeccioso puede aferrarse a la superficie durante varios días”.
El informe de los medios también decía que la OMS había sugerido a los clientes que usaran pagos sin contacto. “Nos preguntaron si pensábamos que los billetes podrían transmitir COVID-19 y dijimos que la gente debería lavarse las manos después de manipular dinero, especialmente si manipula o come alimentos, pues es una buena práctica de higiene”, agregó.
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