Para los especialistas más prestigiosos del planeta, el fin de la pandemia del coronavirus llegará de la mano de un medicamento que permita derrotar el virus y prevenga nuevos contagios. En concordancia con esta misión, apenas iniciada la expansión de la pandemia, el Instituto Weizmann de Ciencias anunció el inicio de sus investigaciones en torno a una posible vacuna.
Había presagiado que en un mes más esperaban comenzar los testeos en animales de algún preparado viable en ese sentido. Ese mes se está cumpliendo ahora y la palabra empeñada se vuelve realidad, de modo que las pruebas en animales comenzarían de manera inminente.
En sus laboratorios existen grupos de investigación que están volcados en trabajar estrategias para apaciguar esta epidemia. La estrategia que un grupo particular del centro, liderado por el doctor Nir London del Departamento de Química Orgánica, en colaboración con el doctor Frank von Delft de la Universidad de Oxford, ha llevado a cabo es la de trabajar sobre la detección de una molécula capaz de bloquear la actividad de la enzima proteasa viral, impidiendo así su reproducción, y por ende interrumpiendo la infección. Todo ello a partir de escenarios computacionales.
El inicio de la tarea
A partir del momento en que China hizo público el genoma de la mutación de este coronavirus a comienzos de enero, este equipo investigador decidió modelar en computadora la proteasa viral y probar una librería de moléculas posibles para vislumbrar cuáles corresponderían al sitio activo de la enzima contribuyendo a inactivarla, una práctica que se corresponde con química orgánica de computadora. De este trabajo, el grupo detectó 100 posibles sustancias que teóricamente y según la estructura molecular funcionarían para inactivar al virus SARS-CoV-2.
Para acortar los tiempos posibles de desarrollo de un medicamento, el Instituto Weizmann reveló a la comunidad médica estos resultados en un estudio open source (de código abierto) pocas veces experimentado antes. El objetivo ha sido compartir el saber para trabajar en la búsqueda de aquellas moléculas o derivados que pudieran ser exitosos. Ese tiempo parece haber llegado y los primeros testeos en animales serían inminentes.
La doctora Noam Stern-Ginossar, investigadora principal del Departamento de Genética Molecular de la institución, señaló que “básicamente, el hecho de que nunca nos hayamos encontrado este coronavirus significa que nadie tiene anticuerpos contra esta variedad. Nadie ha tenido una respuesta para esto. Y, por consiguiente, una vez que la gente se infecte ellos van a generar estos anticuerpos y esto prevendrá que ocurra una segunda infección".
En cuanto a la posible vacuna, la investigadora del Weizmann indicó: “Sabemos qué es lo que hay que hacer, y no va a ser muy difícil desarrollarla, es solo que toma mucho tiempo. Se necesita hacer todas las pruebas clínicas y luego pasar a producción masiva". Se trata, dijo, "de procesos que toman un tiempo largo”.
La panacea no es tan compleja
“El principio de la vacuna es bastante simple -continúa la especialista-, básicamente inyectamos en el cuerpo algo del virus, entonces nuestro sistema inmunológico ‘ve’ al virus, aprende a reconocer algunas de sus características y desarrolla los anticuerpos necesarios. Una vez que el cuerpo desarrolló esos anticuerpos, cuando se encuentre con el verdadero patógeno el cuerpo, ya tiene las defensas adecuadas desarrolladas”.
La investigadora indica que aún si las personas no fueran vacunadas, en el tiempo la gran mayoría desarrollara este mismo tipo de inmunidad frente al coronavirus. “La vacuna permite hacerlo rápidamente -dice- con una respuesta mucho más fuerte y veloz”.
“La forma en que esta pandemia ha cambiado nuestras vidas ilustra cuán profundamente entrelazada está nuestra comunidad global: cómo nuestro propio bienestar depende del bienestar de los demás y cuán similares son nuestras realidades individuales y sociales”, ha declarado públicamente el profesor Alon Chen, presidente del Instituto Weizmann. “El mundo ahora está mirando a la ciencia, con expectativa, esperanza y confianza de que los investigadores encontrarán una solución a esta crisis y ayudarán a prevenir futuras”, completó. En este contexto, está a la puertas de lograrlo.
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