“Para ganar, debemos atacar el virus con estrategias agresivas y bien dirigidas: hacer el test a cada caso sospechoso, aislar cada caso confirmado y hallar y poner en cuarentena a cada una de las personas con las que estuvo en contacto estrecho”. La recomendación del director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, es reiterada por el titular del organismo en cada oportunidad que toma la palabra en público.
El test al que se refiere es el RT-PCR, que permite saber si una persona está contagiado por el COVID-19 en el momento en que este se realiza.
Basado en un análisis genético, la prueba se realiza introduciendo profundamente un hisopo (un palillo recubierto de algodón en su punta) en la nariz del paciente. El resultado se obtiene en unas horas.
En estas últimas semanas, se puso como ejemplo a Corea del Sur, puesto que realizó una campaña masiva de diagnóstico con 300 mil tests, aisló a personas contagiadas y vigiló a sus ciudadanos mediante cámaras y controlando el uso de sus tarjetas de crédito y de sus celulares.
Así, la experiencia internacional en la lucha contra el coronavirus muestra comportamientos muy diferentes. Por caso, Corea tiene 9.240 infectados y su tasa promedio diaria de nuevos casos en las últimas dos semanas fue de apenas 2%. Italia ya cuenta más de 74 mil casos y su tasa de nuevos casos es de 20% diario. España está por los 56 mil casos y su tasa de nuevos casos crece a 36% por día. Hace dos semanas, Corea tenía 8 mil casos e Italia y España estaban muy por debajo de esa cifra.
¿Por qué Corea pudo controlar las infecciones? Porque además del aislamiento aplicó una estrategia de test masivos a la población detectando coronavirus. La cantidad de test realizados de Corea para detectar el coronavirus es de 6.150 por millón de habitantes. En Italia la cantidad de test para detectar el coronavirus es de 3.500 por millón de habitantes y en España es de 650 por millón de habitantes.
Consultado sobre ésa recomendación, el prestigioso médico neurólogo Conrado Estol, explicó a Infobae que aumentar el testeo tiene “dos razones fundamentales”.
“Por un lado, definir el denominador”, comenzó. “La cantidad de muertos no es exacta, el conteo de muertos puede tener una mínima variación. Pero el número de infectados sí está mal, y eso sí es certero: un trabajo publicado en la revista Science da cuenta de que los enfermos pueden ser hasta diez veces más de las cifras oficiales, por lo que si ahora dicen que hay más de 490 mil (al momento de hacer esta nota), debe haber cuatro millones novecientos mil”.
Para él, “mientras más se testea, más seguridad se tiene acerca de cuántos son los infectados, y al saber cuántos son los infectados -y saber cuántos son los muertos- la tasa de mortalidad generalmente va a ser más baja”. O sea, si no se cuenta el total de los infectados y se mueren 100 personas la tasa va a dar que la mortalidad es alta. “En contraposición, si se cuentan la mayoría de los infectados y se mueren 100 personas la mortalidad será baja, como en el caso de Alemania”, precisó.
“En Italia, la mortalidad es del 10% mientras que en Alemania es 0,4%; y esa es la diferencia entre conocer el problema y no hacer nada al respecto o hacerlo mal”, consideró el experto, para quien “en la Argentina seguro hay un subregistro de casos”, aunque “si hay ocho muertos y 502 infectados los números son razonables y si se testea diez veces más va a dar una proporción similar”.
La segunda razón (por la cual es clave aumentar los testeos) “es más simple todavía: el testeo muestra quién está infectado, y al saber quién está infectado se sabe quiénes estuvieron en contacto con esa persona y se puede aislar más a los infectados, que sería lo correcto de hacer; y detectar más a los asintomáticos que se pueden haber infectado de ese infectado, y entonces limitar mucho más la epidemia”, reforzó Estol.
“Aumentar los testeos permite realmente saber a quién identificar. A medida que avance el brote, y teniendo en cuenta que el 60% de la población mundial quizás lo tenga, llega un momento en que el testeo va a tener menos importancia, por lo que ahora es clave”, advirtió en diálogo con Infobae Ángela Gentile, parte del comité de expertos, jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Gutiérrez.
“Los testeos ayudan a aplanar la curva porque al poder identificar el caso se permiten adoptar mejores medidas de barrera a un caso que acabamos de confirmar”, continuó la especialista.
Para cualquier país, según Tedros, “una de las cosas más importantes es el compromiso político al más alto nivel”. “Todos los países deberían poder evaluar todos los casos sospechosos. No pueden luchar contra esta pandemia con los ojos vendados; deberían saber dónde están los casos”.
En la Argentina, el proceso de descentralización para detectar coronavirus, comenzó el pasado viernes con el arribo al país de más de 57 mil kits e incluyó la capacitación online de bioquímicos de las instituciones de las 24 jurisdicciones del país que se harán cargo de realizar el test de diagnóstico. Desde este lunes 23 en cinco provincias del país realizan el test que hasta ese momento sólo se hacía en el Instituto Malbrán, confirmaron a Infobae fuentes autorizadas de esa institución.
Así, además de en CABA, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Chaco cuentan con los materiales para realizar los testeos. “Al día de hoy, las provincias más comprometidas tienen los kits y ya están realizando los hisopados para confirmar o descartar casos de coronavirus”, informaron fuentes confiables del Malbrán, que destacaron que el que se está realizando en el país es “el test biomolecular”, cuyo resultado demora entre 24 y 48 horas.
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