Con más de 396 mil casos y 17 mil muertos en todo el mundo, el coronavirus tiene el mundo en vilo y, en plena pandemia, muchos son los países que, a criterio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) testean menos de lo recomendado.
Así, el principal funcionario de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó a algunas naciones por no hacer lo suficiente para detectar y contener el coronavirus. “No hemos visto un aumento lo suficientemente urgente en las pruebas, el aislamiento y el rastreo de contactos, que es la columna vertebral de la respuesta”, dijo Adhanom Ghebreyesus.
La experiencia de Corea del Sur muestra que “la capacidad diagnóstica a escala es clave para el control de epidemias”, dijo en tanto Raina MacIntyre, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney. “El rastreo de contactos también es muy influyente en el control de epidemias, como lo es el aislamiento de casos”, sostiene.
“Tenemos un mensaje simple para todos los países: prueben, prueben, prueben. Prueben cada caso sospechoso. Si dan positivo, aislarlos y descubrir con quién han estado en contacto dos días antes de que desarrollaran síntomas y también evaluar a esas personas, es clave”, expresó el director de la OMS, en una estrategia similar que la que se emplea para controlar el VIH-sida y el ébola.
Consultado sobre ésa recomendación, el prestigioso médico neurólogo Conrado Estol, explicó a Infobae que aumentar el testeo tiene “dos razones fundamentales”.
“Por un lado, definir el denominador”, comenzó. “La cantidad de muertos no es exacta, el conteo de muertos puede tener una mínima variación, aunque el número sea bastante cercano a la realidad. Pero el número de infectados sí sabemos que está mal, y eso sí es certero: un trabajo publicado en la revista Science da cuenta de que los enfermos pueden ser hasta diez veces más de las cifras oficiales, por lo que si ahora dicen que hay más de 390 mil (al momento de hacer esta nota), debe haber tres millones novecientos mil”.
Para él, “mientras más se testea, más seguridad se tiene acerca de cuántos son los infectados, y al saber cuántos son los infectados -y saber cuántos son los muertos- la tasa de mortalidad generalmente va a ser más baja”. O sea, si no se cuenta el total de los infectados y se mueren 100 personas la tasa va a dar que la mortalidad es alta. “En contraposición, si se cuentan la mayoría de los infectados y se mueren 100 personas la mortalidad será baja, como en el caso de Alemania”, precisó.
“En Italia, la mortalidad es del 10% mientras que en Alemania es 0,4%; y esa es la diferencia entre conocer el problema y no hacer nada al respecto o hacerlo mal”, consideró el experto, para quien “en la Argentina seguro hay un subregistro de casos”, aunque “si hay cuatro muertos y 301 infectados los números son razonables y si se testea diez veces más va a dar una proporción similar”.
La segunda razón (por la cual es clave aumentar los testeos) “es más simple todavía: el testeo muestra quién está infectado, y al saber quién está infectado se sabe quiénes estuvieron en contacto con esa persona y se puede aislar más a los infectados, que sería lo correcto de hacer; y detectar más a los asintomáticos que se pueden haber infectado de ese infectado, y entonces limitar mucho más la epidemia”, reforzó Estol.
Y tras asegurar que “(el laboratorio) Roche aumentó su producción y está haciendo cinco millones de kits de testeo por mes para distribuir en el mundo”, el especialista destacó que “en Alemania el conteo de casos es alrededor de 30 mil infectados con 130 muertos y los han contado bien. En ellos el conteo de infectados probablemente es más exacto que en otros lugares porque hacen hasta 160 mil testeos por semana, 20 mil o más por día”.
Y acerca de la importancia de, sobre la base del testeo poder aislar a los infectados y a quienes tuvieron contacto con ellos, resaltó que “en países como Israel y Singapur tienen aplicaciones de geolocalización para encontrar a quienes estuvieron en contacto con un infectado desde que dio positivo y hacia atrás (un día o dos antes de tener síntomas) para aislarlos y evitar que sigan propagando la enfermedad”.
“Creo que acá se tomaron las medidas en el momento correcto”, opinó sobre el aislamiento obligatorio dispuesto por el Gobierno el pasado jueves. “La clave es que los argentinos entendamos lo serio que es esto y cómo hay que respetarlo”.
Ante la pregunta de “hasta cuándo”, destacó: “Según la evolución de los casos en la Argentina. No estamos en la exponencialidad de Italia o España, pero hay que ver día a día qué pasa; se necesitan mínimo dos semanas de que el aumento de casos no sea exponencial y ahí el comité de expertos que asesora al presidente dirá qué conviene hacer”.
SEGUÍ LEYENDO