El viernes 20 de marzo a la noche, en su casa de Poolesville, en Maryland, los padres de Piper Franklin trataban de consolarla: la niña, que cumplía siete años al día siguiente, había tenido que cancelar una fiesta largamente planeada por la pandemia del nuevo coronavirus. Aunque entendía que no se podían hacer reuniones en la casa ni en restaurantes y que había que mantener la distancia social con otras personas por el COVID-19, Piper se sentía triste por no poder celebrar.
Su madre, Amanda Hunt Franklin, le contaba por teléfono a una de sus amigas sobre el malestar de la chiquita, y la mujer le contó que había escuchado algo acerca de caravanas de padres en autos para mantener el contacto, sin contacto, entre los niños en eventos especiales. Entonces Hunt Franklin llamó a madres y padres de los amigos de su hija y les preguntó. Todos se pusieron de acuerdo no sólo para festejar de ese modo el cumpleaños de Piper, sino también el de otro niño días más tarde.
“Todos formaron una fila en la calle, e hicieron posters y trajeron globos. Fue realmente, realmente conmovedor y realmente lindo”, dijo la mujer a la filial local de ABC en Baltimore. “Tenemos unos amigos geniales y vivimos en Poolesville, que es una localidad genial. Fue algo especial”.
En un video casero se ve a la niña, con un gorro de cumpleaños, saludar a la caravana de automóviles que pasa por su casa, todos con carteles y globos y adultos y niños que la felicitan por sus siete años. Algunos la saludaron con la bocina; otros le dejaron regalos y otros, golosinas que arrojaban o le daban manteniendo la distancia.
“¡Fue emocionante!”, dijo Piper, quien no se esperaba la sorpresa. "Ella no tenía idea”, explicó Hunt Franklin a la rama local de CBS en Baltimore. “Fue precioso”. Ella y su marido comenzaron a hacer sonar “Cumpleaños feliz” en los altavoces de su automóvil, le acercaron el sombrero de cartón verde brillante y le dijeron que mirase hacia la calle. Entonces vio la caravana de niños llevados por sus madres y sus padres.
Luego de la fiesta rodante Piper y su familia desinfectaron los envoltorios de todas las golosinas y los regalos y se lavaron bien las manos, explicó la madre. “Creo que esto será una nueva tendencia”, opinó. “Ya tenemos otro desfile mañana: vamos a sorprender a un niñito en su cumpleaños el lunes”.
Y, en efecto, parece una nueva tendencia: hubo una celebración similar en Cypress, Texas, según informó el Canal 11 local. Quinn Stoebner y Hailey Williams, dos niñas que también cumplieron siete años, habían reservado la academia de gimnasia del pueblo para hacer un festejo conjunto. Pero la imposición del distanciamiento social las obligó a cancelar.
Pero los vecinos organizaron una fiesta drive-through, con carteles y globos y saludos de cumpleaños. Pasaron primero por la casa de Quinn —quien los esperó sentada como una princesa, con todo y tiara en el pelo, en una silla de playa— y luego por la de Hailey.
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