A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares constituyen el 31% de las muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al menos un 80% de esas muertes podrían evitarse si se controlaran los factores de riesgo principales: colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, obesidad, sedentarismo y estrés, entre otros.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre el 20% y 35% de la población adulta de América Latina y el Caribe es hipertensa. El número de personas con esta afección ha ido aumentando en los últimos años y muchos desconocen su condición.
Los científicos han observado que en pacientes hospitalizados, el COVID-19 podría llegar al corazón y causar arritmias, isquemia miocárdica, miocarditis y shock. En Argentina el 80% de las personas mayores de 60 años es hipertenso. El número de infartos e hipertensos es un factor de riesgo contra el coronavirus.
En un contexto en donde el coronavirus COVID-19 registra más de 300 mil casos en todo el mundo, más de 14 mil muertos y 97 mil recuperados, Infobae dialogó con el doctor Fernando Botto, médico cardiólogo (MN 79189), miembro del área de investigación del Instituto Cardiovascular (ICBA), magister en Metodología de la Investigación y Epidemiología Clínica por la Universidad de McMaster de Hamilton, Canadá; magister en Efectividad Clínica por la Universidad de Salud Pública de Harvard y Universidad de Buenos Aires:
-¿Cómo afecta el coronavirus a las personas con afecciones cardíacas?
-En primer lugar diría que en general una gripe común es una situación que puede transformarse en grave con comorbilidades o enfermedades cardiovasculares o respiratorias. Por eso es que en general a todos los pacientes con este antecedente por encima de los 65 años los médicos recomendamos vacunación contra la gripe, es decir la influenza común y otros virus. Seguramente este virus, el COVID-19 no es una excepción.
¿Por qué es un problema en un paciente con un cuadro gripal o el coronavirus en un paciente con enfermedad cardiovascular? Estos son cuadros con alta fiebre, por encima de los 38°C o inclusive 39 grados y ustedes tienen que saber que durante un episodio de fiebre tan intenso -que todos hemos tenido alguna vez- aumenta la frecuencia cardíaca, estamos taquicárdicos, y seguramente esta es una situación que un organismo muy sano puede tolerar normalmente, en tanto que algunas personas que tienen problemas cardíacos, de las válvulas, infartos previos, operados, con insuficiencias cardíacas, arritmias, esto puede generar una descompensación. Eso es en general con la gripe que podría ser equivalente también con el coronavirus. En el caso particular del coronavirus, además, como tiene cierta predilección por generar un poquito más de complicaciones que la gripe común a nivel respiratorio y de la oxigenación, esto le agregaría un plus al riesgo de los pacientes cardiovasculares. Por eso es que se está viendo que la mortalidad de este virus está siendo alta en los pacientes añosos o por lo menos por encima de 65 años a 70 años, sobre todo si tienen enfermedades cardiovasculares, respiratorias, o diabetes previa.
-¿Qué son las comorbilidades?
-Cuándo digo cardiopatías o enfermedad cardíaca todos conocemos que hay varias. La más común en nuestro medio podríamos decir tiene que ver con la enfermedad coronaria, que es la obstrucción de las arterias coronarias, en pacientes que tienen o no un infarto previo, que han recibido cirugía de bypass, o que han recibido angioplastias o stents en las arterias del corazón. Lógicamente dentro de la enfermedad coronaria hay algunos que tienen una enfermedad muy controlada hace muchos años y que la llevan muy bien y quizás hay otros que tienen cuadros más inestables, más complicados.
Seguramente los dos no van a tener el mismo riesgo, los más complicados e inestables van a tener más riesgos. También tenemos enfermedades de las válvulas del corazón, sobre todo cuando hay lo que nosotros decimos valvulopatías severas, sobre todo de la válvula aórtica o mitral. También tendríamos que incluir en estos grupos a los que tienen insuficiencia cardíaca, es decir el corazón dilatado y con poca fuerza. Se trata de pacientes que algunos de ellos están muy estables y algunos de ellos tienen algunas internaciones a lo largo del año. Seguramente este tipo de infección gripal o coronavirus va a descompensar probablemente a la categoría que tiene más complicación cardiovascular pero genéricamente podríamos decir que todos los pacientes con cardiopatías tienen más riesgos cuando son sometidos a una infección seria de este tipo.
-¿Qué sucede en particular con los pacientes hipertensos?
-Los pacientes hipertensos podrían entrar en el contexto de la cardiopatía. La hipertensión es una enfermedad de las arterias, que puede o no comprometer el corazón, no todos los hipertensos están en la misma categoría y no debiera ser una condición para asustar a la gente por ser hipertensos. En estos días se está preguntando acerca de la utilización de dos remedios muy característicos: uno se llama enalapril, perindopril, y esa familia que son los inhibidores de enzima convertidora y otro es losartán, valsartán, telmisartán, etc, que son medicamentos de la misma familia para la hipertensión arterial y se ha dicho que es un factor de riesgo porque los pacientes con coronavirus cuando hacen una infección tienen más riesgo de complicaciones graves (cuando toman estos medicamentos).
Tengo que decir en realidad lo que están diciendo las sociedades científicas, la Sociedad Europea de Hipertensión Arterial, la Sociedad Argentina de Cardiología, las sociedades científicas hoy no avalan hoy modificar ninguna conducta, en cuanto al uso de estos medicamentos. Es decir, los pacientes tienen que seguir utilizándolos como los vienen utilizando para mantener su presión y eventualmente los médicos según el curso de la enfermedad, si correspondiera, podrían decidir suspenderlos o no. No habría que tomar conductas activas hasta nuevo aviso, porque hay algunas experiencias, sobre todo en animales, que muestran que esto puede ser una complicación, pero no está confirmado en la experiencia clínica.
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