Mientras las cifras de contagiados y muertos crece día a día y los científicos comienzan a probar la eficacia de distintas vacunas contra el coronavirus, los médicos buscan con desesperación una respuesta sanitaria efectiva en tratamientos antiinflamatorios para otras enfermedades, que pueda contrarrestar los efectos que produce el COVID-19.
En esa ansiada búsqueda de respuestas y los tiempos cortos que se imponen a los normales en el ámbito médico para probar nuevos tratamientos médicos, varios investigadores comenzaron a tratar a los pacientes más graves de coronavirus con drogas como la cloroquina, la hidroxicloroquina y el remdesivir, este último poco disponible en el mundo.
En línea con lo que está utilizando Estado Unidos y la recomendación que realizó su presidente Donald Trump, en Argentina, el ministro de Salud, Ginés González García, declaró en una entrevista radial que para dar respuesta al avance del COVID-19 se comenzó a probar un fármaco antipalúdico en pacientes infectados con coronavirus.
“Nosotros el antipalúdico, la cloroquina, lo estamos usando en el Hospital Posadas. Hasta ahora los primeros informes son débilmente positivos”, admitió el responsable de la cartera sanitaria.
Pero, ¿qué es la cloroquina y qué efectos produce en el cuerpo?
Dentro de las recomendaciones de tratamiento a pacientes con coronavirus que la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) indica, están presentes las drogas Cloroquina e Hidroxicloroquina.
“Son fármacos se utilizan hace más de 70 años para el tratamiento de la malaria y de diferentes tipos de artritis. Un estudio en más de 100 pacientes demostró los efectos antivirales del fosfato de cloroquina, para pacientes con neumonía por coronavirus. Los pacientes mejoraron la tasa de negativización del virus, acortaron la estancia hospitalaria y mejoraron los resultados de los pacientes”, explica la SADI en un documento al que accedió Infobae.
El doctor Daniel Martínez, médico clínico especialista en geriatría explicó qué son estas drogas antiinflamatorias que se vienen utilizando hace muchos años.
“Existen dos medicamentos eficaces para bajar la inflamación en el organismo. Son la cloroquina y la hidroxicloroquina. Se trata de un medicamento muy viejo, aceptado por la OMS que se utiliza mucho para alivianar los síntomas inflamatorios en las enfermedades artritis rematoidea (AR) y lupus”, indicó Martínez, Jefe del servicio de Geriatría del Hospital Militar Central y médico geriatra de la Clínica de la Memoria de Ineco.
“Ambas son enfermedades inflamatorias sistémicas. La AR produce inflamaciones articulares en manos por ejemplo y puede afectar órganos como el corazón y el riñón. En el caso del lupus, se observan manifestaciones cutáneas e inflamaciones en riñones y cerebro”, precisó el especialista.
Y agregó: “Lo que están haciendo hoy los médicos es aplicar esta droga a los pacientes que padecen coronavirus para ayudar a alivianar el proceso inflamatorio que este virus ejerce en el cuerpo. Desde el punto de vista farmacológico la hidroxicloroquina, es más eficiente para tratar el reuma. Pero estimo que la cloroquina, que también es un antiinflamatorio, está más disponible hoy y es más fácil acceder a ella”.
Un patógeno en el cuerpo y la reacción defensiva
Cuando hay un germen en el organismo como este coronavirus, los linfocitos, que son un tipo de glóbulo blanco, sirven para actuar en nuestra defensa. Son pequeños leucocitos de núcleo redondeado formados en la médula ósea que están presentes en nuestra sangre y en los tejidos linfáticos. Su función está relacionada a los mecanismos de defensa inmunitarios
Existen dos tipos de linfocitos: los linfocitos B y los linfocitos T. Los linfocitos B elaboran anticuerpos y los linfocitos T ayudan a destruir las células tumorales y a controlar las respuestas inmunitarias.
“En ese proceso, cuando los linfocitos T CD4 ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria, se produce una inflamación, que por lo general se manifiesta en fiebre y dolores musculares. Pero si la inflamación excede los parámetros normales, el cuerpo comienza a experimentar un proceso inflamatorio generalizado y peligroso para varios órganos. En el caso del coronavirus, este proceso comienza en la garganta y luego se traslada al pulmón y al hígado”, precisó Martínez.
Y agregó: “Estas drogas sirven para controlar y regular el proceso inflamatorio y la reacción natural de la enfermedad, por ejemplo en malaria y paludismo. En esos casos, al igual que sucede con el coronavirus, se receta paracetamol para bajar la fiebre y el malestar muscular. Pero muchas veces, una enfermedad preexistente agrava este proceso inflamatorio en el cuerpo, produciendo internaciones en terapia intensiva y hasta la muerte”.
La cloroquina fue descubierta en 1934 por el científico italoalemán Hans Andersag. Está en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud, que incluye a las medicinas más seguras y efectivas que se necesitan en un sistema de salud. Es utilizado esencialmente para prevenir y tratar la malaria y, ocasionalmente, se utiliza para la amebiasis que se produce fuera de los intestinos, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso.
El remdesivir –otro de los remedios que se está probando– es una medicación antiviral, originalmente pensada contra el ébola, pero que resultó eficaz contra el MERS y otros coronavirus en estudios en laboratorio.
Hasta ayer, se confirmaron 31 nuevos casos de coronavirus y la cifra de infectados se elevó a 128. Los fallecidos son tres. Para evitar nuevas víctimas y con el objetivo de bajar el crecimiento de la “curva” de pacientes, la cuarentena dispuesta se extenderá hasta el 31 de marzo.
Ginés González García recordó que de los que tienen síntomas el 80% tiene en formas leves absolutas, no tiene necesidad de interrelación y solo se la aísla para que no siga propagando la enfermedad. Pero advirtió que un 20% va a necesitar internación y solo un 5% hará la forma grave de la enfermedad. "De los que hacen forma grave que lo llevan a una consecuencia fatal son del 2 o el 1%”, señaló.
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