En Italia y España se vive una situación dramática: la cantidad de infectados y muertos por la pandemia de COVID-19 aún no se ha detenido, ya que las medidas más drásticas con aislamientos masivos de la población se habrían adoptado un poco tarde. El gobierno de Italia recién obligó a la cuarentena dos semanas después de que el registro ya había notificado 76 infectados y se habían producido 2 muertes, un poco menos que la Argentina hoy que ya tiene 97 infectados en 11 provincias y 3 muertos. En tanto, el gobierno de España recién reaccionó 18 días después de que los casos de infectados habían empezado a dispararse. Fue el sábado pasado 14 de marzo que ordenó al confinamiento masivo de la población. Pero ya el 3 de marzo el Gobierno de España sabía que había 112 casos confirmados con el nuevo coronavirus.
“Si bien resulta difícil la comparación, la Argentina empezó mucho más temprano que Italia en la adopción de medidas drásticas que pueden tener su impacto para frenar la propagación de la infección. Italia hoy tiene más de 35.000 infectados y más de 2.500 muertes. El aumento ha sido logarítmico y nada de lo que han hecho parece haber interrumpido la transmisión. Vamos a ver los resultados de la cuarentena masiva en Italia dentro de 10 días porque el período de incubación ronda ese tiempo”, afirmó Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) al ser consultado por Infobae.
En la Argentina, el Gobierno suspendió las clases y cerró las fronteras el domingo pasado y se suspendieron los partidos de fútbol el martes pasado, entre otras medidas. De acuerdo con los especialistas en infectología, las medidas gubernamentales evitarían que los casos de infectados y las muertes por complicaciones (generalmente en personas con enfermedades pre-existentes como diabetes, cardiovasculares, y respiratorias, hipertensión, entre otras) se desarrollen de manera masiva y súbitamente como ocurrió en Italia y España. Además de las medidas adoptadas, se necesita de la adhesión total de la población argentina para seguir con las medidas de higiene, el aislamiento preventivo y el distanciamiento social.
“En la Argentina, tenemos que monitorear la situación. Porque en los últimos tres días hubo más de 10 casos cada día y podría empeorar. Pero aún no hay evidencia de circulación comunitaria del virus”, expresó Sued, que es director de investigación de la Fundación Huésped.
En Italia los casos diarios eran 76 el 23 de febrero. Pasaron a 1128 la semana siguiente y alcanzaron los 5.883 casos el 8 de marzo. En España, que también notificó a la OMS su primer infectado el 4 de febrero como Italia, la curva de casos de infectados también fue aumentando. Pero la decisiones de poner freno con las cuarentenas masivas en ambos países se tomaron mucho después, cuando la cantidad de casos de infectados ya estaba disparada y se había desbordado la atención en hospitales.
El gobierno de Italia ordenó la “cuarentena” masiva recién el 9 de marzo pasado cuando ya había más de 9.000 infectados y 463 muertos. En España se ordenó la cuarentena total para 47 millones de personas recién el pasado sábado 14 de marzo. Ya tenía más de 6300 casos confirmados y 12 muertos.
El 4 de febrero pasado, Italia notificó a la OMS que se habían detectado 2 casos de personas con la infección COVID-19 en su territorio y que tenían el antecedente de un viaje a China. Dos semanas después y ya había un brote de coronavirus en el norte de Italia con una quincena de casos: se le pidió a 50.000 personas que residen en la provincia de Lodi que se quedaran en sus casas, y se suspendió el carnaval y las misas. Para el 27 de febrero, ya había más de 400 casos y 12 muertes notificadas oficialmente.
“Es muy difícil comparar hoy las curvas de los casos de COVID-19 en los diferentes países -advirtió Sued-. Porque depende de qué definición se usa de caso sospechoso. En algunos casos, puede incluir solo a los que vienen del extranjero y no capturaría la circulación local. En nuestro país, como caso sospechoso, se agregaron a los cuadros de neumonía con asistencia respiratoria mecánica, pero sólo se capturan los casos graves”. Otra diferencia entre los países es el volumen de los testeos diarios de los casos sospechosos.
“Italia tiene una tasa de testeos muy baja y eso hace que parezca que su tasa de mortalidad sea muy alta. En cambio, Corea del Sur tiene una mortalidad baja porque testean masivamente. La Argentina está en una posición intermedia. Las pruebas para hacer los testeos se van a descentralizar esta semana, y eso aumentará la cantidad de pruebas positivas. Y que la curva de nuevos casos de infectados no crezca logarítmicamente también dependerá de que la gente realice los aislamientos preventivos y el aislamiento social”, subrayó.
“Las medidas para contener la propagación del coronavirus en la Argentina se están tomando mucho más oportunamente que Italia, España y Francia. Porque las medidas se están implementando antes del momento en que la curva de casos de infectados por el nuevo coronavirus ascienda, y tendrá un buen impacto. Además, se sabe que una medida aislada no funciona sino que se necesita un paquete de medidas. Si en nuestro país solo se hubieran cerrado las escuelas y no se hubieran implementado el cierre de las fronteras, la limitación de la circulación de gente y la promoción del aislamiento preventivo y el distanciamiento social, el alcance sería limitado. Considero que se están tomando las medidas correctas”, comentó Angela Gentile, infectóloga pediatra, jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Hoy, Europa es el epicentro de la pandemia. China lo fue en enero y febrero. Según la OMS, el 80% de los casos de infectados se concentran en Europa y en la región del Pacífico Oeste. El director volvió ayer a enfatiza que “las medidas de distanciamiento físico -como suspender eventos deportivos, conciertos y grandes encuentros, pueden ayudar a desacelerar la transmisión del virus. Pueden reducir la carga sobre el sistema de salud. Pueden ayudar a hacer que la epidemia sea manejable, permitiendo medidas focalizadas”. Pero no sólo se necesitan esas medidas. Dijo que para suprimir y controlar la epidemia, “los países también deben aislar, detectar, tratar y monitorear”
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