“¿Me tienen que tomar la temperatura?”. “Conozco a alguien que vino de viaje y no está cumpliendo la cuarentena". "El de adelante se llevó hasta el último rollo de papel higiénico”. La pandemia de coronavirus acaparó la agenda y es el tema de conversación constante en todos lados. Muchos están asustados, mientras que otros subestiman la emergencia sanitaria.
Cynthia Zaiatz tuvo la tarea en el Hospital Ángel H. Roffo de tomarle la temperatura a la gente antes de entrar a la guardia del hospital. “La verdad es que hay de todo. Hay buenas reacciones y otras muy malas. La población no tomó conciencia. Justamente les toman la fiebre y muchos se ofuscan y no cooperan”, dijo a Infobae Cynthia Zaiatz.
Si bien el tema es parte de las conversaciones de los argentinos desde principio de año, el coronavirus pasó a dominar la agenda hace unas semanas cuando se registraron los primeros casos en el país.
En este contexto, una encuesta realizada por el Observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló las sensaciones de los argentinos ante esta nueva pandemia. Como primer resultado, se observó que un 74,1% de la población se preocupa por el coronavirus mientras que un 70,9% por el dengue como las dos principales epidemias.
Si hay que dividirlo por zonas, los habitantes de CABA (78,5%) y los del Sur del Gran Buenos Aires (78,1%) son los más preocupados por el coronavirus, siendo los habitantes del interior de la Provincia de Buenos Aires (67,6%) y de Mendoza (67,8%), los menos preocupados.
En cuanto a las creencias sobre la tasa de mortalidad, una amplia mayoría (58%) cree que el coronavirus tiene una tasa inferior al 10%, al dengue la mayoría (43%) lo sitúa entre el 10% y el 25%, mientras que sobre la gripe A, un 40% cree que es inferior al 10% y un 37% lo sitúa entre el 10% y el 25%.
Los más preocupados por la nueva emergencia sanitaria son los ciudadanos de 60 años o más (80,1%), mientras que los jóvenes de 18 a 20 años son los menos preocupados (70,2%).
Cambio de hábitos
A raíz de las medidas de prevención sanitarias como toser en el pliegue del codo, mantener una distancia prudente con el otro, tener higienizada las manos y evitar tocarse la cara, el 51,1% de las personas evita estrechar la mano y/o saludar con un beso, mientras que el 82,8% prefiere evitar lugares públicos en las últimas semanas.
En cuanto a la percepción que tiene la población, el 61,9% considera que nuestro país no está en absoluto preparado para enfrentar la pandemia, mientras que solo el 7,9% considera que sí está preparado. El 52% de la población considera que desde el Estado no se están llevando adelante las acciones necesarias para combatir el virus.
Solo el 31,9% de la población considera que el coronavirus se irá solucionando gradualmente en las próximas semanas o meses, mientras que el 54,6% considera que la situación irá empeorando y el 13,5% que devendrá en una situación incontrolable.
Tras el anuncio de una posible vacuna -en caso de que se desarrolle- el 96,2% de la población estaría dispuesta a vacunarse contra el coronavirus, ya sea de modo preventivo (76,2%) o para tratarlo (20%). El 3,7% no cree en las vacunas.
En cuanto al nivel de preocupación de los adultos mayores, la especialista aseguró que es lógico que sientan más el temor de que les pueda agarrar gripe y morir, ya que se sienten más cercanos o vulnerable a ello. “También es importante que la gente sepa que no hay que ser egoísta porque estamos todos juntos en esto. Tenemos que tomar los recaudos porque sino va a ser un problema grave el que enfrentemos”, enfatizó la psicóloga.
El coronavirus como inquietud planteada con el psicólogo
Ricardo Antonowicz (MN 11556), psicoanalista y coordinador de actividades asistenciales del hospital Borda, reflexionó sobre los aspectos psicológicos vinculados al coronavirus y recomendó “atender la cuestión anímica de la población, sobre todo de aquellos que por su trabajo o estilo de vida se sientan en riesgo”.
“En el consultorio atendemos pacientes aterrados por el COVID-19 que nos acercan historias de vida particulares con relación a antecedentes de miedo a la muerte, miedo a la pérdida de seres queridos, por ejemplo”, precisó el psicólogo.
Y aclaró que “no hay una receta idéntica para todos los casos” y sugirió que si el coronavirus despierta angustia o pánico “no se debe descartar la consulta con un psicoanalista que pueda hacer un abordaje desde la propia historia personal”.
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