Desde el martes 17 de marzo, el presidente Alberto Fernández está implementando el home office desde la residencia de Olivos para dar el ejemplo a todos los argentinos sobre cumplir el aislamiento en tiempos de pandemia por el coronavirus. Esta fue una de las medidas que se tomaron desde el Ministerio de Trabajo, en la que también están incluidos con licencia las personas mayores de 60 años, las embarazadas y los empleados con afecciones de salud crónicas como las respiratorias, pulmonares y cardíacas.
Para el psicólogo Ricardo Antonowicz (MN 11556), las actitudes de los trabajadores para hacer home office son variadas: “Algunas personas lo toman con agrado el estar en su casa, otras tienen fobia y les va a resultar incómodo estar tanto tiempo encerrados, y a otras la idea de estar con su familia también les va a gustar. Sin embargo, esto también va a depender de si los espacios son reducidos o no, porque los chicos no están yendo a la escuela”.
El experto dijo que hay muchas personas que están pendientes de la información que reciben acerca del coronavirus y esto las afecta a nivel psicológico y las pone “nerviosas y tensas”.
Por último, Antonowicz agregó que para algunas personas trabajar home office puede resultarles cómodo porque no tienen relación con el jefe y les permite un mayor espacio de libertad. Otros, en cambio, pueden sentirse solos y con tristeza estando en sus casas.
En diálogo con Infobae, Carina Onorato Bulat, CEO del Equipo Bulat, enumeró 9 reglas básicas del home office para implementar en tiempos de aislamiento para trabajar desde casa.
1. Coordinar horarios de comienzo virtual con nuestros equipos/jefes/compañeros. Hasta que no tengamos internalizada la cultura del trabajo remoto, saber que con quienes nos veíamos la cara a diario y empezábamos todos juntos están en sus casas haciendo lo mismo que nosotros nos genera confianza, nos hace sentir parte.
2. Debemos levantarnos, bañarnos y prepararnos como si fuéramos a ir a nuestro lugar de trabajo. En realidad, entendamos que, pese a no nos movemos de casa, estamos yendo a nuestro lugar de trabajo. Pensemos que una vez que cambiamos la forma de trabajar por la del teletrabajo se nos abrirá un mundo de posibilidades.
3. Poder concentrarnos es todo un desafío. Demos elegir un ambiente tranquilo, con una silla cómoda y que la altura del teclado nos deje el brazo en un ángulo de 90 grados. Preferentemente que no se trate del ambiente donde está la TV o bien, evitemos encenderla. La temperatura se puede chequear desde el teléfono. Evitemos también chequear las redes sociales; es una actividad que podemos dejar para el momento del recreo.
4. Es importante que las familias comprendan que no se trata de un tiempo de vacaciones, sino de medidas que nos cuidan la salud a todos. Por eso, el diálogo oportuno a la hora de la cena que marque las pautas de convivencia para el otro día representa una buena oportunidad para que cada uno reflexione y arme su propia rutina durante este especial tiempo.
5. Más allá de los que demande la organización, generemos una lista de objetivos diarios. Escribirlos al principio del día y chequear su cumplimiento al final puede resultar un gran estímulo, además de darnos una idea de si hacemos un adecuado uso del tiempo.
6. Preparar una bandeja con mate, café, agua y cualquier elemento tal vez ayude a no distraernos yendo y viniendo a la cocina o a cualquier otro ambiente, esto es muy importante. Imaginemos que estamos en nuestra propia oficina, ¿nos pararíamos cada diez minutos a buscar un café?
7. Armar encuentros virtuales con videollamadas con nuestros equipos/jefes/compañeros nos hace bien no solo para realizar un seguimiento de las tareas que cada uno está llevando a cabo, sino, también, al vernos las caras y entender que todos compartimos la dinámica nos genera tranquilidad y pertenencia.
8. En estos tiempos de crisis global es importante que podamos establecer espacios de conexión grupal donde podamos compartir emociones y experiencias, más allá de las establecidas por las propias tareas. Quizás en el horario de almuerzo pueda realizarse una videollamada para compartirlo con quienes lo hacíamos hasta hace unos pocos días.
9. Debemos respetar los horarios siempre. Ningún equipo está disponible las 24 horas. Utilizar el mail, dado que sigue siendo una buena herramienta cuando se debe enviar información fuera del horario establecido. No esperemos respuestas inmediatas de quienes deben estar en su tiempo de descanso ni acostumbremos a darlas fuera de nuestro habitual tiempo de trabajo. Seamos ordenados. Es la clave ante este desafío.
Daniela Aruj, coach y consultora en comunicación, agregó que para el teletrabajo también son fundamentales cuatro puntos que tienen relación con los hijos, la familia, el ambiente y el uso del celular.
- Si los chicos están en casa y no cuento con la posibilidad de aislarme en una habitación “laboral”, lo mejor es mantener una charla familiar explicando que pueden ayudar a mamá/papá jugando en su cuarto y respetando las horas de silencio. Incluso sirven las recompensas del tipo “si me ayudan, a las 18, cuando termino, hacemos una torta juntos, jugamos algún juego en familia o hacemos pochoclo y vemos una película”.
- Si tenemos la posibilidad de almorzar en familia, hagámoslo. Es una de las ventajas que podemos darnos. Elijamos comida de fácil preparación y no tomemos más de una hora para esto.
- El celular es riesgoso. Si bien muchos de nosotros trabajamos con él, un estudio dice que miramos el teléfono más de 100 veces por día, lo que nos distrae y nos impide enfocarnos en nuestro trabajo. Al estar en casa tenemos libertad total para hacerlo, y las redes sociales y el WhatsApp puede sacarnos mucho tiempo valioso.
- Tener a mano esencias, velas aromáticas, música suave, una jarra de limonada casera o lo que les guste, y disfruten con responsabilidad de la oportunidad de trabajar en casa y cuidarnos entre todos
Por su parte, las diseñadoras de interiores Ati y Agustina Sanguinetti, del Estudio Berna, hicieron énfasis en cómo debe estar el ambiente, los colores, la luz y el mobiliario elegido para realizar el home office.
- Ambiente: la clave para un home office productivo es salir de la cama, de la habitación. Eso garantiza una mejor predisposición y energía a la hora de sentarnos a trabajar en nuestro hogar. Lo ideal es tener una habitación o escritorio exclusivo para esto, así se garantiza privacidad y se previenen interrupciones, esta es la clave de una buena concentración. En caso de no tenerlo, hay que tratar de no armar nuestra oficina en la habitación donde dormimos.
- El color: cuando se trata de espacios de trabajo dentro de una casa, hay que buscar paletas en tonos claros y cálidos. Los colores fuertes tienden a ser invasivos en estos ambientes y sacan la atención de donde realmente tiene que estar: el trabajo. Manteniendo un mobiliario de una paleta cerrada y neutra se pueden aprovechar los accesorios para dar los toques de color que faltan. Importantísimo: mantener los accesorios y el espacio ordenado, eso ayuda a que nos organicemos mejor.
- La luz: la luz natural es un factor clave, no es lo mismo pasar horas encerrados en un lugar oscuro que un espacio luminoso con una ventana cerca. Tener un poco de acceso al aire libre o a la luz del día hará que la experiencia sea más relajada y llevadera. Las plantas de interior aportan vida a un espacio y siempre suma, si tienen espacio, un ficus pandurata siempre es una buena opción. Si el espacio de trabajo requiere de luz artificial, optemos por una luz cálida.
- Mobiliario: a la hora de elegir el mobiliario para este espacio, es importante que elijamos algo cómodo y, sobre todo, funcional. Hay que tener en cuenta que nuestra oficina en casa es el espacio donde más tiempo pasaremos. No es lo mismo trabajar solo con la computadora que hacerlo con planos y carpetas, esto nos va a determinar el tamaño de nuestro escritorio. Además, si el espacio lo requiere, se pueden colocar estantes flotantes o estanterías para organizar carpetas y cuadernos, para tener todo a mano.
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