Hasta el martes 17 de marzo, el Ministerio de Salud de la Argentina ha informado que se han confirmado 79 casos de personas con la infección por el nuevo coronavirus. La mayoría de esos enfermos (incluyendo dos fallecidos) son personas que habían estado de viaje en países donde estaba circulando el virus. Sólo el 14% de los casos confirmados se contagiaron dentro de la Argentina a través de la transmisión a partir de personas que habían viajado al extranjero.
Hasta ayer no se había notificado oficialmente ningún “caso autóctono” en el país, una situación que significa que todavía se ha podido identificar quién contagió a quién y se puede atender a cada paciente en aislamiento como parte de la fase de contención de la epidemia.
En azul los casos de contagio (79), y en rojo los fallecidos (2)
El virus causa la enfermedad COVID-19. Se puede contraer por contacto con otra persona que ya está infectada por el coronavirus, a través de las gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. También se puede contraer al tomar objetos o superficies con gotas de los infectados y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca. Si la persona se infecta, los síntomas más comunes son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, dolor de garganta o diarrea.
Para vigilar el curso de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó a los casos de COVID-19 según la fuente de transmisión de la infección. Se considera como “caso importado” a la persona que adquirió la infección en un país diferente al que fue diagnosticada. En la Argentina, el primer caso importado fue notificado el 5 de marzo.
El paciente, de 43 años, estuvo internado en dos clínicas privadas de Capital y ya fue dado de alta. Hasta el martes 17 de marzo, se habían detectado 68 casos importados en el país. Las zonas de mayor riesgo para contraer el coronavirus son hoy China, Corea del Sur, Japón, Irán, Europa, Estados Unidos, Brasil y Chile.
En tanto, la OMS considera “contacto estrecho” a la persona que se ha contagiado a partir de otra que había visitado recientemente países con circulación del coronavirus. En esos casos, hay especialistas en epidemiología que rastrean e identifican al “contacto estrecho” vinculado con un “caso importado”. Ese contagio se puede dar en cualquier persona que haya permanecido a una distancia menor a dos metros de un caso importado.
A través de los análisis de muestras que se realizan en ANLIS/Instituto Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación, ya se confirmaron 11 casos de pacientes con el coronavirus, que son considerados “contactos estrechos”. Esto significa que se pudo diagnosticar la infección en esas personas en el laboratorio y determinar a partir de quiénes se contagiaron a partir de la investigación epidemiológica. Los primeros casos de contactos estrechos en la Argentina fueron reportados el 12 de marzo. Eso quiere decir que hay transmisión local del coronavirus.
La búsqueda de casos importados y contactos estrechos empezó a partir de la advertencia de la OMS en enero pasado sobre el avance del coronavirus (con epicentro en China en ese momento). El Ministerio de Salud de la Nación, a cargo de Ginés González García, puso en marcha un plan que se inició con la fase de contención y que aún perdura. Se persiguió detectar oportunamente los casos importados y sus contactos estrechos, minimizar la transmisión de la enfermedad, y preparar y fortalecer las necesidades de los hospitales, entre otros objetivos.
Hasta ahora no se ha notificado un “caso autóctono”, un término popular que los epidemiólogos casi no utilizan. En la OMS prefieren hablar de “circulación comunitaria” o “transmisión comunitaria”: ocurre cuando ya no es posible identificar quién contagió a quién dentro de un país. En Chile y en Brasil, ya se registraron “casos autóctonos” o mejor dicho “transmisión comunitaria”.
Ese cambio hizo que el Ministerio de Salud de la Nación incluyera a esos dos países limítrofes en la lista de países que integran la zona de riesgo del nuevo coronavirus. Implica que las personas que ingresen desde Chile y Brasil también deben realizar un aislamiento obligatorio durante 14 días y no concurrir a lugares públicos como ámbitos laborales, recreativos, deportivos y sociales. En el caso de los turistas, también deben cumplir el aislamiento preventivo y, si no presentan síntomas, podrán elegir entre cumplir el aislamiento o regresar a su país.
“Cada país debe estar preparado para su primer caso, su primer grupo de casos, su primera prueba de transmisión comunitaria y también para hacer frente a la transmisión comunitaria sostenida. Y debe prepararse para todos esos escenarios al mismo tiempo. Ningún país debe pensar que no va a tener casos. Eso podría ser un error fatal, en un sentido muy literal”, había alertado el 27 de febrero pasado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El foco hoy está puesto en desalentar el avance de la epidemia. Si se detectaran casos de pacientes con el coronavirus sin que se identifique cuál fue el nexo epidemiológico, se pasaría la transmisión comunitaria. Desde el plan del Ministerio se pasaría a la fase de mitigación por la cual, “se deberán priorizar acciones para evitar los casos graves y muertes”. Para evitar entonces la transmisión comunitaria del coronavirus en la Argentina, Carla Vizzotti, Secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio, enfatizó el martes en las recomendaciones que deben seguir los pacientes y la comunidad en general.
Los casos confirmados de COVID-19 siguen un aislamiento que está establecido por la autoridad sanitaria, con seguimiento estricto. Para las personas que han estado en zonas de circulación como Europa, Estados Unidos o China, es obligatorio el aislamiento preventivo durante 14 días “para minimizar la posibilidad de transmisión en una etapa intensiva de contención”. “Existe la posibilidad de que hayan contraído el virus. Lo pueden estar incubando”, afirmó Vizzotti, durante una conferencia en Casa Rosada.
Esas personas que volvieron del extranjero tienen que quedarse en la casa por dos semanas. Pero vale aclarar que los que conviven con ellas pueden seguir una vida normal y tomar precauciones como la higiene de manos frecuente y la “higiene respiratoria”. Además, promovió el “distanciamiento social”, que significa no dar besos ni abrazos, no compartir mates, y reducir la asistencia a clubes, bares, bingos, centros comerciales, y a otros lugares con muchas personas. Los que tienen más riesgo de sufrir complicaciones por la infección COVID-19 son las personas con diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias, inmunosuprimidos, y embarazadas.
“Es el momento en que podemos hacer mucho para limitar el avance del coronavirus en la Argentina. Por un lado, existe la posibilidad de que el virus sufra mutaciones, y por otro, el sistema de salud se puede desbordar. Por lo tanto, es necesario que toda la población tome conciencia, siga las recomendaciones y que se cuide especialmente a las personas mayores que podrían tener complicaciones”, dijo a Infobae el especialista en virología Guillermo Albrieu Llinás, investigador del Conicet en Córdoba.
Las medidas de aislamiento preventivo (que llaman popularmente “cuarentena”), el distanciamiento social, el lavado frecuente de las manos, toser o estornudar sobre el pliegue de tu codo, no llevarse las manos a la cara, ventilar bien los ambientes de la casa y del trabajo, desinfectar los objetos que se usan con frecuencia pueden hacer una gran diferencia para frenar la pandemia. Se busca “aplanar la curva epidémica”, que significa ralentizar (o frenar) la propagación del coronavirus. De esta manera, se desacelerará la aparición de nuevos casos y se reducirá el impacto sobre la atención en los hospitales.
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