Más de 100.000 personas en todo el mundo han sido infectadas por el coronavirus y el número de muertos asciende a más de 4.000. Desde que comenzó el brote en enero, se ha extendido por todo el mundo e Italia ha visto la mayor cantidad de infecciones fuera de China.
Primero vino el barbijo. Ahora, los guantes de látex. Entonces, ¿qué pueden hacer las personas para mantenerse a salvo? ¿Existen medidas prácticas que uno puede tomar para reducir el riesgo de contraer la enfermedad transmitida por el aire, como usar una máscara facial o guantes de látex?
Los seres humanos entramos en contacto con el mundo la mayor parte del tiempo a través de las manos. A través de ellas se toca y se aprende; se escribe, se come, se juega; se da afecto; y se manipula todo tipo de objetos. Esto también las convierte en las principales portadoras de gérmenes, que pueden causar enfermedades.
Las acciones de Top Glove (una compañía de Malasia que fabrica más de 70 mil millones de pares de guantes quirúrgicos al año) han subido un 14 por ciento en las últimas 48 horas, lo que indica un mayor interés. Pero, ¿qué tanto nos protegen?
El Servicio Nacional de Salud (NHS por sus siglas en inglés) asegura que elementos como los barbijos y los guantes juegan un “papel muy importante” en un entorno clínico, pero hay “poca evidencia generalizada” de que sean útiles para los miembros del público.
“El uso de guantes de látex está recomendado para aquellos que atendemos pacientes, pero no para el uso cotidiano porque en realidad todo lo que tocamos con el látex podemos contaminarlo. Lo único que está indicado es el lavado de manos”, aseguró en diálogo con Infobae el infectólogo Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología.
La Organización Mundial de la Salud tampoco ha recomendado que las personas usen guantes o barbijos para protegerse. A los especialistas les preocupa que artículos como los guantes den una “falsa sensación de seguridad” y aseguran que lavarse las manos es una medida de precaución mucho mejor. Las personas preocupadas por la transmisión de enfermedades infecciosas deben priorizar la buena higiene personal, respiratoria y de las manos.
¿Cuál es la mejor manera de prevenir la propagación?
La mejor manera de protegerse y proteger a otros es: lavarse las manos con agua y jabón, o usar un gel desinfectante, regularmente durante todo el día. El hábito del lavado de manos debe naturalizarse e incorporarse como una necesidad constante y una buena práctica para cuidar la salud individual y de la comunidad. La higiene de manos es una de las maneras más efectivas para prevenir y reducir las infecciones asociadas a la atención sanitaria.
En ese sentido, desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) aseguran que el lavado de manos es la manera más efectiva de evitar la propagación de muchas enfermedades. Está claro que la promoción de este hábito es la intervención más económica y con mayor impacto en la salud pública de la población.
Los 11 pasos para una técnica correcta de lavado de manos con agua y jabón
1. Mojarse las manos
2. Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano
3. Frotar las palmas entre sí
4. Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa
5. Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados
6. Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos
7. Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa
8. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa
9. Enjuagar las manos
10. Secarlas con una toalla de un solo uso
11. Utilizar la toalla de papel para cerrar la canilla
Por qué es importante no tocarse la cara con las manos
Para no esparcir el virus que se acumula en la saliva, es preciso cubrirse la boca al estornudar o toser. Pero nunca con la mano, para evitar tocar luego superficies o a otra persona. Similar a una cadena de contagio, cuando una persona tose deja en una superficie restos de ello. Luego viene otra persona, la toca y más adelante se lleva las manos a los ojos. Esa cadena de eventos suele ser muy frecuente en los ámbitos cotidianos de las personas.
“Los virus se transmiten por gotas. Cuando esa gota es pesada, puede contaminar toda una superficie. Luego una persona sana toca esa superficie. Sin embargo, si bien la piel es impermeable es vital es que las personas no se toquen la parte de la cara que tiene mucosas, es decir la boca, la nariz y los ojos”, dijo en diálogo con Infobae la médica infectóloga Cristina Freuler (MN 58098), jefa del departamento de medicina interna del Hospital Alemán.
El virus puede permanecer activo varios días sobre una determinada superficie, por lo que es recomendable limpiar en forma regular las superficies de la casa u oficina que habitualmente utilizan las personas. En cuanto al lavado de manos, la médica infectóloga Gabriela Piovano (MN 85555) asegura que además de la duración del lavado es importante que llegar a cada rincón de la misma y poniendo vital atención al pulgar.
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