El coronavirus ya es un hecho en el país y en territorio americano. A comienzos del mes de marzo se detectaron los primeros casos y el sábado un hombre de 64 años, que murió por el virus en el Hospital Argerich, se convirtió en la primera víctima fatal en la región.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias alertan acerca del correcto lavado de manos, el uso de alcohol en gel y de barbijo (de alcance limitado a portadores), y medidas de higiene como toser o estornudar hacia el pliegue del codo. También hacen hincapié en la importancia de no tocarse la cara y usar pañuelos descartables y desecharlos tras cada uso.
Eso a título personal. Además, entre las medidas de contención de la enfermedad, se recomienda el aislamiento por 14 días de las personas que vienen de viaje de los países con circulación del virus, como Italia, China, Japón, Irán y Corea.
En tanto no hay vacuna, ni tratamientos antivirales eficaces para abordar este virus, no son pocos los especialistas que advierten que la clave se encuentra en estimular el sistema inmune para prevenir la enfermedad.
“Existen varios trabajos científicos con plantas medicinales que demostraron actuar no sólo desde la inmunoestimulación, sino también en el efecto inhibitorio sobre diferentes coronavirus”, aseguró el médico y profesor en Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Jorge R. Alonso, quien destacó que “es probable que estas plantas tengan actividad también sobre esta mutación, ya que el nuevo coronavirus presenta mecanismos de invasión y multiplicación similares (no iguales) a los anteriores”.
“Además se sabe que hay gente que no fue contagiada por este virus, mientras que su vecino cercano sí lo estuvo. ¿Dónde radicó la diferencia? Sencillamente en la inmunidad”, insistió el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Fitomedicina en su página web.
“Esta es una infección grave y ninguna cantidad de intervención en el estilo de vida te hará invencible”, consideró en tanto la médica inmunóloga Jenna Macciochi, de la Universidad de Sussex, cuyo oportuno nuevo libro Inmunidad: la ciencia de mantenerse sano saldrá el 16 de abril. “Pero hay muchas cosas pequeñas que puede hacer que pueden fortalecer su sistema inmunológico”, destacó la especialista, quien enfatizó: “Si bien las personas mayores están en mayor riesgo, su sistema inmunológico comenzó a debilitarse hace años. La glándula del timo es donde se producen las células T del cuerpo (glóbulos blancos que combaten las infecciones), y esto comienza a atrofiarse a los 20 años, pero esa es sólo una de las razones por las que todos deberían tomar estas medidas; la otra es que las personas sanas y relativamente jóvenes tienen la responsabilidad de mantenerse bien para evitar propagar una infección que podría matar a alguien más vulnerable”.
Y comenzó a enumerar consejos simples y naturales para fortalecer el sistema inmune:
1. Lavarse las manos con abundante agua. “Hay lavado de manos y lavado de manos durante una pandemia global. Cuando una persona se lava las manos, se trata más del agua que del jabón. El agua tibia es mejor, pero poner mucha agua sobre las manos mientras se frotan es mucho más importante que la cantidad de jabón utilizada”, explicó Macciochi, y agregó: “De hecho, a menos que sea anti virucida, un jabón antibacteriano no matará el virus, de todos modos. En cuanto a los geles, busque alcohol al 60%, ya que tendrá actividad antibacteriana y anti virucida (pero no funcionarán en absoluto si las manos están muy sucias o grasientas)”.
2. Comer una dieta mediterránea colorida. “Comer una dieta mediterránea baja en carbohidratos, rica en frutas y verduras de diferentes colores, le dará la mejor oportunidad de obtener la amplia variedad de fitonutrientes antioxidantes y antiinflamatorios que el cuerpo necesita para combatir las infecciones”, aseguró la doctora Claire Bailey, GP con un especial interés en inmunidad y autora de Clever Gut y Blood Sugar Diet. “Cuantos más colores incluya, más nutrientes obtendrá. Tenga las frutas y verduras enteras e idealmente con piel, ya que contiene fibra esencial que alimenta los insectos sanos en su tracto digestivo, crucial para combatir las infecciones”.
3. Una dosis de vitamina C. “Hay poca evidencia de que la vitamina C prevenga la infección, pero lo que la evidencia muestra es que una vez que llegó un resfriado, la vitamina C puede acortar la duración de los síntomas –aseguró Macciochi–. Nuestras células inmunes tienen una gran necesidad de vitamina C cuando trabajan arduamente para combatir las infecciones, por lo que ante un síntoma de infección respiratoria, ese es el momento de comenzar a consumir vitamina C”. Las naranjas no son la única fuente de la vitamina, también son los kiwis, pimientos rojos, espinacas, coliflor y coles de Bruselas. “También puede incorporarse a razón de dos gramos diarios, en forma de tabletas efervescentes o comprimidos”, recomendó Alonso.
4. No perder el sueño por esto. “El sueño adecuado es la base de todo sistema inmunológico”, destacó Macchiochi, para quien “si una persona no está durmiendo suficiente, ninguna otra medida de estilo de vida hará tanta diferencia porque mientras dormimos la hormona melatonina estimula nuevas células inmunes”.
5. No quedarse quieto. "El movimiento durante todo el día es esencial para el sistema linfático, que se basa en el movimiento y los músculos para la estimulación. Es esencial para ayudar a sus células inmunes a realizar su función de vigilancia de moverse por el cuerpo para combatir los gérmenes que podrían estar tratando de ingresar a sus tejidos'', explicó la especialista. “Y aunque no es exactamente rápido, el entrenamiento de fuerza es esencial para la inmunidad a medida que se envejece; el músculo produce químicos que funcionan en nuestra glándula del timo y pueden ayudar a su funcionamiento a medida que envejecemos”.
6. Dos litros de agua por día, también ayuda. “La hidratación es de importancia crítica pero se pasa por alto, siendo que tantas funciones metabólicas dependen de ello”, remarcó la especialista, y subrayó: “Si una persona se deshidrata, puede cambiar la capa de moco en su tracto respiratorio y su tracto digestivo, que tiene anticuerpos que atrapan los gérmenes y evitan que entren en sus células”.
7. El poder de la tintura de echinacea. Estudios sobre esta planta encontraron una menor incidencia del resfriado común en los niños que la tomaron, así como una disminución en el número de infecciones respiratorias secundarias que los niños contrajeron después de un resfriado. Eso sugiere que la hierba podría funcionar tanto como una medida preventiva como algo para tomar cuando se presentan síntomas. De hecho, existe un cuerpo de evidencia científica que muestra la efectividad de la echinacea, incluida una reciente publicada en Viral Research, aunque sólo se hizo ‘in vitro’ (es decir, en tubos de ensayo), que mostró que podría funcionar como una barrera contra los síntomas del resfriado y la gripe.
“Tiene efecto inmunoestimulante y antiviral amplio, incluyendo cepas anteriores de coronavirus. En adultos, tomar 30 gotas, tres veces al día en un poquito de agua (2-3 dedos horizontales). Se puede tomar en cualquier momento. No obstante, al ser una tintura alcohólica, conviene tomarla con algo en el estómago”, recomendó Alonso, quien resaltó que “en la gripe aviar anterior, la echinacea tuvo mejor respuesta en pacientes que el Oseltamivir. Las cápsulas o comprimidos también sirven. Los niños entre seis y 12 años, pueden tomar 12 gotas, tres veces al día. Niños entre 13 y 18 años: 25 gotas, tres veces al día”.
8. Suficiente vitamina D. Los datos agrupados de 16 ensayos clínicos en los que participaron 7.400 personas muestran que tomar suplementos de vitamina D reduce el riesgo de experimentar al menos una infección respiratoria, incluida la gripe y la neumonía, en un tercio, con beneficios positivos observados en tres semanas. En aquellos con bajo nivel de vitamina D, la protección fue aún mayor al reducir el riesgo de infección respiratoria en casi la mitad en comparación con el placebo. Otro análisis publicado en 2017 en el British Medical Journal analizó 25 estudios e involucró a alrededor de 11 mil personas de 14 países. Encontró que los suplementos de vitamina D redujeron el riesgo de infecciones respiratorias agudas en un 11% en comparación con el placebo.
9. No descuidar la ingesta de zinc. “No podemos producir zinc en nuestros cuerpos, tenemos que obtenerlo de nuestras dietas”, aseguró Macciochi, para quien el mineral “juega un papel en cientos de reacciones en el cuerpo y es extremadamente importante para combatir las infecciones”. “Hay alguna evidencia de que tomar zinc adicional en los meses de invierno es útil para prevenir la infección, pero el zinc no es algo que se tome todo el tiempo, ya que puede causar toxicidad”, explicó la inmunóloga, quien enumeró entre las fuentes alimenticias que lo incluyen “carne roja, mariscos, legumbres, semillas y chocolate negro”.
Los beneficios del zinc vinculados al sistema inmune fueron descriptos por el científico Ananda Prasad, quien en la década de los 70 se dio cuenta de que este mineral podía ayudar al organismo a acortar o reducir la severidad de los síntomas de los resfriados.
En un estudio ciego con placebo, notaron que en quienes tomaron pastillas de zinc la duración del resfriado se había reducido entre dos y tres días.
A una conclusión similar llegó un metaanálisis publicado en 2017 por científicos de la Universidad de Helsinki.
Los autores de ese metaanálisis explicaron que las formulaciones suelen contener otros ingredientes que restan o incluso anulan la efectividad del zinc, algo similar a lo que sucede con el selenio, por ello sugieren el aporte en forma aislada quelatada.
10. Fermentos y otras fibras intestinales. “Su bacteria intestinal, o microbiota, es crucial para la inmunidad”, destacó Macchiochi. “Esto descompone los alimentos en el tracto digestivo y produce metabolitos conocidos como postbióticos que son útiles para nuestro sistema inmunológico”, explicó.
“La masa fermentada es una de las cosas más saludables que puede comer para su microbiota y una gran fuente de fibra fermentada que es la mejor de ambos mundos, explica. Busque la variedad de fermentación lenta de los panaderos artesanales, idealmente elaborada con un grano más antiguo como la espelta o el einkorn”, aconsejó.
Al respecto, Alonso sumó: “Los probióticos son fundamentales en la inmunidad a partir del colon. Se puede incorporar el Kéfir (un vaso diario en ayunas) o cápsulas con lactobacilos (una diaria)”.
11. Agregar ajo a las comidas. “El ajo contiene un compuesto llamado alicina, que fue ampliamente estudiado por sus efectos antibacterianos, antiinflamatorios y antimicrobianos”, explicó Macchiochi. “Pero esto sólo se libera cuando el ajo se tritura y se deja reposar por un tiempo, antes de usarlo para cocinar”, agregó.
“Puede ser negro o añejado, aunque el común también sirve –destacó Alonso–. Ingerir dos dientes diarios con las comidas. Mejor aún, existen comprimidos de ajo desodorizados, que pueden incluirse perfectamente (dos diarios). Personas anticoaguladas deberán consultar con su médico”.
12. Sumar infusión de sauco. Alonso recomendó tomar entre dos y tres tazas diarias por su “efecto antiviral amplio, incluyendo cepas de coronavirus”. “Se puede endulzar con miel, hágalo en el desayuno, merienda y después de cenar”, aconsejó. Excelente para el aparato respiratorio.
13. Propóleo. Dos o tres caramelos diarios promueven la actividad frente a coronavirus.
14. Ginseng, un excelente inmunoestimulante en adultos. “Se pueden tomar 200-300 miligramos diarios. Se presenta en comprimidos o cápsulas. Los productos estandarizados de farmacia por lo general no traen problemas de hipertensión arterial (es a veces un efecto adverso que se señala)”, señaló Alonso, para quien “las personas que toman medicación antihipertensiva, no tendrán problemas en tomar ginseng”.
Y concluyó: “En cuanto a la alimentación, debe ser muy rica en antioxidantes, ácidos grasos poliinsaturados y proteínas. Las legumbres, frutos secos, frutos violáceo-oscuros y las crucíferas nos darán un buen aporte de proteínas, ácidos grasos Omega y polifenoles. Los jugos verdes vegetales (hechos con juguera) tomados a la mañana, son una excelente oferta de antioxidantes y polifenoles”.
SEGUÍ LEYENDO