Un día como hoy pero de 1949 nacía en Londres Anna Wintour, la mítica editora de moda de la revista Vogue. Anna, que el 3 de noviembre del 2019 celebra sus siete décadas, es una de las mujeres más icónicas de la moda internacional. De sus 70 años, casi 30 los dedicó a su máximo legado: la edición USA de Vogue, del grupo Condé Nast. Con su inmediatamente reconocible corte bob y sus característicos lentes negros Chanel, Wintour se convirtió en la mujer más poderosa de la industria de la moda. Pero también la más temida: un sólo gesto suyo puede creara o terminar carreras.
Su camino a la cima
La historia de Wintour en el mundo editorial no es casual. Su padre, Charles Wintour, veterano de la Segunda Guerra Mundial, fue el editor del London Evening Standard. Asimismo, su hermano Patrick también se dedica a la gráfica y es editor diplomático de The Guardian.
Su mayor sueño desde joven era ser la editora de Vogue, puesto que consiguió en 1988, pero su primer contacto que tuvo con la moda fue un trabajo que le consiguió su padre en una exclusiva boutique. Cuando tenía 20 años entró en Harper’s And Queen, en los setenta se trasladó a Nueva York y trabajó en Harper’s Bazaar.
Fue por eso que su mayor sueño era ser la editora de Vogue, puesto que consiguió en 1988, pero su primer contacto que tuvo con la moda fue trabajando para una exclusiva boutique que le consiguió su padre. Cuando tenía 20 años entró en Harper’s And Queen, en los setenta se trasladó a Nueva York y trabajó en Harper’s Bazaar. Luego, En 1983 entró como la primera directora creativa en Vogue USA, y por su espíritu incansable y mirada visionaria la pusieron al frente de la versión británica de la revista. En 1988, luego de su paso por House & Garment, se convirtió en la directora de Vogue USA y desde el 2013 es la directora creativa de todas las cabeceras pertenecientes al grupo editorial.
El estilo de la mujer más poderosa del mundo de la moda
El meticuloso y glamoroso guardarropas de Anna Wintour está nutrido de indumentaria de autor y zapatos de diseño, pero también de clásicos, joyas de gran valor, bijouterie y una amplia colección de anteojos de sol, su accesorio predilecto para lucir en cada aparición pública para “ocultar sus sentimientos” y que sus expresiones faciales no la traicionen y revelen lo que realmente piensa sobre una colección.
Sin embargo, aunque ella sea la “emperatriz de la moda”, no sigue las tendencias que ella crea en las páginas de Vogue. Sigue su propio estilo. El característico corte bob siempre impecable es su fetiche, y un peluquero lo mantiene impoluto con un “retoque” por semana en el flequillo. Para mantener su cabellera blonda, recurre a su estilista de confianza en Londres, para seguir con el mismo color y la textura de hace años.
Sus collares nunca pasan desapercibidos. La mayoría son joyas de autor, de pedrería, gemas, cristales y brillantes y su favorito es una gargantilla, el modelo “Riviere”, compuesto por tres tiras de rubíes, amatistas, aguamarinas, zafiros, cuarzo y esmeraldas.
Desde 1995, el primer lunes de mayo, el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) vive su mayor evento fashionista: la MET Gala. Es la cita que atrae al universo de diseñadores, artistas e influencers, y nadie se quiere quedar afuera. Las entradas son más que exclusivas, sólo se logra acceder a partir de la invitación de Wintour o pagando para ser parte del salón, un ticket de ingreso que cuesta alrededor de 30.000. dólares. El dinero es destinado al mantenimiento del museo.
Amistades y favoritismos
Muchos quieren tenerla como amiga, y no es de extrañar. Entre las celebridades que lograron entrar en la “mesa chica” de la editora de Vogue están la ex primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, el tenista Roger Federer y a también de Karl Lagerfeld, fallecido a principios de este año.
“Creo que la Primera Dama fue realmente increíble. En cada decisión que tomó sobre la moda, apoyó a los jóvenes diseñadores estadounidenses y apoyó a los creadores de todo el mundo. Fue la mejor embajadora que este país podría tener de muchas maneras más allá de la moda“, dijo Anna Wintour sobre el estilo de Michelle Obama en una entrevista para The Economist.
El fallecido diseñador alemán también fue uno de sus grandes amigos, a tal punto que el modisto construyó en su casa una cancha de tenis para que Anna vaya a visitarlo, y ella lo contó como una anécdota graciosa al New York Post. “Karl construyó una cancha de tenis en su casa de Biarritz (Francia) para animarme a que fuera a visitarlo. Esa fue la primera y seguramente también la última vez que alguien ha construido un espacio deportivo en mi honor, pero Karl estaba intentando darme un sitio en el que pudiera sentirme como en casa, donde pudiera ser yo misma”.
También, comparte una extraña pero amorosa amistad entre el tenista suizo y su esposa Mirka Vavrinek. “Decir que soy sólo una fan es subestimarme. Volé alrededor del mundo para verlo, sufrí cuando se fue para atrás en el ranking y me quedé estática cuando ganó. Hasta me he perdido algunos desfiles de moda, sólo para ver jugar a Roger”. Así, se la vio sentada en el Royal Box de Wimbledon para disfrutar de los partidos.
Por su glamoroso, refinado y elegante estilo, Wintour es considerada una de las mujeres más influyentes del mundo de la moda a nivel mundial. “Me gusta fijarme en el estilo que llevan las chicas de la calle porque son diferentes. Me inspiro en cualquier cosa que lleven”.
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