¿Es fácil que se entiendan en un mismo departamento de trabajo compañeros que tienen una diferencia de edad de 30 años? La respuesta no puede ser otra que “depende”.
Desde luego, es más difícil ahora que cuando las organizaciones eran estructuras burocráticas, mecanicistas y con una cultura totalizante. Hoy es esencial el talento y el conocimiento, y estos no crecen en entornos de sumisión a la autoridad.
Complejidad en las relaciones laborales
La diversidad generacional en el entorno laboral es uno de los factores que ha venido incrementando la complejidad en las relaciones entre trabajadores. Se une a otras diversidades demográficas como la cultural, la religiosa o la de género.
Esa diversidad, sea cual sea, siempre trae como consecuencia un aumento de la complejidad en las relaciones interpersonales. Sin embargo, para cualquier organización que pretenda adaptarse a un entorno cada vez más incierto y volátil, tener un capital humano diverso es el primer paso para esa adaptabilidad al cambio.
En los equipos y en las organizaciones es donde, por muy diferentes que sean las personas, están condenadas a cooperar, y esa colaboración puede llegar a ser un valor estratégico diferencial, como lo es cualquier otra oportuna gestión de la diversidad en las organizaciones modernas.
Las decisiones “de moda” en Recursos Humanos
Por otra parte, la atención social generada sobre las diferencias entre generaciones hace que en las empresas se estén tomando decisiones sobre políticas y prácticas en recursos humanos, muchas veces más sustentadas en la moda que en hechos comprobados.
Las distintas supuestas generaciones están siendo utilizadas como “etiquetas”, con un gran éxito en los medios y con una gran fortuna social, aunque este uso no está exento de peligros. La delimitación y caracterización de las distintas generaciones son conceptos que puede resultar endebles y conducir muy fácilmente al estereotipo y la simplificación.
¿Se pueden encontrar diferencias entre generaciones más allá de las diferencias de edad aparentes? ¿Existen evidentes diferencias entre grupos que comparten en la actualidad la misma realidad pero que compartieron una distinta en sus años de socialización primaria? ¿Esas diferencias vienen dadas por esos contextos históricos distintos o por el devenir de la experiencia y el paso de los años?
Cuatro generaciones en las empresas
Es fácil encontrar dentro de las empresas trabajadores de al menos cuatro generaciones etiquetadas y pautadas múltiples veces en la literatura. Los Baby Boomers (nacidos entre 1955 y 1969); la Generación X (1970 y 1981); la Generación Y o milenials (1982 y 1992) y, por último, la Generación Z (nacidos con posterioridad a 1993).
Esta delimitación temporal, tomada de otros estudios, presenta múltiples problemas en cuanto a límites temporales. ¿Por qué esas fechas y no otras? Es una pregunta a la que no se puede dar una respuesta clara. Pero no solo existen problemas temporales, sino también espaciales: en cada territorio, en cada nación, los acontecimientos históricos que determinan unas condiciones de vida u otras son distintas, con lo que la relatividad del concepto se incrementa exponencialmente. Y estas diferencias no acaban aquí.
Las religiones, los estatus socioeconómicos, las circunstancias más locales y, sobre todo, las circunstancias familiares y de desarrollo personal determinan cómo se encarna esa vivencia generacional en cada uno de los sujetos que la forman.
Flexibilidad psicológica y empoderamiento
Recientemente, en la Universidad Pontificia Comillas junto con el Observatorio Generación y Talento, hemos realizado un trabajo que pretende hacer una búsqueda de esas supuestas diferencias y realizar un diagnóstico de las consecuencias de ellas en el mundo profesional.
El estudio trata de resolver esas preguntas comparando los discursos producidos en dieciséis grupos de discusión, cuatro por cada generación, en dos variables muy relevantes para el desempeño profesional y que permiten comprender su adaptabilidad en un entorno cada vez más cambiante: la flexibilidad psicológica y el empoderamiento.
Durante el estudio no se han encontrado diferencias entre los cuatro grupos de edad propuestos, en cambio sí se han encontrado diferencias claras en los discursos en cuanto al empoderamiento psicológico y a la flexibilidad psicológica entre los trabajadores nacidos antes de 1982 y, por tanto, con más experiencia tanto laboral como vital, y los jóvenes que tienen cinco a menos años de experiencia laboral.
Momentos históricos
Se lee y se escucha mucho sobre millennials o sobre Generación Z, y se corre el riesgo de convertir en esencial algo que solo es contingente. Posiblemente, se debería hablar más de momento histórico millennial que de una persona millennial.
Cada grupo generacional encierra mucha complejidad y diferencias internas que suelen ser obviadas cuando se utilizan las etiquetas. Siempre es necesario tener en cuenta que la generación se encarna en personas con trayectorias y peripecias muy distintas. Los directivos que trabajan con personas deben ser sensibles a esas diferencias y adentrarse en la complejidad sin dejarse engañar por una categoría grupal demasiado simplificadora.
Ignacio Sobrino de Toro es profesor de Organización Empresarial de la Universidad Pontificia Comillas. Jesús Labrador Fernández es profesor de Psicología del Trabajo y las Organizaciones de la Universidad Pontificia Comillas. Víctor Luis De Nicolás es responsable de Reconocimiento Social de la Universidad Pontificia Comillas.
Publicado originalmente por The Conversation.