Cada año, el mundo de la medicina estética espera las cifras de la American Society Aesthetics Plastic Surgery (ASAPS) para conocer las tendencias en la materia y analizar hacia dónde se dirigen las preferencias de hombres y mujeres en lo que a belleza se refiere.
Para asombro de muchos -o no-, el último informe reveló que en 2018 el uso de toxina botulínica se mantuvo como el tratamiento de preferencia número uno en el top 5 de los no invasivos más demandados, puesto que ocupa desde 1999. Y sigue primero en el ranking con un crecimiento del 34% en los últimos cinco años.
El segundo lugar fue para los fillers de ácido hialurónico, con un crecimiento del 58% en los últimos cinco años, lo que los consolida como una de las alternativas más utilizadas en la armonización facial.
La toxina botulínica es ideal para tratar y prevenir las arrugas de expresión
Detrás, en el puesto número tres, se ubicaron los tratamientos no invasivos para adiposidad localizada; en el cuatro los láseres de foto rejuvenecimiento y depilación y en el quinto los peelings químicos.
Toxina botulínica tipo A: para tratar y prevenir
La toxina botulínica tipo A cumple un rol fundamental en la prevención del envejecimiento. "En un inicio, el BOTOX® se utilizaba en medicina estética casi exclusivamente para tratar las arrugas del entrecejo y no se conocía su faceta preventiva, ya que sólo el tiempo permitió establecer una comparativa en la evolución de los pacientes". Para la médica especialista en cirugía plástica y estética Griselda Seleme (MN 80033), "el BOTOX® es ideal para tratar las arrugas de expresión, aquellas que se forman cada vez que alguien se expresa, ríe o llora, lo que produce que los músculos de la cara se contraigan y con el paso del tiempo formen arrugas tales como las líneas de la frente, del entrecejo y las patas de gallo entre otras".
La aplicación es un proceso mínimamente invasivo rápido e indoloro y se realiza mediante micro-inyecciones directamente en el músculo responsable de la formación de la arruga y, al relajarlo temporalmente, previene la formación de nuevas líneas de expresión, ya que su efecto impide la profundización de las arrugas existentes y la formación de nuevas actuando de manera preventiva", explicó en tanto el médico especialista cirugía plástica, estética y reconstructiva Fernando Felice (MN 108.614).
La aplicación de la toxina botulínica se realiza mediante micro-inyecciones directamente en el músculo responsable de la formación de la arruga
Así, puede decirse que "la toxina botulínica tipo A cumple dos funciones: prevenir la formación de arrugas y tratar las existentes". "Los pacientes tratados con BOTOX® por arrugas existentes retrasan notoriamente la aparición de nuevos surcos de expresión y a los pacientes más jóvenes se les puede aplicar para prevenir la formación del surco en aquellas pequeñas marcas que nos indican exactamente donde se formará la arruga dinámica", ahondó Felice.
El otro aspecto que evolucionó durante los últimos años es la ampliación de las zonas del rostro que se pueden tratar con toxina botulínica. Según precisó Seleme, "el tratamiento con BOTOX® es ideal para las arrugas de la parte superior de rostro, es decir, la frente, el entrecejo y las patas de gallo, pero también puede usarse para las arrugas de la nariz, algunas zonas del cuello, las comisuras de los labios y para delinear el contorno de la cara y recolocar las cejas".
Los efectos iniciales se hacen visibles entre las 48 y 72 horas después del tratamiento, y los máximos resultados se observan a los 15 días. La pérdida del efecto es gradual y la duración de sus efectos es de cuatro a seis meses, dependiendo del metabolismo de cada paciente, la técnica de aplicación y la dosis utilizada.
Si bien no es un proceso quirúrgico, es fundamental que la aplicación sea realizada en consultorios habilitados, con un profesional médico , ya que hoy la clave no es borrar todas las arrugas sino recuperar un aspecto fresco y descansado con una mirada despejada, con mucha naturalidad.
Por último, la cirujana plástica Lorena González de Souza (MN 101645) aclaró que "muchas veces se suelen confundir los efectos del BOTOX® con aquellos de algunas sustancias de rellenos, y cuando se ven pómulos muy inflados o una boca contundente y hasta deforme se cree que es a causa de la aplicación de toxina botulínica, pero vale aclarar que ésta no se aplica en los labios y sobre todo no confiere volumen a las zonas en las que se aplica". "La toxina botulínica no rellena", destacó.
Fillers: los encargados de armonizar el rostro
Según el último informe de ASAPS, los fillers continúan en el segundo puesto de los tratamientos no invasivos más demandado en 2018.
"Los rellenos o más conocidos como fillers son una de las alternativas más utilizadas en la armonización facial. Sus aplicaciones en estética son múltiples, no sólo se los utiliza para atenuar arrugas, sino también para reponer volúmenes perdidos, para reestructurar contornos faciales y para mejorar la calidad de la piel -puntualizó Felice-. Hoy no sólo son sinónimo de rejuvenecimiento sino que son aliados clave en la prevención, corrección, o tratamiento integral a cualquier edad, sin perder la naturalidad".
Por sus características hidrofílicas es un magnífico tratamiento en la revitalización facial. El ácido hialurónico no sólo rellena arrugas, sino que aporta luminosidad y recupera la elasticidad perdida con el paso del tiempo. Y todo ello de manera natural, casi indolora y permitiendo reincorporarse a la vida normal de manera inmediata.
Al tratarse de un producto natural y reabsorbible, que proporciona un efecto temporal, pero al mismo tiempo duradero, permite al médico perfeccionar los resultados con cada nueva aplicación, de acuerdo a las necesidades y expectativas del paciente.
El ácido hialurónico no sólo rellena arrugas, sino que aporta luminosidad y recupera la elasticidad perdida con el paso del tiempo
Al respecto, González de Souza señaló que "los rellenos de ácido hialurónico son una excelente alternativa no invasiva, ideal para aumentar el volumen y definir la forma de los labios, tratar los llamados 'códigos de barras' alrededor de la boca, delinear contornos de la cara y resulta excelente para realzar los pómulos y atenuar los surcos de marioneta y surcos nasogenianos".
Se colocan mediante una inyección en diferentes profundidades, según la zona a tratar. La duración del efecto puede variar de nueve a 18 meses, dependiendo del producto que se utilice. Los resultados se observan de inmediato y se completan en una semana.
Se puede utilizar anestesia tópica local, aunque los nuevos fillers ya vienen con lidocaína, un anestésico que garantiza el confort del paciente, durante y post aplicación.
"No todos los rellenos de ácido hialurónico disponibles en el mercado son iguales, varían en su proceso de fabricación, formulación, y concentración, lo que puede impactar en el resultado del tratamiento -explicó González de Souza-. La virtud de los hialurónicos formulados con tecnología Vycross, que combinan moléculas de bajo peso molecular con moléculas de alto peso molecular, les confieren características de maleabilidad muy superior a otros hialurónicos y eso les permite ser utilizados en zonas anatómicas más complejas de forma segura y con mayor tiempo de duración".
Hoy bien podría decirse que para verse bien, las personas cuentan con una importante gama productos que brindan confiabilidad, seguridad y que responden a cada necesidad de los pacientes. "Todos estos productos deben contar con las aprobaciones regulatorias a nivel mundial, como la FDA de los EEUU y deben ser aplicados por profesionales idóneos, altamente capacitados y con un criterio estético", concluyó Felice.
Mitos y verdades de los fillers
Es importante conocer que la toxina botulínica está indicada para tratar y prevenir las arrugas de expresión en patas de gallo, entrecejo y frente, mientras que los rellenos con ácido hialurónico ayudan a restablecer el volumen perdido en labios, código de barras, líneas de marioneta, ojeras, mentón y reposicionar pómulos. La combinación de ambos tratamientos es una de las más utilizadas en estética médica.
A continuación, algunos de los mitos que circulan alrededor de ellos:
– "Voy a perder mi expresión natural". Falso. El miedo a la pérdida de expresión es uno de los más importantes. Las nuevas técnicas de aplicación y un mejor conocimiento en el proceso de envejecimiento nos permiten abordar las necesidades de manera efectiva y con resultados naturales. Los procedimientos que están bien hechos no se deben notar, los rellenos bien aplicados deben tener resultados naturales.
– "El relleno en los labios siempre queda mal". Falso. "Esto ocurre sólo cuando se pone en exceso y no está en armonía con la cara del paciente", afirmó González de Souza, quien insistió en que, en los labios, es especialmente importante utilizar un relleno que se adapte muy bien a la mucosa labial y no forme gránulos antiestéticos.
– "Los rellenos dejan el rostro hinchado y deformado". Falso. "Si un relleno deforma un rostro es porque quien lo colocó no es experto. Por eso hay que tener mucho cuidado con qué y quién lo aplica y es fundamental recurrir siempre a un profesional -aseguró la especialista-. Los procedimientos bien hechos no se deberían notar. Lamentablemente los rellenos tienen 'mala fama' por los casos mal indicados o mal aplicados, pero vale recordar que son productos muy nobles y bien utilizados son una excelente herramienta".
SEGUÍ LEYENDO