Una investigación realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad Washington en St. Louis reveló que a menudo las pruebas de embarazo caseras dan un resultado falso negativo a las mujeres que están embarazadas, un hallazgo que llevó a la FDA (la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense) a cambiar sus estándares para evaluar nuevas pruebas de embarazo. Sin embargo, las pruebas anteriores con el problema falso negativo todavía están en el mercado.
La investigación a cargo de Ann Gronowski -profesora de patología e inmunología y de obstetricia y ginecología, y directora médica de servicios de laboratorio en el hospital Barnes-Jewish- reveló que en la última década hasta el 5% de las pruebas arrojaron una falsa lectura negativa. El hallazgo contradice a muchas de las publicidades de las compañías líderes de test caseros de embarazo, que aseguran tener resultados de una efectividad superior al 99 por ciento.
Los fabricantes de pruebas de embarazo advierten que los test realizados en la primera o segunda semana después de la concepción podrían ser inexactos porque las hormonas del embarazo pueden no haberse elevado lo suficiente como para ser detectadas. Pero Gronowski descubrió que las pruebas de embarazo también pueden dar resultados incorrectos a las mujeres con embarazos de cinco semanas o más cuando los niveles de hormonas tienden a ser muy altos. La especialista publicó el primer artículo que describía este problema en 2009, y desde entonces ha seguido estudiando y dando la alarma sobre este fallo grave pero poco reconocido. Recientemente, Gronowski y su equipo publicaron un artículo en la revista Clinical Chemistry en el que evaluaron la probabilidad de que varios dispositivos de embarazo den falsos resultados negativos.
El equipo examinó 11 de las pruebas de embarazo más utilizadas en hospitales similares a las compradas en una farmacia. Del análisis de las pruebas surgió que nueve eran susceptibles a falsos negativos cuando los niveles de la hormona del embarazo eran altos.
Dónde radica el error
Las pruebas de embarazo detectan la presencia de una hormona denominada gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina, que el cuerpo produce sólo cuando la mujer está embarazada. La hormona gonadotropina coriónica humana se libera cuando un óvulo fecundado se adhiere a la pared del útero, es decir, cuando comienza la gestación.
La hCG es una molécula realmente grande que está compuesta de dos partes: la parte alfa y la parte beta. Para detectar ambas partes de la hCG, una prueba de embarazo carga la tira reactiva con dos anticuerpos diferentes: el primer anticuerpo se acerca a la unidad alfa y el segundo anticuerpo se dirige a la unidad beta. Una vez que la hCG está emparedada correctamente, se desencadena la liberación de la famosa "segunda rayita", que indica que la mujer está embarazada. La primera línea siempre estuvo presente, es una prueba de control que simplemente se asegura de que los anticuerpos y el colorante estén funcionando.
Ahora bien, existen variaciones de la hCG y las cantidades relativas de estas distintas variaciones cambian a lo largo del embarazo, y esto se mezcla con los anticuerpos de los tests de embarazo, que son buenos para medir la hCG intacta.
La cantidad de la forma degradada, llamada fragmento de núcleo de hCG, aumenta a medida que avanza el embarazo
Lo que ocurre a veces, entonces, es que se puede encontrar una forma degradada de la hormona en la orina, lo que hace que en algunos dispositivos el primer anticuerpo se una a la forma degradada. La cantidad de la forma degradada, llamada fragmento de núcleo de hCG, aumenta a medida que avanza el embarazo. Cuanto mayor sea la cantidad de la hormona fragmentada que hay alrededor es más probable que el primer anticuerpo capture accidentalmente el fragmento en lugar de la hormona intacta.
Sin embargo, el anticuerpo de señal no responde al fragmento, por lo que no cambia de color cuando eso sucede, y por lo tanto, obtiene un resultado negativo a pesar de que la hormona podría estar presente.
Sobre qué tan común es este problema, Gronowski señaló que "depende del dispositivo". "Todos usan anticuerpos diferentes, y algunos son mejores para discriminar la hormona completa del fragmento que otros. Analizamos 11 de las pruebas de embarazo en hospital más utilizadas para ver si eran susceptibles a falsos negativos cuando los niveles del fragmento de hormona eran altos. Siete eran algo susceptibles, dos eran altamente susceptibles y solo dos pruebas no fueron susceptibles. El peor dio falsos negativos en el 5% de las muestras de orina de las mujeres embarazadas analizadas".
¿Diluir la orina en agua revierte el error? "Lo que es interesante es que algunas mujeres descubrieron nuestra investigación y han estado publicando en foros de embarazo en línea, diciendo que si crees que estás embarazada pero la prueba es negativa, diluye la orina con agua y vuelve a intentarlo porque a veces las pruebas son incorrectas. Y eso realmente puede funcionar. La dilución reduce los niveles del fragmento de hormona lo suficiente como para que el primer anticuerpo tenga más probabilidades de detectar la hormona intacta nuevamente. Pero no lo recomiendo. La mejor prueba para detectar el embarazo es un análisis de sangre. Si hay alguna duda, recomendaría que las mujeres hablen con sus médicos y soliciten análisis de sangre".
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