Descubrir el secreto de la felicidad bien podría decirse que es lo que desvela al ser humano desde tiempos inmemoriales. Casi que debe debatirse el podio con el secreto de la juventud.
Y si bien está claro que la felicidad es subjetiva y se sabe que más que un estado permanente se trata de "momentos", existen parámetros en común entre quienes aseguran haberla alcanzado.
Así las cosas, el tan arcaico como vigente concepto de carpe diem -vivir el momento, en latín- parece dar en la tecla con la clave que promete la felicidad eterna.
Según el licenciado en Psicología Santiago Bonomi (MP 98039) "sin dudas, la posibilidad de vivir centrados en el presente permite estar más serenos, con menos ansiedad y, en definitiva, con mayor posibilidad de ser felices". "Casi todas las disciplinas relacionadas con la meditación, hoy particularmente de moda, buscan serenar la mente y disipar los pensamientos, centrándose en la respiración para enfocarse en el presente y en el propio cuerpo", agregó.
El hombre moderno está constantemente pensando la mitad de su día preocupándose por el pasado o el futuro
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Harvard en el que se analizó a 5.000 personas, los adultos están el 50% de su tiempo en el momento presente. En otras palabras, el hombre moderno está constantemente pensando la mitad de su día preocupándose por el pasado o el futuro. De este modo, llegaron a la conclusión de que las mentes curiosas son las más infelices. Están en constante movimiento entre el pasado, el presente y el futuro, y no se pueden concentrar en los pequeños momentos del día a día que hacen que sus vidas tengan sentido.
En el Día Internacional de la Felicidad, el especialista señaló que "lo ideal sería poder vivir en el presente la mayor parte del tiempo para disminuir la ansiedad que produce la alienación de lo que vendrá, y sacarse de encima el peso del pasado". Sin embargo, para lograr este modo de vida, el camino no es tan sencillo y si bien la meditación es muy útil, "es indispensable poder analizar el pasado para comprender cómo se llegó al estado actual, y para que lo vivido no determine negativamente de manera inconsciente la vida".
"Los personajes internalizados del pasado influyen intensamente en nuestro modo de pensar y actuar en la vida cotidiana y son los responsables de gran parte de nuestro sufrimiento emocional, sin que ni siquiera nos demos cuenta de ello -aseguró Bonomi-. Por otro lado, la posibilidad del ser humano de pensar hacia atrás, aprender de su experiencia, y proyectar su futuro nos hace únicos, por lo que no recomiendo escapar ligeramente del pasado".
Para alcanzar esta deseada calma y, en última instancia, acercarse a la felicidad es necesario empezar por lo primero: lo ya vivido. "Las personas están en gran medida condicionadas por su historia, nuestros rasgos de personalidad se definen por una combinación de lo heredado y lo ambiental, más específicamente lo vivido en nuestros primeros años de vida", destacó el especialista, para quien debe tenerse en cuenta que "el ser humano desarrolla su aparato psíquico durante su infancia y, como también se sabe, durante este período de gran desarrollo y aprendizaje las figuras más importantes son, en el mejor de los casos, sus padres o eventualmente sus cuidadores".
Tan importante son las relaciones con los padres que este vínculo nos marcará para toda la vida
"Tan importante son las relaciones con los padres que este vínculo nos marcará para toda la vida", enfatizó Bonomi, quien subrayó: "Cuando nacemos y por un período de tiempo, tal vez muy prolongado, si lo comparamos con las demás especies del planeta, somos extremadamente vulnerables y dependientes de los otros (los padres) para sobrevivir, por eso este vínculo es tan especial y profundo y deja una huella permanente que determina, en gran medida, nuestra personalidad".
"En definitiva, si nos comportamos, nos relacionamos con otros, y tomamos decisiones importantes en la actualidad, condicionados por situaciones que en general son de carácter inconsciente y que se remontan al pasado remoto y a los vínculos primordiales de nuestra infancia, tendremos grandes dificultades para ser felices si evadimos o desconocemos el pasado", concluyó el especialista. Una vez superado un análisis profundo del pasado y los vínculos infantiles, al parecer, estaremos en condiciones de vivir más libres y serenos el presente.
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