"Cómo hacer que te pasen cosas buenas": de qué se trata el best seller que ayuda a vivir mejor

Conforme pasan los años y avanza la tecnología, la concepción abstracta de la felicidad pareciera estar cada vez más alejada de la realidad. Sin embargo, la psiquiatra española Marian Rojas Estapé publicó un libro, que se convirtió en furor en su país, que busca ayudar a sus pacientes a encontrarle sentido a la vida y alcanzar la plenitud en el día a día

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Los estímulos externos, que se
Los estímulos externos, que se confunden muchas veces con la felicidad, se enfrentan a diario las personas. Sin embargo, son a corto plazo

Descubrir cómo ser feliz y encontrar el propósito de la vida es la búsqueda humana más antigua. La felicidad es uno de los conceptos más abstractos que obsesionan al hombre desde el principio de los tiempos. En la era de las pantallas y la comunicación instantánea, parece cada vez más difícil alcanzarla.

Son muchos los estudios, escritos e investigaciones acerca de la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, el libro de la psiquiatra española Marian Rojas EstapéCómo hacer que te pasen cosas buenas, fue el más vendido en España en lo que va en el 2019, y prueba una vez más que la gente se encuentra en la constante búsqueda para llevar una vida plena.

Rojas Estapé propone un camino a través de la mente y de las emociones. Entendiendo el cerebro y gestionando las emociones, la persona mejorará su vida. Sin embargo, no es un manual de recetas para ser feliz, ya que admite que la vida es mucho más compleja que eso, pero sí es un recorrido por cómo reacciona el cerebro ante el estrés, ante la amenaza, ante la hiperestimulación y ante los vicios de la era digital que se han asentado en la cotidianidad.

Aspira a ser una guía para comprender cómo funciona el interior de cada persona, y las posibilidades que tiene para alcanzar un equilibrio sano a pesar de los mil obstáculos que depara la vida.

Para la autora española, la
Para la autora española, la sustitución de una felicidad verdadera por lo real y genuino es lo que le está sucediendo a la sociedad en general (Getty Images)

"Somos una sociedad que ha perdido el sentido de la vida. Lo hemos sustituido por otras cosas: sensaciones, redes sociales, pantallas, pornografía, alcohol… Ese es el problema y es un problema grave. Sobrevivimos, pero no vivimos. Hemos dejado de hacernos preguntas", dijo Marian Rojas Estapé, en una entrevista para el portal El Mundo.

Al respecto, la psicóloga argentina María Noel Lucano, (MN 34260) refutó la conclusión de la autora, ya que apela a lo general: "Me parece que no es lo que le sucede a todo el mundo. Sí, hay gente que pudo sustituir el sentido de la vida, pero lo que hacen es esquivar y no profundizar en su interior para no encontrarse con el fin que los impulsa y motiva. Obvio que es mucho más fácil tapar un montón de situaciones internas a través de estímulos  superficiales. Caer en la sustitución a través de estímulos internos sin profundidad no es lo que a uno lo lleva a a sentirse bien con uno mismo".

El sentido de la vida y la búsqueda de la felicidad en un mar de pantallas 

La felicidad es algo abstracto
La felicidad es algo abstracto y subjetivo que va a depender de cada individuo (Getty Images)

La felicidad y el sentido de la vida. Ambos conceptos van de la mano, tanto para la española como para el común denominador de los escritores que investigan la temática. Y hoy, con los avances tecnológicos, la "desconexión" del mundo que nos rodea parece más fuerte, paradójicamente.

Un grupo de amigos se junta en un bar. Pero el escenario repetido en todos lados es el de verlos con la mirada fija en el celular, ignorando a sus compañeros durante unos diez minutos y perdiéndose, quizás, de conversaciones únicas, y del contacto humano.

"Es una de las situaciones más frecuentes. Familias, parejas o amigos que pausan sus conversaciones y se pierden por unos minutos en la pantalla. Rodearse de los que amamos, sin un celular en la mano, es la forma de mantenerse conectado con ellos y sí, acercarse un poco más a la felicidad, ya que estar en contacto verdadero sin una pantalla entre nosotros nos hace bien", dijo a Infobae la escritora y psicóloga Beatriz Goldberg.

Las pantallas están presentes en
Las pantallas están presentes en cada ámbito de la vida, sin embargo, cómo se posicionará el sujeto frente a ello será la clave (Shutterstock)

La española planteó que la vida virtual, conformada por redes sociales, mails y una adicción a las fotos para compartir con personas ajenas, genera felicidad a golpe de clics y de los "me gusta", pero no felicidad estructural. Es todo una pantalla superficial y aunque el cerebro lo sabe, la persona sigue dependiendo de ello casi como una adicción. "El problema no es la tecnología sino cómo se posiciona la persona ante la tecnología, qué es lo que está priorizando y cómo influye en su vida el uso de la misma", aseguró Lucano. 

Lo cierto es que la felicidad es una búsqueda constante, que no parece tener un puerto de llegada ni una única respuesta. Difiere en cada persona y en el mundo. Pero se puede lograr. El camino será diferente para cada persona, pero es posible: todo depende de cómo se vive el día a día, y del abrazar los pequeños momentos que convierten una existencia ordinaria en una simplemente extraordinaria. "La persona no debe olvidarse del 'mientras tanto', ya que en esa búsqueda se encuentran los pequeños momentos que hacen de la persona, una persona feliz", comentó Goldberg. 

La felicidad no es un
La felicidad no es un resultado final sino también el camino hacia lograr el objetivo (Getty)

"La felicidad es posible y se vive día a día. Y aunque muchos crean lo contrario, no hay un secreto ni una fórmula especial. Lo que se conoce como la felicidad posible es la manera en la que uno se dispone a transitar la vida. Es importante salir de conceptos imaginarios o típicos y saber que hay condiciones que nos facilitan acercarnos a eso que llamamos felicidad, y que en el camino habrá obstáculos que nos lo impidan; cómo los transitamos es cosa nuestra", explicó a Infobae el médico psiquiatra y psicoanalista José Eduardo Abadi (MN 44946).

"El optimismo es una forma de capturar el instante presente ya que la felicidad no es lo que nos sucede, sino como interpretamos lo que nos sucede", resume la escritora española en su sitio web. Queda en nosotros, entonces, lograr una interpretación de las circunstancias que permita reconocer la felicidad en los pequeños momentos.

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