Un exceso de sol sin o con baja protección puede llegar a tener severas consecuencias a largo y corto plazo.
Algunos de los efectos nocivos que puede causar son la aparición de manchas y arrugas, aumento del número de lunares, cáncer de piel y variadas alteraciones oculares.
Agustina Lanoël (M.N 100.564), pediatra y dermatóloga pediatra PAIDEIA y miembro del comité de Dermatología Pediátrica de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), advirtió que al entrar en la época de verano, es fundamental cuidarse del sol, por dos cuestiones: "La primera es para evitar quemaduras solares y el ardor. La segunda es que a lo largo de la vida puede predisponer a tener cáncer de piel, es por eso que hay que empezar a cuidarse desde edades tempranas".
El uso de protectores solares en spray, sobre todo en niños, es controvertido. Muchos especialistas sostienen que es difícil aplicarlo sin inhalar los ingredientes del producto y que a su vez no es 100% efectiva la cobertura uniforme con un rociado. Es por eso que las cremas son las más efectivas.
"Debemos usar cremas fotoprotectoras de alto factor de fotoprotección, de 30 o más, recomendado y aconsejado por el pediatra, dermatólogo pediatra o dermatólogo de adultos, para saber cuál es el mejor producto para su piel", aconsejó la especialista.
Cuanto más alto es el factor del protector solar, mejor es la protección. Cualquier producto mayor de 50 SPF, contrariamente a lo que se cree, no ofrece ningún beneficio adicional.
Los niños generalmente pasan mucho tiempo jugando al sol y tienen una piel inmadura, por lo tanto, van a ser más susceptibles para dañarse y quemarse. "Una de las medidas para protegerlos es tratar de evitar el sol fuerte del mediodía o cercano al mediodía. El sol está fuerte entre las 10 y las 4 o 5 de la tarde. También hay que acostumbrarse a usar gorro, anteojos, ropa con protección solar, sombrillas o estar a la sombra", sugirió.
Chequear los lunares
Es necesario hacerse chequeos al menos una vez al año para verificar la aparición de manchas o lunares en el cuerpo. Las personas deben estar atentas a cambios en los lunares, pecas o manchas de la piel, las uñas o las mucosas sobre la base del ABCDE del Melanoma (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro y Evolución).
"Es un buen momento para recordar que conviene autoexaminar la piel y si se tiene alguna lesión que ha cambiado o que crece y que es distinta, consultar a los médicos", advirtió Lanoël.
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