Uno de los riesgos constantes a los que se enfrentan las grandes empresas que requieren que sus usuarios se registren para acceder a sus servicios es a los ataques cibernéticos que llegan a acceder a sus bases de datos y extraen información como sus correos electrónicos o número de teléfono.
Esta información muchas veces es vendida a cibercriminales con acceso al mercado negro, lo que puede generar el inicio de diferentes riesgos a la privacidad digital para cada una de las personas que fue afectada por la vulneración de los sistemas de seguridad de estas compañías.
El caso de WhatsApp
Según el medio digital CyberNews, un hacker habría puesto a la venta una base de datos compuesta por un total de 500 millones de usuarios de WhatsApp distribuidos por todo el mundo, por lo que la seguridad digital de estas personas estaría en riesgo.
Según los registros, la mayor cantidad de personas afectadas estaría en Egipto, con 44.832.547 cuentas robadas, pero la distribución de afectados incluiría a 84 países como República Checa, Gana, Lituania, Ecuador, Hungría, Guatemala, Túnez, Serbia, Chipre, Turquía, Bulgaria, Puerto Rico, Canadá y España.
A raíz de esta información, los usuarios cuyos números fueron filtrados y posteriormente vendidos pueden ser víctimas de ataques como smishing, que implica la suplantación de la identidad de una organización que envía un mensaje de texto SMS a las personas con la intención de que caiga en un engaño y se pueda extraer aún más información e incluso dinero de sus cuentas bancarias.
Otra de las modalidades utilizadas puede ser la de vishing, que es muy parecida a la anterior, pero basada en llamadas telefónica. Cualquiera que sea las formas de contacto de los usuarios con cibercriminales puede representar un potencial daño a la seguridad de las personas.
Qué puede pasar con los usuarios afectados
Además de ser vulnerables a los ataques cibernéticos dirigidos específicamente a ellos, como los ya mencionados smishing y vishing, los cibercriminales también pueden intentar acceder a las conversaciones y cuentas de los usuarios por medio de la apertura del perfil de WhatsApp en otros dispositivos.
Es por eso que es importante que las personas activen métodos de seguridad como la autenticación de doble factor. Sin embargo, esta medida también puede ser evadida por parte de los cibercriminales por medio de aplicaciones y links fraudulentos que acceden a los mensajes de texto de los smartphones y recopilan claves de confirmación que brinden acceso a estos datos.
En general, la mejor forma que tienen los usuarios de protegerse cuando su número se ha visto comprometido en la filtración de bases de datos es conocer cuáles son los peligros a los que están expuestos y evitar entrar en contacto con potenciales estafas entre las que también se encuentra el phishing, que tiene el concepto de las anteriores pero usa el correo electrónico como medio para estafar a los usuarios.
Para evitar que la seguridad cibernética de los usuarios se vea aún más comprometida, es recomendable que las personas cambien sus contraseñas por otras que cumplan requisitos elevados de seguridad, como tener más de 12 caracteres, contener mayúsculas y minúsculas además de números y letras, usar símbolos especiales (!”#$%&/=?) y ser diferentes en cada cuenta de aplicación o servicio para aumentar su eficiencia.
Además, también se recomienda el uso de un gestor de contraseñas, lo que puede facilitar la administración de las contraseñas antiguas y elaborar nuevas claves de acceso que sean seguras y aleatorias para mayor seguridad.
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