Aunque no es normal que un televisor esté encendido todo el día, muchas personas lo hacen mientras están trabajando o estudiando, al igual que algunos negocios para entretener a sus clientes o mostrar información del lugar. Una práctica que puede tener efectos negativos.
No solamente el consumo de energía puede ser un problema al no apagar la pantalla durante varias horas, sino que el propio panel tiene probabilidades de sufrir afectaciones en la calidad de su imagen y rendimiento.
Consecuencias en consumo de energía
A pesar de que las marcas han hecho cambios en los dispositivos para reducir el consumo de energía, es inevitable que un uso excesivo impacte en la factura al final de mes.
Los televisores antiguos consumen mayor electricidad, igual que los de gran tamaño, por lo que no hay una regla exacta para determinar el número de vatios para cada pantalla en la casa. Pero sí una visión promedio.
Este es el primer impacto que va a notar el usuario al tener encendido el dispositivo durante muchas horas. Por ejemplo, un TV que mide 49 pulgadas tiene en promedio 49 Wats de potencia, si este está encendido durante 12 horas al día, es decir 360 horas al mes, su consumo de energía va a ser de 17.64 kilovatios durante ese tiempo.
Para saber el precio que se reflejará en la factura habrá que multiplicar ese valor por el precio de vatio por hora que pone la empresa prestadora del servicio, que para nuestro ejemplo anterior podría oscilar entre 2 a 3 dólares.
Te puede interesar:
Consecuencias en el funcionamiento del televisor
Se estima que un panel LED moderno tiene un tiempo de duración de 45 años si está prendido durante seis horas al día, algo que puede variar según las condiciones climáticas, el lugar en el que esté ubicado, el mantenimiento que se le haga y la marca del dispositivo.
Por lo que los televisores que más sufren al estar encendidos durante tanto tiempo son los que tienen pantallas OLED. Esta tecnología es una de las mejores en cuanto a calidad de imagen, pero necesita muchos cuidados para alargar su vida útil, uno de ellos es el tiempo de uso.
El portal Rtings hizo un experimento en el que comparó paneles OLED, IPS y VA utilizándolos cada uno durante 20 horas al día por un año. Los resultados arrojaron que los dos últimos no tuvieron problemas, pero el primero sufrió quemado de imagen.
Esta situación se genera porque en el contenido que se está mostrando hay imágenes fijas, como los logos de un canal de TV o el marcador de un partido de fútbol. Esto causa que quede una sombra con ese símbolo aún cuando se apaga el televisor o al cambiar de canal.
En el experimento también se puso a prueba los problemas con videojuegos, que causan cambios en la intensidad de los colores y también imágenes quemadas.
Algunos fabricantes ya están solucionando este problema y ofrecen soluciones que permiten que al apagar el dispositivo este inicie un proceso de corrección.
Te puede interesar:
Recomendaciones para negocios
Para los establecimientos comerciales hay una alternativa dedicada a resolver este problema. Algunas marcas tienen líneas de televisores específicas para ellos, estas ofrecen herramientas como temporizadores para encender y apagar el panel y controles de temperatura, que no afecten la calidad de la imagen o el rendimiento.
Este tipo de dispositivos suelen tener otras funciones como paneles táctiles, enlaces a aplicaciones, configuraciones de seguridad y estar adaptados a exteriores por lo que cuentan con materiales impermeables y de larga duración.
Sin embargo, el costo de estos televisores puede estar lejos de un negocio pequeño o mediano, por lo que las recomendaciones van a estar muy ligadas a las que entregue el fabricante en cada caso, aunque siempre es oportuno apagar el dispositivo cada cinco o seis horas y optar por pantallas LED, que tienen menos posibilidades de sufrir quemado de imagen.
Otra recomendación es aprovechar la opción de desactivar la imagen que ofrecen algunos fabricantes, si el dispositivo se está usando para escuchar música, podcasts o emisoras.
Seguir leyendo: