En los últimos días dos juegos han centrado la polémica en la industria de los videojuegos: Gotham Knights y A Plague Tale: Requiem. El motivo es que ambos limitan su rendimiento a 30 FPS, a pesar de ser exclusivos de consolas de nueva generación.
Pero qué hace que este debate tenga tan profundidad, por qué esa cifra de ‘30 FPS’ es el centro de la conversación y qué significa eso para el jugador del común, que simplemente pone el juego y lo disfruta.
Qué son los FPS
Esta es una sigla en inglés que significa Frames Per Second, en español: cuadros por segundo. Esta es una cifra que también hace parte del lenguaje de otros formatos como el video y se suele medir en escalas de 24, 30, 60 y 120, hasta ahora.
Los FPS es una medición de la cantidad de imágenes que aparecen por segundo en pantalla y crean la ilusión de movimiento. En el cine es normal usar 24 como estándar, pero en los videojuegos se ha vuelto muy común exigir que lleguen a los 120, especialmente en los computadores.
Las consolas de actual generación, la PlayStation 5 y la Xbox Series X, alcanzan una tasa de 60 frames, mientras que la Xbox Series S se queda en 30 debido a las características técnicas.
Por qué son importantes
El alcance de esta medida depende de dos factores. Por un lado, las características de la consola y las especificaciones del computador. Pero también de las limitaciones que ponga el desarrollador del juego para establecer el rango en el que corre el juego, esto con el objetivo de entregar la experiencia más estable al jugador, porque entre más FPS la exigencia es mayor.
En todo caso, entre más alta sea la medida eso se va a traducir en mayor fluidez, lo que le da al jugador una mejor capacidad de reacción a lo que sucede en pantalla y estabilidad en la imagen.
En la mayoría de casos las cantidades más altas de FPS se usan para juegos como shooters o de autos, donde hay un movimiento mucho más dinámico de la imagen y se necesita de esa precisión. Por lo que en un juego de cartas o por turnos no suele ser necesario tener toda esta capacidad.
Además, es importante marcar la diferencia entre los frames y la resolución, porque una cosa es la calidad de la imagen que se mide en 4K, 8K o 1080p y otra los FPS, por eso muchos juegos dan opción al jugador de elegir el modo rendimiento o calidad para darle preferencia a la estabilidad de la imagen o prefieren una resolución más alta.
También vale la pena destacar que además de tener una consola y un juego que alcance una alta calidad de FPS, es necesario contar con un monitor o televisor que pueda reproducirlo. Ahí es donde se debe mirar la cantidad de Hz que tiene la pantalla, que se equipará con los frames.
Así que, en conclusión, los FPS son importantes en los videojuegos porque dan una experiencia de juego fluida y estable, entre más alto sea el número habrá menos problemas para moverse y ver los objetos en pantalla. Eso sí, no todos los títulos necesitan una medida alta y no todas las consolas la pueden alcanzar, pero cada vez hay una mayor exigencia.
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